Por primera vez, un centenar de niños y jóvenes disfrutaron de juegos de pelota en vivo en el estadio Hiram Bithorn.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


Antonio Muñoz, padre e hijo, líderes de MB Sports junto
a Arleen Muñoz, oficial de programas senior de la
Fundación Ángel Ramos. Foto / Suministrada

Estaban los peloteros, que acudieron a la cita uniformados, y estaban los que no juegan béisbol, pero lo disfrutan como fanáticos. Para ambos grupos, era la primera vez que entraban al estadio Hiram Bithorn en Hato Rey a presenciar un juego en vivo.

La oportunidad fue aprovechada el pasado sábado, 1 de febrero por un centenar de niños y jóvenes entre los 3 y 17 años. Participantes de distintas organizaciones sin fines de lucro, junto a sus padres, maestros o tutores acudieron al día inaugural de la Serie del Caribe, invitados por la empresa MB Sports, presidida por Antonio “Toñito” Muñoz, y la Fundación Ángel Ramos (FAR).

En el grupo había participantes del Oratorio San Juan Bosco y del Colegio San Juan Bosco, del Politécnico Amigó y la Casa de Niños Manuel Fernández Juncos, todas instituciones ubicadas en San Juan y, también, del Proyecto Niños de Nueva Esperanza, situado en Toa Baja. 

“Fue una experiencia increíble ver sus caritas de emoción al entrar al parque. Algunos de estos niños viven a diez minutos del estadio y nunca habían entrado, ni habían visto un juego en vivo. Disfrutaron toda la experiencia con mucho respeto y alegría, tuvieron un comportamiento excelente”, resaltó Arleen Muñoz, oficial de programas senior de FAR.

El grupo asistió al partido entre Colombia vs. Venezuela y al de México vs. República Dominicana.


Participantes del Proyecto Niños de Nueva Esperanza.
Foto / Suministrada

“Los chiquitines de Nueva Esperanza juegan en una liga en Sabana Seca, así que fueron con sus uniformes de peloteros. A mi lo que me encantó es que ellos disfrutaron hasta coreando la música del órgano que ponen en los parques”, describe Muñoz sobre la fanfarria característica del béisbol.

Este es el tercer año en que MB Sports y FAR se unen en esta iniciativa que les permite a sus invitados pasar el día entero en el parque. En el 2014 y en el 2015, otro grupo disfrutó de clásicos y series de béisbol. 

“Para algunos esta visita les cumplió un sueño, es una huella que les durará toda la vida”, celebró Muñoz para concluir.

Fotos / Suministradas

 

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