Líderes de organizaciones sin fines de lucro reflexionan y ofrecen consejos a periodistas para lograr una mejor cobertura mediática en el marco del Diálogo: el tercer sector como generador de noticias.  


Por Ana Teresa Toro :: Oenegé


El evento se transmitió de manera virtual y contó con la asistencia presencial de estudiantes del
Buró de noticias de la ASPPRO, de periodistas y de líderes del tercer sector.

El lenguaje no sólo comunica, construye y transforma realidades. Es por ello que resulta importantísimo su uso adecuado y preciso a la hora de narrar las historias que afectan las vidas de la ciudadanía, particularmente, de aquellas personas que se encuentran en situaciones de vida de mayor vulnerabilidad.  

Comunicar es fundamental para movilizar ayuda, para provocar presión donde puede tomarse acción y, sobre todo, para crear conciencia en la opinión pública en torno a los problemas que nos aquejan como sociedad y los verdaderos significados que hay tras las múltiples formas de violencia. Por ello, desde sus inicios, los líderes del tercer sector han batallado para explicar las implicaciones del lenguaje que se utiliza para narrar las historias de las comunidades a las que sirven.  

La más reciente reflexión colectiva en torno a este tema ocurrió en el marco del Diálogo: el tercer sector como generador de noticias que se llevó a cabo el pasado viernes 4 de agosto de 2023. El evento cerró las actividades educativas de la Semana de la Prensa de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO) y contó con la asistencia presencial de periodistas, estudiantes del Buró de noticias de la ASPPRO y representación diversa de las organizaciones sin fines de lucro en el país. El diálogo fue transmitido de manera virtual para un público general a través de las redes sociales de la ASPPRO —donde se encuentra actualmente— y pronto podrás accesarlo a través del canal de YouTube de la Fundación Ángel Ramos.  

El panel estuvo compuesto por Rafelli González, director de la multiplataforma digital del periódico El Vocero; Ana Yris Guzmán, cofundadora y presidenta ejecutiva de Nuestra Escuela; Marcos Santana Andújar, fundador y presidente de la Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud en Puerto Rico; y Marianne Ramírez Aponte, directora ejecutiva del Museo de Arte Contemporáneo. La presidenta de la ASPPRO Damaris Suárez ofreció un saludo formal a los presentes y destacó la importancia de esta conversación para el ejercicio del periodismo. Tatiana Pérez Rivera, periodista de Oenegé, fungió como moderadora del encuentro que marca el segundo año consecutivo en que la Fundación Ángel Ramos se integra al componente educativo de la Semana de la Prensa.  

El cuerpo del diálogo se reseña en la nota que acompaña esta publicación, pero desde Oenegé, hemos querido destacar una serie de consejos prácticos que los panelistas compartieron ante preguntas específicas del estudiantado y del público.

A continuación, algunos de los más destacados:

Si bien algunas organizaciones sin fines de lucro cuentan con la capacidad de pagar por sus gestiones de medios, se hizo un llamado formal a las fundaciones que las apoyan, a que les asistan de manera más directa en la inversión que requiere el manejo de las comunicaciones.  


El manejo del lenguaje en la cobertura mediática fue uno de los focos principales del diálogo.

Para una organización sin fines de lucro las redes sociales son indispensables, tanto para dar a conocer sus servicios como para gestiones de abogacía a todos los niveles. Ese trabajo mano a mano, de repartir hojas sueltas en bicicletas, de publicar en las redes sociales que más utilizan las comunidades a las que sirven y las instituciones que pueden apoyarles, es vital y muchas veces sucede previo a la intervención de la prensa. “Los vecinos taguean al alcalde o al senador, se integran a sus causas”, puntualizaron.  

Proyectos como la Unidad audiovisual La 18 del Museo de Arte Contempoáneo que documenta su quehacer y lo transmite a través de distintas plataformas requieren de todo el apoyo que se les pueda ofrecer. Tanto en términos de inversión, como de masificar a través de medios más amplios el material que allí se gesta.  

Es importantísimo el no difundir el nombre, ni la ubicación de refugios para víctimas de violencia. Igualmente sucede con la protección de la identidad de las personas que han sido victimizadas, así como de los detalles específicos que puedan revelar su identidad. Una falla en este aspecto puede incidir directamente en la seguridad de las personas.  

En términos del uso del lenguaje una muy dura noticia reciente ilustra claramente su relevancia. “Leí un titular que decía que una niña de 13 años había sido llevada al hospital por su pareja. Sabemos que estas cosas se hacen con prisa pero una niña de 13 años no tiene pareja, tiene un agresor, o fue acompañada de su abusador”, explicó Santana Andújar. Su ejemplo sirvió para demostrar el modo en que el uso del lenguaje altera radicalmente una narrativa y puede tener consecuencias en la opinión pública.  

Igualmente, recomiendan que en muchos casos no es relevante a la noticia el informar si la situación de violencia ocurrió en un residencial público o en una urbanización de acceso controlado. Esto, por entender que este tipo de especificidad puede ponerse al servicio de la reproducción de estereotipos negativos contra comunidades marginadas y empobrecidas.  

El uso de la palabra menor tampoco es recomendado. Ya que, si bien describe el hecho de que un niño es ante la ley menor de edad, la connotación en el imaginario social alude —a juicio de los panelistas— a que se es menos: menos persona, menos ciudadano, menos en general. Se invita a repensar el término y utilizar niñez o niños y niñas.  

Algo similar sucede con el término desertor escolar, tan combatido por el equipo de trabajo de Nuestra Escuela, así como el de otras escuelas alternativas. La lógica tras esta recomendación tiene que ver con una descripción de la realidad más acertada y en la que se reparten mejor las responsabilidades sociales. Simplemente, hay jóvenes que abandonan la escuela porque la escuela ya les había abandonado también o por todo un entramado de causas sociales que van más allá del carácter en formación de un niño, niña o adolescente.  

Finalmente, se recordó que el Departamento de la Familia lanzó un adiestramiento para la cobertura de estos temas, cuyos materiales educativos están disponibles a través de la página web de la agencia.  

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