La compañía de danza contemporánea fue uno de los tres finalistas del Premio Tina Hills 2014
Por Ana Castillo Muñoz
OENEGÉ
No es llegar primero. Es generar cambios. Es producir en equipo, en comunidad.
Hace 15 años emprendieron para trabajar con esa idea bajo las zapatillas. Hoy la compañía de danza contemporánea, Andanza, celebra que cada una de las piruetas dadas va de la mano con aquellas comunidades que necesitan de ellos.
Para ellos, servir a la sociedad es parte de su misión, de sus diversas personalidades, de su esencia.
"Ayudar a la comunidad es nuestro propósito. Uno se siente súper orgulloso y satisfecho cada vez que llega a una comunidad y esos nenes te reciben como si fueras su familia, vienen corriendo a abrazarte y, sobre todo, cuando llevas tiempo y ya te conocen. Eso es bien lindo", expresó María 'Lolita' Villanúa, directora artística y ejecutiva de la Compañía.
Por Ana Castillo Muñoz
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Es su familia. La historia del mangó. El recuerdo. La añoranza. Todo eso en piezas tridimensionales que representan el crecimiento, el fruto, la reproducción y la semilla.
En un esfuerzo por recordar su infancia y sentirse cerca de su hogar, mientras estudiaba artes en el exterior, la artista Beatriz Martí comenzó a plasmar rastros de las semillas de mangó que tanto veía por su casa cuando era niña. Al inicio incluía diminutas piezas en forma de mangó en los murales que hacía para las tareas de la universidad. Al regresar, aquellos detalles salieron de las obras.
Así nació la serie Semillas flotantes, que es parte de la exhibición en cerámica Colecciones en barro que se presenta hasta mediados de mayo en la Sala de Exposición de Arte de la Fundación Ángel Ramos, mejor conocida como SalaFAR.
La organización, ganadora del Premio Tina Hills 2014, lleva 47 años en la Isla trabajando con niños y jóvenes.
Por Ana Castillo Muñoz
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Lleva toda una vida siendo de la comunidad y toda una vida sirviendo a ella. Tenía ocho años cuando Eduardo Carrera Morales entró aquel centro por primera vez. Corría en pantalones cortos, playeras y zapatos deportivos. Hablaba con los amigos y participaba de las actividades que allí se ofrecían. Hoy hace mucho más que eso.
Sus horarios cambiaron completamente. Antes, cuando apenas era un niño llegaba en las tardes ―después de salir de la escuela― al Boys & Girls Clubs de Puerto Rico (BGCPR) en el residencial público Las Margaritas en Santurce, pero ahora, su trabajo y compromiso como director ejecutivo de la organización ameritan que desde temprano inicie sus labores.
En una de esas mañana en que llegó a la rutina de la oficina recibió una llamada de la Fundación Ángel Ramos (FAR) informándole que habían sido los ganadores del Premio Tina Hills 2014 por Servicio a la Comunidad. La noticia fue una "mezcla de sentimientos". Con la llamada llegó ese reconocimiento a su trayectoria y labor social al que por años habían aspirado. Sin embargo, al mismo tiempo, la distinción trajo consigo un momento de reflexión y de hacerlos pensar en "qué es lo que realmente es importante para nosotros".
Por Ana Castillo Muñoz
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Cantar para despertar emociones, educar y reforzar valores mediante melodías es parte del propósito del programa Despertar Musical del Conservatorio de Música de Puerto Rico, proyecto de la Iniciativa Preescolar que integra la música en la educación de la niñez temprana.
Con la aspiración de lograr que todos los niños y niñas en Puerto Rico reciban una educación de excelencia fundamentada en el desarrollo integral del ser humano, desde 2006 Despertar Musical provee a los maestros y maestras las herramientas necesarias para que integren actividades musicales al currículo de enseñanza en el salón de clases. El programa logra su objetivo a través del ofrecimiento de talleres a los profesionales de la niñez temprana, junto a la creación de materiales educativos que estimulen el desarrollo de destrezas por medio del aprendizaje musical.
Al presente, han sido 1,112 maestras y maestros, asistentes de maestras y personal de los diversos programas educativos, quienes han llevado las lecciones de Despertar Musical a los salones de clases. Estos a su vez, han impactado directamente a más de 28 mil niños y sus familias en Puerto Rico. Más de 234 centros preescolares, así como 17 programas de Early Head Start y Head Start ubicados en 25 municipios han participado del programa.
Despertar Musical, cuyo afán es rescatar la tradición de cantar en el ambiente escolar y en el núcleo familiar, surgió como respuesta a la necesidad de contar con material didáctico de calidad –en español- dirigido a la educación musical durante la edad temprana.