Sube a escena este fin de semana, “¿Y los pasteles? Ópera jíbara en dos actos”, luego de ganar una subvención de prestigioso programa estadounidense.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


Johanny Navarro compuso la ópera durante el 2020. Foto / Suministrada

La pregunta es seria, ¿dónde están los pasteles? Y la respuesta la encontrarás en la puesta en escena de “¿Y los pasteles? Ópera jíbara en dos actos”, de la compositora boricua Johanny Navarro, que tras su posposición debido al repunte de contagios por COVID-19 el pasado mes de enero, finalmente subirá a escena este 28 y 30 de julio, a las 8:00 p.m., en la Sala de Drama René Marqués del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré, en Santurce.

Teatro de la Ópera y ProArte Musical unieron esfuerzos para que subiera el telón para la pieza que contará con libreto del primer actor, José Félix Gómez. Voces puertorriqueñas dan vida a la historia y destacan las sopranos Carla Vargas y Zulimar López Hernández, el tenor Jehú Otero Mateo, el barítono Martín Alicea y la mezzosoprano Anamer Castrello. Completan el elenco jóvenes talentos de la escena lírica como Nasha Padilla Ramírez, Camille Robles, Alberto Pérez Morales y José Camuy, bajo la dirección de Yabetza Vivas Irizarry.

Egresados y estudiantes del Conservatorio de Música de Puerto Rico, así como integrantes de nuestra Orquesta Sinfónica, conforman la orquesta para la velada y a ella se unen la percusión, el güiro y el bongó. El diseño de escenografía y luces será obra del maestro José “Checo” Cuevas y la dirección escénica estará a cargo de la bailaora y artista multidisciplinaria, Jeanne D’Arc Casas.

La joven compositora Johanny Navarro desarrolló la ópera gracias a una subvención del programa Opera Grants for Female Composers de Opera America otorgada en el 2020. Cuando se sometió la versión original, exhortaron a la compositora a que explorara más posibilidades y recomendaron que añadiera el segundo acto. Dado que nuestra música autóctona es la base de este trabajo, espera encontrar los distintivos seises y aguinaldos, pero con una nueva proyección.

LA MÚSICA


José Camuy integra el elenco. Foto / Suministrada

La pieza artística combina dos ingredientes de forma innovadora: ritmos autóctonos con interpretación sinfónica. Navarro logró compartir la propuesta que sonaba muy bien en su cabeza.

“Cuando decidimos la temática de la obra y ubicarla en el contexto navideño, yo quería utilizar todas estas melodías de los seises y los aguinaldos, pero interpretadas por instrumentos sinfónicos y en las melodías de los cantantes. De repente ellos están haciendo una línea melódica y es un seis, o inspirada en un seis, y así mismo está en la partitura puesto, ‘seis bombeao’, ‘seis enramada’. Voy utilizando todas estas melodías de la música jibara puertorriqueña para ambientar y darle forma sonora a la ópera. Fue interesante hacer esa combinación que fluye de forma tan orgánica en el contexto de la obra, me parece fascinante”, revela Navarro.

“Cuando uno presenta una pieza nueva hay muchos elementos pasando, pero lo importante es que la audiencia pueda adentrarse a ese mundo que José Félix y yo hemos pintado, porque eso es lo que hacemos con la ópera, creamos un mundo aparte e invitamos a la gente a que en esos 90 minutos sean parte de la ópera. Como compositora de ópera mi enfoque es que el público se envuelva, que se lo disfrute”, confiesa la creadora musical.

LA TRAMA


Camille Robles, joven cantante lírica. Foto / Suministrada

Las tradiciones festivas boricuas sientan la pauta en este trabajo. La protagonista de la ópera es Chica, una universitaria recién graduada, que invita a sus amigos a celebrar una tradicional fiesta navideña en el campo. Su madre, Doña Tere, se opone tenazmente porque no hay pasteles y, a su juicio, “sin pasteles no hay Navidad”. Ese no es el único dilema que enfrenta Chica puesto que a la fiesta llegan John, un enamorado que aspira formalizar su relación con ella, y Nando, un empleado del cafetal de los padres de Chica, quien se ocupó de que la joven se enamorara del cultivo del café, floreciendo el amor en el proceso. Por supuesto, los invitados a la fiesta toman bandos entre los dos enamorados.

La compositora afirma sentirse “honrada” de trabajar el proyecto “con instituciones importantes y con un elenco puertorriqueño”. Destaca que cuentan con veteranos con experiencia en el entorno operático local, así como con “cantantes que hacen su debut operático con nosotros”. “Tenemos una gama interesante de colores de voz y de visuales. Quiero que el público asista a la obra y me diga qué le pareció, si la ópera y la música autóctona combinan, si el argumento les convenció, si rieron o lloraron”, culmina Navarro.

También sería bueno saber si en algún momento aparecen los pasteles en la fiesta.

Puedes comprar los boletos en el portal de Ticketera y en la boletería del Centro de Bellas Artes.

Fotos / Suministradas

 

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