En la Cruz Roja Americana en Puerto Rico, su ejército de voluntarios aprende, sirve y, además, crece en la organización. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé "Ayudar es parte de mi propósito de vida", asegura Myrta Pedroza Pasalacqua, voluntaria hace doce años. Foto / Javier Del Valle Jamás espere que un voluntario de la Cruz Roja Americana titubee ante una situación de emergencia. “¿Qué era lo que yo tenía que hacer?”. Para que esa pregunta no aflore en tiempos de crisis, el equipo de 1,316 voluntarios alrededor de la Isla que apoya la Cruz Roja Americana en Puerto Rico se mantiene al día asistiendo a talleres especializados en las áreas en las que sirven. Para una organización sin fines de lucro que ofrece respuesta a desastres, que cuenta con un programa de enlace entre militares activos y sus familias y que, además ofrece servicios biomédicos de sangre, no hay forma de hacer viable su misión sin el apoyo de su ejército de voluntarios.
Ese momento en el que la Luna cubra parcialmente el Sol el próximo 21 de agosto, podrá verse en los telescopios que el C3Tec y la Sociedad de Astronomía del Caribe ubicarán en la plazoleta. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Solo usando gafas especiales se podrá mirar el eclipse solar sin provocar daños irreversibles a la vista. Foto / Suministrada C3Tec En el momento en que piensas que la ciencia es un tedioso asunto de libros de texto, aparece un eclipse solar que, en Puerto Rico, no se aprecia desde el 1918 y que este mes estará disponible para tu disfrute. Ciencia viva y accesible es la pauta de la actividad Eclipse solar, que en alianza celebrarán el Centro Criollo de Ciencia y Tecnología del Caribe (C3Tec) y la Sociedad de Astronomía del Caribe, el próximo lunes, 21 de agosto, a partir de las 2:00 p.m., en la plazoleta de la institución ubicada en la avenida Gautier Benítez en el casco urbano de Caguas. La entrada es libre de costo para público general y se ofrecerán gafas apropiadas para apreciar el eclipse solar a las primeras 150 personas que asistan al evento.
El Programa Escolar de la Fundación de Niños San Jorge lleva más de una década procurando experiencias educativas a pacientes con condiciones crónicas que les impiden acudir a la escuela. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé "Misis Angélica" ha ayudado a Victoria Román a cumplir sus metas académicas. Foto/ Javier Del Valle La escuela te enseña, la vida te educa. Ambos procesos nutren la labor del Programa Escolar de la Fundación de Niños San Jorge que, desde el año 2006, se ocupa de que cada niño con padecimientos crónicos y hospitalizaciones prolongadas que le impiden acudir a la escuela, tenga acceso a la educación que merece. Cuando la rutina se altera drásticamente, tarde o temprano se añora. Más o menos eso sienten algunos pacientes que enfrentan largos tratamientos y convalecencias. Para recuperar cierta normalidad, se ofrece el servicio que abraza un enfoque educativo multidisciplinario. Desarrollar el potencial de cada paciente-estudiante -con atención a sus necesidades físicas y emocionales- es una labor que requiere amor, entrega y paciencia. Al momento, el programa ya ha educado cerca de 300 pacientes-estudiantes.
Por dos semanas en este mes de julio, la cancha Nilmarie Santini del Departamento de Recreación y Deportes se convierte en la sede de la alegría y la diversión para pacientes del hospital San Jorge y sus hermanos. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Instructores provistos por el Departamento de Recreación y Deportes realizan actividades con los participantes. Foto/ Javier Del Valle Cero pulseritas en sus muñecas. El distintivo símbolo del paciente admitido en un hospital está agradablemente ausente en los brazos de los 72 participantes de la edición 2017 del Campamento de Verano que la Fundación de Niños San Jorge ofrece a pacientes entre las edades de cinco a doce años y a sus hermanos. Son libres en la cancha Nilmarie Santini, ubicada en la sede del Departamento de Recreación y Deportes (DRD), que por dos semanas es la casa del evento anual que comenzó hace siete años. Allí ellos bailan, juegan, cantan, corren, sonríen, gritan, abrazan y comparten tanto con sus hermanos como con otros niños que suelen ver en los pasillos y habitaciones del hospital, igualmente restringidos de movimiento cuando reciben tratamiento.
Para destacar a las personas que mejoran las condiciones de vida de otros se otorga el Premio a la Excelencia del Servicio al Prójimo Sister Isolina Ferré 2017. Tienes hasta el 11 de agosto para nominar tus candidatos. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Cualquier persona o entidad puede nominar candidatos que cumplan con los requisitos de la convocatoria oficial en las áreas de educación, prevención, cultura, salud y desarrollo comunitario. Foto /Suministrada Seguro que tienes más de uno en la mira. Esa persona que sirve desinteresadamente al prójimo, que ingenia nuevas formas para mejorar el entorno difícil en el que otros están inmersos, quien ayuda aunque no conozca. Justo ese es el candidato o la candidata que debes nominar al Premio a la Excelencia del Servicio al Prójimo Sister Isolina Ferré 2017.