Representantes de organizaciones sin fines de lucro participantes del cuarto ciclo del Programa de Formación y Desarrollo de Voluntariado de la Fundación Ángel Ramos destacan su relevancia.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


Lisdel Flores, Hogar Ruth.

La satisfacción tras las presentaciones de los Coordinadores de Voluntarios era evidente en la audiencia. Comprendieron a la perfección la labor que mueve a cada organización que les abrió las puertas y, mejor aún, lograron comunicarlo durante la tanda de presentaciones realizada como parte del Programa de Formación y Desarrollo de Voluntariado de la Fundación Ángel Ramos (FAR).

Participan en este cuarto ciclo del programa Hogar Ruth, Mujeres de Isla, Liga de Estudiantes de Arte de San Juan, Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud, Fundación Puertorriqueña de las Humanidades (FPH), CMTAS, Productora Ángeles del-fin, Casa Protegida Julia de Burgos, Apoyo Empresarial Península de Cantera y Asociación Pro Juventud Barrio Palmas de Cataño.  La consultora en voluntariado y desarrollo organizacional, Astrid Morales, es quien lidera el programa.

“Aquí ha habido demasiado aprendizaje sobre organización, sobre estructura, ya tengo todo en mis notas”, celebró entusiasmada Emibell Chong, gerente de Programas de la Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud.

Carlos García, director de programas e Iniciativas Comunitarias de la organización Apoyo Empresarial Península de Cantera confesó estar “muy entusiasmado con el programa de voluntariado” que definió como “fundamental”. “Estoy loco por ir a Culebra, a Yauco, para conocernos. Debemos mantener y cultivar estas relaciones con las organizaciones, espero que sea el comienzo de muchas cosas buenas”, añadió García.


Dulce María del Río, Mujeres de Isla.

Entre los meses de enero y marzo, Morales tendrá espacios de mentoría directa con cada organización participante del ciclo.

“Me quedé muda de la emoción luego de escuchar a Leslie (xxx, coordinadora de voluntarios) y a Margarita (Benítez, directora ejecutiva de la FPH) decir lo que se siente al hablar de estos temas. Lo que más que me impresiona es ese amor absoluto que nos cogen, eso me parece bellísimo y todo eso se contagia en todas direcciones”, destacó Sonya Canetti, diectora de la Oficina de Proyectos de la FPH.

“Me llevo todo el aprendizaje, que fue muy completo. Lo que tengo en la cabeza cuando pienso en voluntariado es algo muy estructurado a nivel de narrativa y lo práctico para las organizaciones es una ganancia enorme, ese amor por el trabajo que hacen, ese sentido de que somos parte de algo más grande. Estamos en un momento tan difícil del país, parece que todo se va por el chorro, pero aquí vemos que es todo lo contrario, confirmamos que en este tercer sector está gran parte de lo que será nuestro futuro”, añadió Canetti.

CONSTRUCCIÓN QUE NO ACABA

Morales coincidió con Canetti y destacó que espacios como el taller son “reafirmantes”. “Me doy cuenta de que todos los días construimos el país”, añadió.

Lisdel Flores, directora ejecutiva de Hogar Ruth, confesó estar “bien pompeá”. “Este proceso llevo añorándolo hace mucho tiempo. Reconozco el voluntariado de una manera extraordinaria y ha sido lo que nos ha permitido seguir, mientras otras fuentes se reducen, es lo que nos ha sostenido. He recibido muchos golpes en otras áreas, pero esta ha sido tan y tan importante durante este tiempo que, si logramos capitalizar eso, hacerlo de manera estructurada, bien concreta, eso nos beneficiará. Estoy loca que llegue enero y empecemos ya. Me llevo muchas cosas de este programa con mucha emoción”, agregó Flores.


Coraly León, Casa Protegida Julia de Burgos.

Dulce María del Río, cofundadora y coordinadora organizacional de Mujeres de Islas destacó los vínculos evidentes entre organizaciones. “Algo que sentí en las presentaciones es cómo podemos conectarnos y la importancia de las relaciones, eso hace que se mueva un país de la manera que queremos que pase. Agradezco el poder seguir hilvanando, siento que seguimos construyendo el país que queremos y que nos merecemos y nos los vamos a dar”, vaticinó.

Coraly León, directora ejecutiva de Casa Julia, señaló cuán “hermoso es escuchar el trabajo que hacen todas las organizaciones, el esmero, el empeño y la importancia del voluntariado para cada organización y conocer cada proyecto y el afán con el que hacen cada trabajo por el país”. “Tenemos que ver la posibilidad de lograr alianzas concretas, ver cómo nos apoyamos. Poder fortalecer el mensaje para seguir atrayendo voluntarios ha sido bien enriquecedor”, insistió León.

Morales también celebró la “constancia y la persistencia de mantenerse en el programa a lo largo de cuatro semanas” de cada participante.

“No olvidemos nunca agradecer y visibilizar la labor de nuestros voluntarios”, recordó la consultora para culminar.

Sumar nuevas manos a la obra del tercer sector siempre será la meta.

 

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