Los planes y los servicios de las organizaciones sin fines de lucro hacia las poblaciones que sirven han sido renovados drásticamente para este nuevo año. ¿Cómo sobrevivirán?
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
Normalidad. ¿Qué se considerará normal en el quehacer diario de las organizaciones sin fines de lucro en este comienzo de año? ¿A qué se aspira?
Organizaciones sin fines de lucro comparten atenciones recibidas y ofrecidas a las comunidades que sirven, las cuales energizan sus momentos de mayor carga.
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
La donación anónima que arribó cuando más se necesitaba, el abrazo puntual, la compañía mientras te levantas del suelo. En todas partes hay gestos de amor hacia organizaciones sin fines de lucro y de estas hacia las poblaciones que atienden. En este mes que por costumbre se exalta el amor y la amistad, indagamos a tres organizaciones pertenecientes al Tercer Sector sobre la importancia de gestiones que nacen del amor por el servicio.
Nelson Sambolín crea imágenes y aguarda por el significado que le brinde el público. Las que ya cuelgan en las paredes de SalaFAR esperan por usted.
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
Regalar definiciones o explicaciones sobre el significado de sus obras nunca ha sido costumbre del veterano artista Nelson Sambolín. “No, no está en el paquete”, acepta entre risas. Al final del día no importa, porque el verdadero gozo al apreciar esta nueva exposición, Pinturas y/o dibujos, proviene del juego de percepciones que provoca.
Llegaron a la música por caminos distintos, pero hoy día suenan como una sola voz. Son los integrantes de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio de Música de Puerto Rico.
Por Ana Teresa Toro
Oenegé
Cuando Adriana Lizardi habla del contrabajo mira a lo lejos, como mirando un recuerdo y se emociona. Dice que cuando está con ese instrumento grandote, el contrabajo se convierte en Adriana y viceversa. Habla de sus horas de ensayo como un proceso de comunión. Ella escucha el instrumento y él la escucha a ella. Pasa algo, difícil de apalabrar, pero las experiencias de esta joven con la música trascienden las palabras. Sabe que crear sonido, que hacer música es llegar a una forma de la expresión muy pura. Adriana tiene 20 años y hace muchos que sabe que encontrar la manera de expresar lo que sentimos es el primer paso hacia pensamientos libres, ideas libres y acciones libres. Adriana encontró una pasión, una profesión, un camino.