Las piezas fueron expuestas en el Museo de Arte de Ponce en el 2012.
Por Ana Castillo Muñoz
OENEGÉ
Los cuerpos son mundos, auras, sentimientos, vivencias y colores que se transportan desde el interior hacia lo que somos y proyectamos. Cada figura es reflejo del alma. Si nos miráramos por dentro viéramos músculos, huesos y tejidos, pero para la artista Norah Hernández, el interior del ser humano es más que eso: es luz y energía.
Esa energía se transformó en Cuerpos de Luz.
Por Ana Castillo Muñoz
OENEGÉ
Fotografiar caras, miradas, espacios y naturaleza virgen es su vida. Hacer el sentimiento y los estilos de vida, tangibles es convertir lo cotidiano en arte justo después del último clic de una cámara fotográfica.
Para Viveca Venegas de eso se trata su obra, de vivir las experiencias de otros desde su punto de partida: la fotografía.
Cuando Venegas comenzó a capturar momentos era una niña. Tenía 9 años. Los primeros movimientos que congeló fueron los de su hermana recién nacida. Fue ahí, entonces, que descubrió su interés por los humanos y su naturaleza. Ya de adulta y con los conocimientos fotográficos necesarios, emprendió una serie de viajes a lugares exóticos en busca de esos elementos, que como fotógrafa, reconocía que eran el factor principal de cada una de sus piezas: la gente en su ambiente y su estado natural. En la idea de encontrarse, ha visitado lugares como India, África, Vietnam y Tíbet para capturar miradas que cuenten una historia y proyectar su reflejo en imágenes.
Fue también una mirada, lo que la ayudó a dar otro paso en su vida profesional: retratar arquitectura. Las grandes edificaciones y espacios creados desde la mirada del hombre, como describe, no es su "fuerte". Sin embargo, hace un año, después de su última exhibición, "Imágenes de mis caminos", visitó el Observatorio de Arecibo para realizar varias fotografías de las instalaciones del radiotelescopio más grande del mundo.
La posibilidad de encontrar soluciones para viabilizar ideas que terminan convertidas en obras de arte alimenta a un artista como Antonio Martorell, quien ahora presenta en SalaFAR su exhibición "Sombra, sombrilla y sombrero".
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
La musa le trajo una sombrilla a Antonio Martorell. Vino expresamente a enriquecer los lienzos que el artista pintaba para exhibir en un lugar en el que cuentan que llueve un día sí y otro también. Pero como le gusta el juego –a la musa y al artista- otra oportunidad de crear nuevas obras para mostrar lo llevó a pararse bajo la sombrilla. Entonces Martorell se topó con la sombra. Y, por supuesto, con su sombrero.
Alrededor de 143 educadores locales participaron en el foro
Por Ana Castillo Muñoz
OENEGÉ
Las voces del cambio en la educación de la edad temprana dijeron presente. Representación hubo.
Los niños y niñas en edad temprana estuvieron representados por un grupo de 143 delegados de Puerto Rico que hablaron por ellos y para ellos en el Foro Mundial sobre Atención y Educación Temprana que se llevó a cabo en el Hotel Sheraton del Centro de Convenciones de San Juan durante el pasado 6 al 9 de mayo.
El foro fue el resultado de meses de trabajo y coordinación en el que más de 800 profesionales de cerca de 80 países se sentaron en una misma mesa a compartir conocimientos. Allí estuvo presente un colectivo de educadores y educadoras puertorriqueñas, que al igual que todos los participantes, buscaban discutir y promover la calidad de la atención que se presta a los niños y niñas en sus diferentes ambientes escolares, además de intercambiar ideas, experiencias y tendencias educativas.