Por Roberto Santa María
Presidente Fundación Ángel Ramos
Se ha dicho muchas veces que es necesario mirar al pasado para entender el presente e, incluso, el futuro. No hay duda de que es así. Sin embargo, en el proceso de mirar atrás, en ocasiones, olvidamos fijar la mirada en figuras centrales de nuestra historia, en los y las protagonistas de esos eventos que nos han marcado como país. Recientemente, en la Fundación Ángel Ramos nos dimos a la tarea de hacer precisamente esto: recordar, repasar y traer al presente la historia de nuestro fundador para que su mirada —muy propia de su tiempo— arroje luz a este presente tan nuestro. El motivo es la coincidencia de acontecimientos que se conmemoran este año y que exigen de cada uno de nosotros un alto nivel de reflexión. De otro modo, ¿qué sentido tiene documentar el paso del tiempo si no lo utilizamos como una herramienta para un mejor presente y futuro?
El pasado 30 de enero conmemoramos 120 años del nacimiento de nuestro fundador, don Ángel Ramos, en el año 1902, en un hogar humilde en Manatí. Este próximo 3 de diciembre se conmemoran oficialmente los 100 años de la primera transmisión radial en Puerto Rico, centenario que se celebra a lo largo de todo el año en curso con diversas actividades, entre ellas, la exhibición Esta es mi radio… 100 años de historia en Puerto Rico. Del mismo modo, la reciente celebración de la Semana de la Prensa ofrece la coyuntura perfecta para esta mirada.
Por un lado, está su papel protagónico en el mundo de las comunicaciones en la isla; una industria en pleno desarrollo durante su juventud y que, gracias a su sabiduría empresarial y a su esfuerzo, creció en el país de manera exponencial. Siendo apenas un adolescente, se muda al Viejo San Juan a trabajar en el entonces recién inaugurado periódico El Mundo. Comenzó como voceador anunciando a viva voz las noticias calle arriba y calle abajo. Posteriormente, se destacó como compaginador, corrector de pruebas, reportero, traductor, gerente de anuncios y clasificados comerciales, editor, gerente de circulación, gerente general y administrador del rotativo. Todo esto ocurre en apenas cuatro años.
Cuando don Ángel se entera de que el periódico sería vendido por sus dueños —los hermanos Real—, se asocia al periodista José Coll Vidal y juntos lo adquieren. Era importantísimo para él que el periódico quedara en manos puertorriqueñas, pues era consciente del poder de la palabra y de los medios para un país.
Años después funda la cadena Radio El Mundo, tras adquirir la señal más conocida en el cuadrante radial y la primera en ir al aire en Puerto Rico, la del 580. Más tarde, logra ganar la carrera por traer la televisión a Puerto Rico al fundar Telemundo y ser el primero en ir al aire en el país en el 1954. Fallece en el 1960 a los 58 años, pero su viuda, Tina Hills, ha logrado mantener su legado hasta el día de hoy a través de la Fundación Ángel Ramos que, mediante la inversión filantrópica, impulsa la movilidad social a través del apoyo a organizaciones que sirven al país en las áreas de educación, arte y cultura, así como de bienestar social.
Su historia es la historia de un momento, pero también es la historia de cada puertorriqueño y puertorriqueña que busca hacer de Puerto Rico un mejor país. Su éxito empresarial es modelo hoy y siempre, y su conocimiento de los medios de comunicación logró predecir los retos que, al presente, se viven en el campo. Ante las múltiples crisis que nos afectan, es necesario realizar con frecuencia este ejercicio de mirar al pasado y preguntarle a quienes lo vivieron: ¿qué habrían hecho hoy?
Publicado el sábado 27 de agosto de 2022 en la sección de Opinión de El Nuevo Día.