En la sede del Colegio de Contadores Públicos Autorizados de Puerto Rico, Rosana López, directora de auditoría de KPMG, brindó técnicas para documentar el valor asignado a los servicios de voluntarios y habló sobre los requisitos específicos que se deben tomar en consideración al momento de registrar las donaciones en especie que reciben las organizaciones no gubernamentales, entre muchos otros conceptos relacionados.
Edenmarí Class Montijo, gerente de Desarrollo Organizacional y
Comunicaciones de la Fundación Ángel Ramos, da la bienvenida
al taller. Foto / Javier del Valle
La reacción de la audiencia, en varios de los casos, fue de sorpresa: por desconocimiento de la información, por comprender que desaprovecharon oportunidades o por realizar procesos de manera incompleta.
“Lo más que están desaprovechando las organizaciones sin fines de lucro es el beneficio de tener una buena contabilidad de los servicios donados, para utilizarlos como pareo en la requisición de propuestas de fondos”, dijo López a Oenegé al culminar la charla.
López resaltó que la contabilidad para organizaciones sin fines de lucro “es un área bien técnica en la que a veces tú, lamentablemente, tienes el conocimiento, pero no sabes cómo aplicarlo y por eso estamos aquí”.
"Cuando tienes indicadores fuertes estás demostrando sustentabilidad
y entonces los donantes tienen mucha más confianza", dice la contadora
Rosana López. Foto / Javier del Valle
La contadora lamentó que en ocasiones no se oriente sobre estos temas complicados “en arroz y habichuelas”, lo que provoca que “nos pasen las cosas por delante” sin ser identificadas apropiadamente. Resaltó además que “no todos los CPA saben de sin fines de lucro”. “Entonces ahí es que no podemos hacer una sincronización entre lo que son todas las transacciones que yo recibo y toda la contabilidad que tengo”, advierte.
“¿Vieron eso? La contabilidad es una maravilla”, dijo López al mostrar un ejemplo a su audiencia.
“Tenemos muchas áreas de oportunidad con las organizaciones en presupuesto para tiempos de crisis, en junta de directores, en ética de manejo de las organizaciones sin fines de lucro, en lo que llamamos sana administración, cómo controlar las donaciones que recibimos y tener todos los procesos montados para que la organización pueda controlar todas sus actividades que son de donaciones y servicios”, enumeró López.
Lograr incorporar esas destrezas de administración, asegura la especialista, hace a las organizaciones sin fines de lucro “súper fuertes”. “Les da una transparencia al público y le aumenta los indicadores dentro de sus estados financieros. Cuando tienes indicadores fuertes estás demostrando sustentabilidad y entonces los donantes tienen mucha más confianza”, dijo López.
Para María Hernández, directora ejecutiva del Programa de Ayuda y Enlace Comunitario de Aguada, la experiencia fue “excelente”.
“Uno tiene la idea de que cuando va a valorar el servicio comunitario o voluntario es por el mínimo en las escalas salariales y cuando vemos aquí que es totalmente diferente, que hay unos criterios para que se pueda contabilizar esa labor en el estado financiero y que es bien diferente a lo que usted puede contabilizar en los servicios de impacto, pues los muñequitos son bien diferentes. Esto es una cosa para mi novedosa; y que conste mi organización tiene 24 años y llevamos muchos años trabajando con grupos de voluntarios, expresa Hernández.
La líder aplaudió que ahora dispongan de “una guía para poder reescribir nuestros procedimientos en la contabilidad para ser más efectivos y más fuertes”.
María Hernández, directora ejecutiva del Programa de Ayuda y Enlace
Comunitario de Aguada, aprendió nuevos criterios para contabilizar la
labor voluntaria en los estados financieros e la organización
sin fines de lucro. Foto / Javier del Valle
Por su parte, Maribel Caro, directora ejecutiva de Jóvenes de Puerto Rico en Riesgo, manifestó que aunque acostumbran a contabilizar todo el trabajo voluntario, ahora entienden la diferencia entre “qué se reconoce y qué no se reconoce” como ayuda voluntaria en los estados financieros .
“Para mi es una herramienta para estar mucho más pendiente a cómo valorizamos las cosas y de aquellas cosas que nosotros podemos añadir en el estado financiero auditado que dan información acerca de la salud de la organización y de la capacidad de allegar recursos que no son dinero. Este conocimiento me ayuda a estar más pendiente para que no se pierda información que puede ser valiosa”, menciona Caro.
VOLUNTARIOS DELUXE
Astrid Morales, consultora en Desarrollo Organizacional.
Foto / Javier del Valle
Astrid Morales, consultora en desarrollo organizacional y gestora del programa Ciudadanía Activa PR de la Fundación Ángel Ramos, reconoce que la mayoría de las organizaciones comparten una visión paternalista que las lleva a resolver un problema en la comunidad sin detenerse a evaluar si cuentan con el dinero para ello o cómo se ven impactadas sus finanzas.
“Muy pocas veces reflexionamos sobre cuál es el valor añadido de todas esas cosas que hacemos allá afuera para nuestra organización y estructura. La idea de temas como este es tomarnos una pausa y empezar a mirar qué yo estoy haciendo en nuestro programa de voluntariado y cómo puedo, en vez de decirle que sí a todo el que llega, empezar a ser estratégico para reclutar, seleccionar e identificar aquella gente que mayor valor puede aportar a mi organización”, opina Morales.
Añade que la meta del día era lograr que “la gente salga con una preocupación genuina de ‘espérate, tengo que organizar la casa porque yo creía que estaba claro’. “Hoy se nos ha abierto una puerta nueva con el área de contabilidad”, celebró Morales.
Y es que como parte del programa Ciudadanía Activa PR han logrado abrir puertas de aprendizaje en otras estructuras de organizaciones sin fines de lucro como recursos humanos, quienes supervisan los coordinadores de voluntarios, y en dirección ejecutiva.
“Abrir la puerta con la persona de contabilidad significa tener discusiones más profundas para ver cómo transversalmente el programa de voluntariado incide en todas las áreas de nuestra organización”.
“Un tema que debe quedar claro es que todos son voluntarios, ahora bien, cuáles son voluntarios reconocidos en el estado financiero es otra conversación. Ellos son el top del top que yo quisiera tener en mi organización pero que, siendo justo, como la legislación es tan restricta, no es el único al que quiero aspirar. Podemos aspirar a la gama completa de voluntarios. Y puedo planificar estratégicamente para asegurarme que de 100 voluntarios, el 15% me aspire a reconocerlo en un estado financiero, pero eso requiere desarrollar la estructura”, acabó Morales.
Fotos : Javier del Valle