Mentes Puertorriqueñas en Acción tiene una nueva directora ejecutiva y es un rostro conocido para la organización.
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
Los talentos con los que la entonces estudiante universitaria Carolina Mejías llegó a la organización Mentes Puertorriqueñas en Acción (MPA) en el 2012, no hicieron más que crecer y expandirse en los siguientes años. Una líder nata y bien encausada llega lejos, pregúntenle a la joven quien en enero de este año debutó como su directora ejecutiva.
“Ya yo tenía unas herramientas que MPA explotó”, cuenta Mejías quien ingresó a la organización mientras culminaba su bachillerato en Ciencias Políticas y Recreación en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, de donde se graduó en el 2013.
De esa época en que como participante de la pasantía veraniega PARACa de MPA quería laborar en un proyecto de desarrollo de líderes en escuela superior y en uno de ecoturismo en el caño Martín Peña, recuerda que “yo quería comerme el mundo, yo quería hacerlo todo”.
“Vengo de una comunidad especial en el Barrio Río Abajo, Sector Las Trochas en Vega Baja, así que las posibilidades de desarrollarme como líder, no es que no lo iba a hacer, es que me iba a tardar más tiempo. El que MPA me ofreciera este espacio para desarrollarme explotó todas mis habilidades, me ofreció más herramientas para que el desarrollo de líder fuera más rápido y efectivo, por eso es que logré dirigir y codiseñar diferentes programas como Impacto Juvenil, un programa de escuela superior que está en pausa, el programa Nación, codirigí PARACa y creé la posición de alcance comunitario dentro de la organización para desarrollar la comunidad de MPA. Así que MPA fue el espacio donde yo brillé, me desarrollé y ahora estoy dirgiéndola”, relata Mejías.
En el 2017 ingresa a laborar oficialmente a MPA, dirigida entonces por Alejandro Silva. “Alejandro pudo conseguir fondos para que nos pagaran a nosotros en el comité ejecutivo. Ese fue el momento del boom, cuando las organizaciones, las fundaciones, la empresa privada y el Estado se dio cuenta de que quienes estábamos trabajando para desarrollar a las comunidades eran las mismas organizaciones no gubernamentales del tercer sector. Ahí empezaron a llegar los fondos y ahí empezamos a visibilizar nuestros resultados, empezamos a atraer esos fondos por la confianza que nos tenían”, señala sobre la organización que se incorporó en el 2009.
Al comité ejecutivo, incluido Silva, solo se le podía pagar jornada parcial, ya que los fondos se destinaban por completo a los programas o a los participantes.
“Era una organización de jóvenes para jóvenes, éramos todos universitarios que cogimos MPA como nuestro proyecto de vida”, recuerda los inicios.
ETAPA DE CRECIMIENTO
En doce años, MPA ha impactado más de 400 jóvenes. Al preguntarle a la directora ejecutiva sobre el crecimiento de la organización tiene muy clara su respuesta. “El crecimiento de MPA en una palabra es confiar”, señala y se entusiasma al compartir su experiencia.
“Yo entré y empecé a conspirar, a enlazar proyectos que nos podían ayudar a MPA o a lo que nosotros perseguimos que es el desarrollo de líderes, de jóvenes universitarios que sean agentes de cambio conscientes, sensibles y efectivos. Me dejaron conspirar y crear. Teníamos el programa PARACa y y quienes le dan pertinencia a los temas y a los proyectos que debemos seguir trabajando o enfocando en nuestros programas son los mismos participantes de MPA. Somos expertos haciendo relaciones y teníamos que ver cómo íbamos a movilizar toda esta red que teníamos, para trabajar por Puerto Rico”, dijo.
“Yo quiero visibilizar, crear estas estructuras para que los jóvenes puedan entrar en estos espacios de liderato donde puedan tomar decisiones y podamos transformar a Puerto Rico en uno más justo, solidario y participativo, como es nuestra misión y visión”. |
Mejías agradeció además “el espacio de mentoría que nos han dado muchas organizaciones y fundaciones que han confiado en nosotros para desarrollar MPA”, dice aludiendo al trabajo realizado junto a Silva y a Verónica Noriega, coordinadora de programas.
Más que una numerosa red de jóvenes al servicio de Puerto Rico, prefieren enfocarse “en la calidad y en el compromiso” de éstos. ¿Cuál es el próximo eslabón en la cadena?
“Queremos que los jóvenes que pasan por nuestros programas ocupen puestos de liderato en el país, ya sea en el tercer sector, en esferas gubernamentales o en esferas privadas. Yo quiero visibilizar, crear estas estructuras para que los jóvenes puedan entrar en estos espacios de liderato donde puedan tomar decisiones y podamos transformar a Puerto Rico en uno más justo, solidario y participativo, como es nuestra misión y visión”.
En agenda tienen reformar el proyecto Nación, un laboratorio de abogacía. “Vamos a estar incubando proyectos de abogacía de los jóvenes de nuestra red, ya sea participantes como de organizaciones colaboradoras. Nos van a estar escuchando, nos van a estar viendo”, promete Mejías.
¿Alguien lo duda?
Fotos / Javier del Valle