Definiciones, acceso al apoyo gubernamental y de la banca, así como crecimiento del número de donantes son algunos de los temas abordados durante el panel realizado en el Summit 2023 de Asesores Financieros Comunitarios.
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
La labor, consistencia y efectividad del tercer sector ya quedó establecida; los ciudadanos lo reconocen, el gobierno comienza a considerarlo su aliado para atender grupos vulnerables y varios sectores confían en que su fortalecimiento sea proporcional al del país.
Actores importantes en su desarrollo participaron de un panel durante el Summit 2023 que Asesores Financieros Comunitarios (AFC) realizó el pasado 18 de agosto en Vivo Beach Club de Isla Verde.
Unos 200 asistentes, más los que se conectaron a la transmisión en redes sociales, escucharon las propuestas de Arleen Muñoz León, asesora del gobernador y directora ejecutiva de la Oficina del tercer sector y organizaciones de base de fe en La Fortaleza; el doctor Nelson I. Colón Tarrats, principal oficial ejecutivo de la Fundación Comunitaria de Puerto Rico (FCPR); Lillian Díaz Bento, vicepresidenta ejecutiva de First Bank; Roxanna Santiago, secretaria auxiliar de Rentas Internas del Departamento de Hacienda; y Manuel Cidre, secretario de Desarrollo Económico. La periodista Nadesha Karina González y el CPA, Rafael Del Valle, fungieron como moderadores.
“Hemos crecido mucho y bien, todavía nos falta mucho”, afirmó Muñoz, de Fortaleza, quien además subrayó su disponibilidad para explicar en escenarios gubernamentales las diferencias entre los integrantes del tercer sector y la labor que realizan.
“Es bien fácil donar dinero, pero es bien difícil invertirlo. El tercer sector es la mano amiga, la que está en la calle y la que trabaja en las comunidades, está día a día con el que necesita”, describió Muñoz quien también exhortó al trabajo colaborativo para evitar duplicar esfuerzos.
Colón Tarrats, de Fundación Comunitaria de Puerto Rico, se expresó acerca de la evolución del sector, pero antes lo describió. Le preceden el sector público y el empresarial. “La teoría detrás es cómo interactúan los tres sectores y supone que, si logramos que interactúen de manera dinámica, no necesariamente coordinada, podremos lograr cambios en Puerto Rico”.
Usó la novela, “El país de los cuatro pisos”, del escritor puertorriqueño José Luis González, para presentar a los integrantes del tercer sector.
“Sí, se van dando cambios importantes que nos están redireccionando y se trata de conseguir maneras estratégicas de estas capas interaccionar para lograr los cambios fundamentales que necesita Puerto Rico”. |
“En el primer piso están las organizaciones que ofrecen servicio directo. Encima, apoyándolo, está el segundo piso que son organizaciones que apoyan y posibilitan, las que crean capacidad y logran que ese primer piso se levante y pueda funcionar, por ejemplo, Asesores Financieros Comunitarios. El tercer piso somos los inversionistas filantrópicos, las organizaciones que hacemos inversiones en la comunidad como la Fundación Comunitaria de Puerto Rico, la Fundación Banco Popular o la Fundación Ángel Ramos, y en el cuarto piso están entidades como Filantropía PR”, describe Colón Tarrats.
“Cuando pensemos en el ecosistema del sector, los invito a que lo vean desde ese lente, son capas que van percolando, conectándose. Cuando miramos el trabajo que hacen las fundaciones en Puerto Rico y los cambios en el ecosistema de cuatro pisos con organizaciones que llegan de Estados Unidos y comienzan a ofrecer servicios aquí y a manejar fondos de desastres, son una invitación al ajuste, a acomodarnos dentro del ecosistema”, expone Colón Tarrats sin olvidar las nuevas fundaciones puertorriqueñas y menciona a Fundación Colibrí.
“Sí, se van dando cambios importantes que nos están redireccionando y se trata de conseguir maneras estratégicas de estas capas interaccionar para lograr los cambios fundamentales que necesita Puerto Rico”, añadió Colón.
HABLEMOS DE NÚMEROS
La moderadora instó a evaluar si el tercer sector luce más informado en las lides administrativas.
Tras agradecer la labor del tercer sector en el país, Díaz Bento, de First Bank, destacó que “vemos que sigue creciendo y teniendo mayor relevancia”. Invitó a la reflexión del sector bancario sobre las maneras en que pueden estar disponibles para ayudar con el financiamiento en diversas iniciativas como las que procuran un hogar seguro.
“Cuenten con nosotros como partner financiero. Ha habido más cercanía como socios en cosas que hacemos día a día y nos unimos a ustedes para aportar”, señala.
Del Valle corroboró con la representante del Departamento de Hacienda si se había reportado una baja en donaciones, luego del esfuerzo logrado en el 2011 de establecer una deducción máxima de hasta 50% del ingreso bruto para beneficio del donante.
Santiago destacó que la planilla de contribución sobre ingresos, tanto de individuo como de corporaciones, reflejan que “no han mermado los donativos a las organizaciones sin fines de lucro”.
Datos compartidos por la funcionaria de Hacienda consignan que, si bien en el 2020 hubo una baja provocada por la pandemia, el patrón es alentador. Los individuos superan a las corporaciones en donaciones. En el 2020 se donaron $46.5 millones, en el 2021 fueron $52.2 y en el 2022, $56 millones.
“La proyección al 2026 establece que serían unos $61 millones, así que va a ir aumentando, no disminuyendo”, señala Santiago quien invitó a revisar el informe publicado en el sitio web del Departamento de Hacienda, bajo el menú de “Inversionistas”.
Cidre, líder del Departamento de Desarrollo Económico, apuntó a que los esfuerzos de fortalecimiento deben atender al pequeño comerciante y al microempresario, “sector que está estrechamente vinculado a la comunidad”.
“Como gobierno necesitamos trabajar más cerca de ese grupo porque el pequeño, el mediano y el grande debería comenzar en el microempresario y no es así. Cuando anuncian un fondo, ese sector no tiene ninguna probabilidad de acceder fondos y termina frustrado, no se desarrolla o se quita”, expresa.
Múltiples factores limitan su posibilidad de recibir apoyo y la falta de documentación que el gobierno requiere para el trámite encabeza la lista. “No tienen información, registro de comerciantes a duras penas, están en una casa heredada que no factura al CRIM y nosotros, como sistema público, nos vemos obligados a pedir esa información. Me parece que, en ese rol, Asesores Financieros Comunitarios puede ser una mano amiga. Lo viví en la Fundación Comunitaria de Puerto Rico como filtro de la asistencia al pequeño empresario que recibe alguna ayuda condicionada a resultados medibles. Pudiera nacer una alianza que alguien se dedicara a ser el gestor donde entra la solicitud, se revise esa documentación y si ellos certifican que está OK, se le otorgan los fondos”, aseguró Cidre sobre el incentivo gubernamental.
Agnes Suárez, de AFC, explicó que justo la iniciativa AFC Pre-Check que ofrecen, propicia que se agilicen estos procesos.
Para más información, visita www.afc.pr.
Fotos / Javier del Valle