Ya están juntas. Alrededor de 150 entidades no gubernamentales con pericia en trabajo social, educativo, médico y cultural que atienden poblaciones de distintas edades alrededor de la isla, se unieron para formar el Task Force Social del Pueblo que aporta respuestas precisas durante la pandemia. 

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé

Desde la segunda semana en cuarentena por el coronavirus, organizaciones del tercer sector pidieron al gobierno ser incluidas en las respuestas para atender la pandemia en la isla. Cuando la invitación no se concretó, el grupo se reunió bajo el Task Force Social del Pueblo con la misión de visibilizar cómo se agudizan los problemas de sectores desventajados durante el aislamiento, demostrar cómo los han atendido y proponer soluciones que trasciendan y puedan ser acogidas por el gobierno para abarcar el país.

Marcos Santana Andújar, presidente de la Red de de Derechos de la Niñez, integra el debutante Task Force Social del Pueblo que define como “un junte histórico que agrupa 146 entidades no gubernamentales, gremios profesionales, fundaciones filantrópicas y expertos en temas de salud y otros”.

El resultado inevitable del junte es, en su opinión, que “pone en una misma mesa todo ese capital social que ha venido por mucho tiempo trabajando desde diferentes espacios para aportar y complementar la respuesta del estado, que desde el principio se ha focalizado en el tema de salud física y económico”.

“Como sector de dimensión social, le hemos dicho al gobierno ‘ey, estamos aquí’. Estamos organizados por temas y todo este capital humano e intelectual que carga el tercer sector lo ponemos al servicio del país”, rememora los inicios del junte el pasado mes de marzo cuando entendieron que “el país nos necesita y debemos empujar una agenda social en un frente común”.

La primera carta que enviaron a la gobernadora Wanda Vázquez Garced fue el pasado 21 de marzo para solicitar la creación del task force social. Luego de una reunión inicial en la Fortaleza con ayudantes de la mandataria, y ante la inacción de conformar el grupo desde el estado, decidieron formalizar y comenzar a actuar de forma autónoma. 

“El gobierno quizás ve el acercamiento del trabajo puntual que hay que hacer en el país como un proceso grande y difícil, y si lo miran desde esa óptica sí lo es, pero si se acercan al tercer sector se van a dar cuenta de que estamos articulados y listos para implementar las respuestas necesarias”.

Hicieron una primera reunión en pleno el 30 de marzo y dividieron comités que han seguido trabajando en 15 áreas temáticas como educación, personas sin hogar o seguridad alimentaria. Algunas recomendaciones del Task Force Social del Pueblo ya han sido acogidas por el gobierno: impulsaron la reapertura de los comedores escolares y alertaron sobre la necesidad de solicitar al Congreso que la isla sea incluida en el Pandemic EBT Program, dado que las estadísticas reflejan que Puerto Rico es uno de los territorios con mayor pobreza infantil. “Se lo propusimos a la gobernadora y ya envió la carta”, dijo Santana. 

También, lograron que se eximiera de la Orden Ejecutiva a las organizaciones sin fines de lucro “para que las que dan servicios esenciales pudieran trabajar sin limitaciones del toque de queda”.

“Las acciones que hemos logrado con La Fortaleza nos dicen que vamos avanzando aunque no estamos satisfechos”, asegura Santana. “Todas las decisiones se han tomado en consenso en el pleno y eso es un valor increíble. En la mesa hay opiniones bien diversas, pero la agenda común es el país”, destaca Santana.

PERSONAS QUE HACEN

El Comité Timón del Task Force Social del Pueblo cuenta con Mabel López, presidenta del Colegio de Trabajo Social; Ana Yris Guzmán, cofundadora de Nuestra Escuela y Marcos Santana Andújar, entre otros. Guzmán y Santana también están a la cabeza del Movimiento Una Sola Voz, que agrupa organizaciones sin fines de lucro de la isla y que, a juicio de Santana,“ha servido de ente aglutinador y movilizador del sector”. 

“El tercer sector son personas, líderes y lideresas, personal y miles de voluntarios que ponen lo mejor de sí para que tengamos un país que pueda superar cada una de las crisis que nos ha tocado vivir. Son momentos duros, no hemos terminado una cosa cuando ya estamos bregando la otra, y el sector sin fines de lucro siempre ha estado presente. El gobierno quizás ve el acercamiento del trabajo puntual que hay que hacer en el país como un proceso grande y difícil, y si lo miran desde esa óptica sí lo es, pero si se acercan al tercer sector se van a dar cuenta de que estamos articulados y listos para implementar las respuestas necesarias”, alerta Guzmán.

Santana coincide al resaltar que “nosotros estamos asumiendo la responsabilidad que nos han impuesto los tiempos, como hemos hecho siempre y lo seguiremos haciendo”. “Seguiremos presentando propuestas en La Fortaleza, pero ya hemos tenido también reuniones con alcaldes para que se implanten nuestras recomendaciones a nivel municipal”, dice sobre encuentros en Bayamón, Juncos y San Juan.

“Y el próximo paso que se dé en materia de abogacía tendrá incidencia a nivel federal”, anticipó Santana.

“Insisten en llamarnos el tercer sector pero, nuevamente, somos el primer sector en atender a la gente”.

“El Task Force Social del Pueblo tiene lo que tiene el país, un tercer sector de primera que nos vemos como un cuerpo asesor del gobierno para incidir y tomar decisiones, y para vigilar que los fondos que lleguen se atiendan adecuadamente. Cada organización sometió sus propuestas de proyectos de servicios para usar los fondos de recuperación apropiadamente. Las compilamos juntas en un solo documento, sin miedo que nadie copie nada, y el Task Force Social del Pueblo nutrió esos proyectos. Ya el gobierno sabe que nosotros podemos responder inmediatamente con esos fondos que estamos pidiendo”.  

Sobre ese documento, Guzmán de Nuestra Escuela afirma que “contiene observaciones y propuestas en diferentes sectores, porque decidimos trabajar con áreas de necesidad más que con poblaciones específicas”.

En otras palabras, le subrayaron al gobierno las prioridades que, aunque muchas, fueron encabezadas por la falta de alimentos. Si viste en redes la campaña en forma de enmarcado para fotos con la frase, “acceso a los alimentos para la niñez y la juventud hoy”, pues viste unas de las iniciativas gestadas desde el Task Force Social del Pueblo para atraer atención hacia el problema.

“Hicimos una campaña, un vídeo, levantamos la voz con comunicados, empezó a crecer la presión del sector sin fines de lucro, y entre otros sectores, y se abrieron los comedores, uno por municipio y dos en los más grandes. No necesariamente atiende la necesidad actual, pero a mí me parece que es un punto de partida”, opina Guzmán.

De otra parte, Santana destaca la “capacidad impresionante” del tercer sector para capitalizar con velocidad en las necesidades que llegan de sopresa.

“Insisten en llamarnos el tercer sector pero, nuevamente, somos el primer sector en atender a la gente. Por ejemplo, en la primera semana de la cuarentena, las organizaciones que son escuelas se movieron a la educación virtual, las de apoyo social ya teníamos activas líneas de apoyo y muchas otras establecimos comedores para alimentar la gente”, enumera Santana.

A estas alturas de nuestra historia moderna, es imperativo entender que el trabajo en conjunto es vital para enfrentar situaciones desconocidas. “No hay otra manera para darle frente a los problemas. La pandemia ha sido un bofetón”, acaba Santana.

 

Fotos / Javier del Valle

Web Analytics