Celebramos el Día del Voluntariado exaltando la labor de tres servidores en organizaciones sin fines de lucro del país. Entérate de sus historias.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé

Parecería que es amor a primera vista. No importa su edad, una voluntaria o un voluntario se acercan a una organización sin fines de lucro guiados por el interés de ser útiles, aunque en principio no tengan claro cómo. Y cuando sus fortalezas conectan con las necesidades, las puertas del crecimiento quedan abiertas para ambos.

Desde el 2017, el Programa de Formación y Desarrollo de Voluntariado de la iniciativa Ciudadanía Activa Puerto Rico de la Fundación Ángel Ramos (FAR), ha capacitado a lo largo de cuatro ciclos a personas que se convierten en el enlace entre las organizaciones sin fines de lucro y las comunidades que sirven. Bajo la mentoría de la especialista Astrid Morales, en el más reciente ciclo participan directivos y voluntarios de Hogar Ruth, Fundación Puertorriqueña para las Humanidades, Casa Julia de Burgos, Liga Estudiantes de Arte de Puerto Rico, Centro de Microempresas y Tecnologías Agrícolas Sustentables (CMTAS), Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud de Puerto Rico, Asociación Pro-Juventud Barrio Palmas, Productora Ángeles del Fin, Apoyo Empresarial Península de Cantera y Mujeres de Islas.

Hasta el 2022 el programa ha logrado movilizar 7,325 voluntarios que han prestado 161,466 horas de servicio, generando una contribución ciudadana de $2,116,483.89.

Por su parte, Ciudadanía Activa PR ha logrado movilizar a 802 voluntarios y orientar a 924 personas que ahora maximizan la labor de sus voluntarios en sus organizaciones y aprecian su valioso trabajo de distintas formas. Esta iniciativa capitalizó en el interés de la ciudadanía por apoyar la labor del tercer sector de forma voluntaria, luego del paso del huracán María en el 2017. Dicha práctica ha evolucionado con el tiempo.

“Sin lugar a duda, el huracán María fue una coyuntura importante para que la ciudadanía se movilizara, fue ver gente ayudando a gente con nuestras organizaciones como agentes de conexión. Ese ADN de solidaridad fue reactivado y desde ese momento hemos visto cómo la ciudadanía asume su responsabilidad y participación en cada evento de emergencia que hemos vivido. Ahora el reto está en que nuestras organizaciones sin fines de lucro puedan sostener hoy ese gran ejército de voluntarios conscientes, capacitados y con experiencia para seguir sirviendo a nuestras comunidades. Es aquí donde Ciudadanía Activa Puerto Rico juega un rol importante proveyendo a las organizaciones las herramientas para convocar, movilizar y reconocer el servicio voluntario”, explica Morales.

“Ahora el reto está en que nuestras organizaciones sin fines de lucro puedan sostener hoy ese gran ejército de voluntarios conscientes, capacitados y con experiencia para seguir sirviendo a nuestras comunidades”.

En el caso del Programa de Formación y Desarrollo de Voluntariado de FAR, este año celebra su cuarto ciclo de capacitación de nuevos líderes voluntarios. Morales describe cada ciclo como una experiencia especial.

“Este grupo contó con una chispa única, un entusiasmo contagioso y una esperanza movilizadora que nos recuerda que la transformación de nuestro país está en sus manos. Vi organizaciones adueñándose del modelo y de las herramientas para, desde la magia de cada una, hacer cada programa de voluntariado único. Hoy más que nunca celebramos el poder transformador de nuestras organizaciones y la ciudadanía activa de nuestra isla”, añade Morales.

En esta edición de Oenegé, reseñamos tres voluntarios estrellas cuya labor ha adelantado el desarrollo de las organizaciones con las que colaboran. Celebremos el Día del Voluntariado con sus historias, que son espejo de decenas más en el tercer sector.

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