"Esta entidad, por medio de educación, ha prevenido que miles y miles de jóvenes y adolescentes en Puerto Rico caigan en el vicio de las drogas; es un tremendo esfuerzo por lograr un mejor Puerto Rico y para la alianza pido un gran aplauso", exhortó Cortés Dapena.

También, el líder de la Fundación Ángel Ramos se dirigió a los 68 integrantes de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio de Música de Puerto Rico, así como a sus artistas invitados de la tarde, la soprano Carmenchú Domínguez, el barítono Ricardo Rivera, el violinista Fermín Segarra, hijo y el dúo Hermanos Sanz, integrado por Lisvette y Luis Sanz.

"Estamos orgullosos de cada uno de ustedes por su dedicación y logros en el campo de la música. Los he escuchado anteriormente y realmente es conmovedor, pero sobre todo esperanzador, ver cómo estos jóvenes músicos se han superado y han llegado a un nivel de gran ejecución", indicó el licenciado.

Luego instó a los jóvenes a sumarse a los esfuerzos de encaminar la Isla y les recordó que su compromiso será fundamental para lograrlo.

"Nuestro futuro como País depende de ellos, de su talento, de su energía y de su entusiasmo. Yo estoy confiando que nuestra juventud asumirá este reto y juntos lograremos un mejor Puerto Rico", sostuvo Cortés Dapena.

Los jóvenes respondieron. Danalisse Claudio, quien se benefició de los programas de la Alianza para un Puerto Rico sin Drogas cuando estudiaba en la escuela superior José Campeche de San Lorenzo y ahora es mentora de la organización, aceptó la tarea a nombre de sus compañeros.

"Sí, acepto su reto", dijo Claudio en su mensaje al público, "Puerto Rico va a seguir hacia adelante junto con los jóvenes que hoy día representamos, vamos a acabar con los falsos estereotipos que nos hemos empeñado como sociedad en crear y los reporteros positivos vamos a buscar las buenas noticias que abundan en la Isla".

La contrabajista Adriana Lizardi habló a nombre de los músicos. "Agradecemos la oportunidad de exponer nuestro talento, ya que representamos la diversidad de nuestra sociedad, convirtiéndonos en una voz triunfante a través de la música y siendo así ejemplo de esperanza, superación y de éxito gracias al apoyo de entidades como la Fundación Ángel Ramos. Agradezco a la Alianza para un Puerto Rico sin Drogas por orientar a la juventud a un camino sin drogas. Declaro que somos el presente que con dedicación, corazón y empeño lograremos un mejor futuro para nuestro Puerto Rico", aseguró Lizardi.

Por su parte, Margarita Millán, presidenta de la Junta de directores de la Alianza para un Puerto Rico sin drogas, destacó que "cuando se unen voluntades los resultados son excelentes".

Resaltó el modo en que la Fundación Ángel Ramos viabiliza actividades para "mejorar el presente y el futuro" del País. "Quiero agradecer su constante apoyo, su solidaridad y su visión vanguardista para que este País eche adelante", mencionó Millán y agregó que en la Alianza para un Puerto Rico sin Drogas "compartimos el deseo de promover lo bueno, ayudarlos a desarrollar destrezas, a desarrollar su mejor potencial y a que enfrenten situaciones de riesgo en sus vidas".

El rector del Conservatorio de Música, Carlos Conde, miró a los músicos y compartió con la audiencia que "hace poco más de 27 años yo era uno de ellos, con una gran ilusión de hacer de la vida la música y hacer de la música la vida".

"Para mí es un privilegio estar delante de ustedes", le dijo Conde a los músicos, "tengo el gusto, el privilegio y el honor de decir que gracias a la Fundación Ángel Ramos pude hacer ese sueño, me embarqué y pude dedicarme por muchos años a la música. He vuelto para decirles que es posible".

El maestro de ceremonias de la noche, el comediante Raymond Arrieta, visitó a los jóvenes músicos mientras ensayaban previo al concierto.

"Escucharlos tocar la verdad es que te transporta, te das cuenta del talento que hay aquí", afirmó Arrieta quien aseguró que experiencias similares elevan los niveles de esperanza con respecto al futuro, "me gustó ver el respeto que le tienen al Maestro Pabón y entre ellos mismos. Yo creo en los jóvenes nuestros, por eso estoy aquí hoy".

Y SONÓ LA MÚSICA

Si alguien tenía algún temor en exponerse al repertorio clásico, el comediante Raymond Arrieta lo hizo sal y agua. Arrieta de inmediato estableció empatía con quienes nunca habían asistido a un concierto sinfónico con comentarios como "llevo una semana aprendiendo italiano y francés para no equivocarme al presentar estas piezas". Poco a poco la tensión de los primerizos fue desapareciendo y los músicos disfrutaban que su público apreciara sus ejecuciones.

El maestro Roselín Pabón fue la brújula de 68 pares de ojos que le miraban atentos, aguardando por la señal que reforzaba la indicación de la partitura musical. Así arrancaron con la Obertura de la ópera El barbero de Sevilla, de G. Rossini, para luego interpretar la Introducción y Rondo Caprichoso, de C. Saint-Säens, que contó con la participación como solista de Fermín Segarra, hijo, joven de 21 años que a los quince debutó con la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico en su tradicional Concierto de Reyes.

Con energía en voz y gesto, el barítono Ricardo Rivera cantó Largo al factotum, de la ópera El barbero de Sevilla seguido luego por la soprano Carmenchú Domínguez quien en Las niñas de Cádiz, de L. Delibes, demostró su potencial.

Escena y canto gitano, de la obra El capricho español, de N. Rimsky-Korsakov, culminó la primera parte.

Tras el intermedio, el público reconoció los acordes de la banda sonora de la cinta Harry Potter que fue seguida por la de The Patriot y Artificial Intelligence en el segmento Soundtrack Hightlights creado por J. Williams y arreglado por Ted Ricketts. Los vídeojuegos fueron representados por la pieza Kingdom Hearts, del japonés Ikori Utada y con arreglo de Ralph Ford.

Entonces vino un estreno en la velada. El cuatrista Luis Sanz, quien debutó con la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico en su Concierto de Reyes a la edad de nueve años, estrenó su composición Fantasía para cuatro y orquesta. El cuatro armonizó a la perfección con instrumentos sinfónicos en una pieza sencilla y emotiva.

Al escenario regresaron el barítono Rivera y la soprano Domínguez para juntos cantar The Impossible Dream del musical Man of La Mancha. También se reunieron en escena los Hermanos Sanz -Luis al cuatro y Lisvette en la guitarra- para interpretar la plena de su autoría Ponte de pie, Puerto Rico, ponte de pie que entusiasmó a la audiencia, no sólo por sus acordes repletos de percusión sino además por su mensaje positivo.

Como fin de fiesta se interpretó Alma boricua, de Clodomiro Rodríguez con arreglo donado para el concierto por Angel "Cucco" Peña, quien también asistió a escucharlo.

"Ustedes recuerdan esta canción", dijo el Maestro Pabón antes de silbar su melodía en el micrófono.

Cuando el público acompañó a la sinfónica juvenil y a sus cantantes invitados coreando el famoso: "yo soy boricua, mi amor es Puerto Rico", que propone la canción Alma boricua, fue evidente que canciones como esa no se olvidan.


 

Fotos por Gerardo Alberto Bartolomei

Web Analytics