La pandemia nos ha permitido comprender que la ciencia determina nuestra cotidianeidad más de lo que pensamos, pero la organización CienciaPR lleva 15 años impulsando dicha visión.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


Participantes del taller "Ciencia al servicio de Puerto Rico". Sentada a la derecha, con blusa azul,
Mónica Feliú Mojer. Suministrada / CienciaPR

¿Puede la ciencia ser para todos y beneficiar a todos? Oh, sí. En eso cree firmemente CienciaPR.

Ciencia Puerto Rico o CienciaPR es una red que lleva quince años tejiéndose para servir a Puerto Rico con conocimiento preciso. La organización sin fines de lucro ha logrado reunir a 14 mil personas con dos afinidades en común: las Ciencias y Puerto Rico.

Personas radicadas en 50 países, en todas jurisdicciones de Estados Unidos y representando 100 disciplinas de la ciencia se han unido a la iniciativa. La integran los científicos, los profesores, los estudiantes (desde escuela intermedia en adelante), los profesionales y los ciudadanos entusiastas de la ciencia que comparten su conocimiento e información científica para avanzar causas que beneficien a la isla. Tres áreas arropan sus metas: comunicación científica, educación escolar, y desarrollo profesional y de liderazgo para científicos.

“Ponemos el conocimiento colectivo de esta comunidad al servicio de Puerto Rico a través de la comunicación de las ciencias, la educación científica en diversos programas a nivel K-12 y promoviendo el desarrollo de estudiantes de ciencia como líderes científicos y como líderes cívicos. Creemos que la ciencia es parte importante de la vida puertorriqueña y queremos promover esa participación en estos espacios”, señala Mónica Feliú Mójer, neurobióloga vegalteña radicada en California, que funge como directora de Comunicaciones y Alcance Científico para Ciencia PR.


Trabajo del capítulo estudiantil del American Chemical Society del recinto riopedrense de la
Universidad de Puerto Rico. Suministrada / CienciaPR

La organización se enorgullece de presentar “la ciencia en arroz y habichuelas, como parte de nuestra cultura y de nuestra identidad puertorriqueña”.

“Todos hacemos ciencia en algún momento y la usamos, así que nuestro enfoque es con la realidad o las realidades, con las identidades y las necesidades de los puertorriqueños y las puertorriqueñas, y no solo para los interesados en las ciencias o quienes quieren perseguirla en lo profesional. Dentro de la pandemia usarla ha sido más importante todavía; por ejemplo, la distancia que debemos mantener o el tipo de mascarilla que debemos usar son decisiones que tomamos por lo que nos dice la ciencia. La pandemia ha puesto la relevancia de la ciencia en nuestro diario vivir”, agrega Feliú.

Cada proyecto que diseña la organización vislumbra alcanzar a la mayor cantidad de personas y conectarlas con el conocimiento de nuestros científicos.

“Visibilizar a los miembros de la comunidad científica boricua es bien importante, ya sea contando sus historias o dándole la oportunidad para que comuniquen la ciencia a través de artículos, entrevistas, en espacios públicos”, aseguró la portavoz de la organización.

Por eso afirma segura que “la magia de lo que hace Ciencia PR está en nuestra comunidad, en esas personas con el conocimiento y el compromiso de poner la ciencia al servicio de Puerto Rico”. “En los últimos 15 años, eso ha sido súper importante”, dijo la científica que comenzó su camino en la Biología en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Bayamón y culminó en la Universidad de Harvard. Al momento es parte de la clase 2021 del Emerson Collective Fellowship.

PROGRAMAS Y ACCIÓN

En el área de “Comunicación científica” celebran la colaboración hace 15 años con medios como el periódico El Nuevo Día, que le provee espacio en sus plataformas a científicos para escribir u opinar sobre diversos temas partiendo de sus áreas de especialidad, además de otras iniciativas en radio, televisión o podcasts.


Joven participante del programa Semillas del triunfo usa su microscopio de
papel estilo foldscope. Suministrada / CienciaPR

En el caso de “Educación escolar” destaca el programa “Semillas de triunfo”, que en escuelas intermedias y superiores ofrece a las niñas acceso a mentoras profesionales en STEM, con las que pueden explorar carreras y hacer un proyecto de alcance comunitario que las convierte en “Embajadoras STEM” en sus comunidades. Está activo desde el 2015.

En el caso de la iniciativa “Ciencia al servicio”, se facilita el pareo de científicos con educadores para el desarrollo de lecciones educativas basadas en proyectos, ya que son partidarios de que “la ciencia se aprende haciendo”. Las lecciones están alineadas con los requisitos del Departamento de Educación; los científicos aprenden a comunicar y los maestros renuevan información sobre algún tema.

La pandemia alteró las visitas presenciales a los salones. Por lo que, se mantienen virtuales y algunas sesiones ya se comienzan a transmitir por WIPR-TV.

El área de “Desarrollo profesional y liderazgo para científicos” están asociados con la Yale Science Academy, que ofrece a estudiantes de doctorado destrezas como aprender a comunicarse eficazmente o hacer buenas relaciones de mentoría para tener éxito en sus carreras científicas. Deben además realizar un proyecto de alcance comunitario en el que combinan su conocimiento con su deseo de justicia social.

De las labores de abogacía se ocupa el Puerto Rico Science Policy Network, que fomenta la inserción de científicos en discusiones de política pública.

Y LLEGÓ LA PANDEMIA

La pandemia por COVID-19 ha representado “un periodo lleno de contradicciones” para CienciaPR.

“Nos ha permitido hacer un despliegue de todo lo que llevábamos 15 años construyendo en nuestra comunidad, esa capacidad de comunicar, para ser ágiles en la respuesta. La ciencia no había estado tan presente, de forma tan obvia, en Puerto Rico y esta idea de poner la ciencia al servicio de Puerto Rico es central para nosotros”, afirma Feliú.

“Ha sido duro, bien frustrante ver que decimos ‘hay que hacer esto’ o ‘si no hacemos esto se van a impactar vidas’ y ver que no necesariamente el gobierno responde de la manera apropiada. Es difícil ver la cantidad de gente que ha fallecido, la que se ha enfermado, el impacto en la salud mental, en la economía. Esta pandemia ha trastocado la vida de todos y hasta quiénes somos como puertorriqueños al no poder abrazarnos”, culmina la científica y acepta que “vivo en California físicamente, pero emocional e intelectualmente paso la mayor parte de mi tiempo en Puerto Rico”.

Fotos/ Suministrada / CienciaPR

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