La Iniciativa Preescolar de la Fundación Ángel Ramos ha estimulado que el ecosistema de la educación temprana en la isla se desarrolle y su componente virtual solidifica su impacto.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


Marelis Román Matías, coordinadora de la Iniciativa Preescolar Virtual. Foto / Javier del Valle

Pertenecer no es lo único que ofrece una comunidad de aprendizaje a sus integrantes. Como beneficios añadidos están el aprendizaje, el refuerzo, el consuelo y hasta el apoyo que se proveen entre sí sus integrantes. La Iniciativa Preescolar (IP) de la Fundación Ángel Ramos (FAR) ha ofrecido ese espacio a sus integrantes desde hace ya casi dos décadas, pero cuando la pandemia por Covid-19 lo alteró todo, la versión virtual del proyecto trasladó esa fortaleza a otra vía.

Durante el reciente encuentro celebrado en Caguas en ocasión del Día de la Iniciativa Preescolar, la directora ejecutiva de FAR, Laura López, festejó la oportunidad que ofrecía el evento de “poder constatar la fortaleza y solidez de esta extraordinaria comunidad de aprendizaje que se ha ido forjando en torno a los cinco programas que conforman nuestra Iniciativa Preescolar, en esta ocasión, desde su modalidad virtual que a tantas personas ha logrado impactar”.


Annabel Martínez, de Certificación Montessori. Foto / Javier del Valle

“A lo largo de mis años como directora ejecutiva de la Fundación Ángel Ramos he tenido el privilegio de ver crecer y de aportar directa e indirectamente al desarrollo de programas que, francamente, son un ejemplo para todo el país”, dijo López sobre Alcanza de la Universidad de Puerto Rico (UPR), APRENDO de Fondos Unidos de Puerto Rico, Despertar Musical del Conservatorio de Música de Puerto Rico, Certificación Montessori del Instituto Nueva Escuela e Integración de las Artes del Museo de Arte de Puerto Rico.

“Cada uno de ellos se concentra y se ocupa de atender áreas que no siempre son prioridad en la educación de nuestra niñez en edad temprana y que tanto beneficio probado le ofrecen. En momentos como los que estamos viviendo, en los que observamos tantos problemas de fondo que afectan a nuestra niñez, la apuesta por estos programas y por la labor que cada uno de ustedes realiza es una respuesta necesaria a la realidad de nuestra isla. Y cuando esa visión a favor de la niñez se materializa en la forma de una comunidad de aprendizaje que se nutre mutuamente y consolida sus saberes con prácticas efectivas y consecuentes a lo largo del tiempo, estamos ante una iniciativa que debemos continuar apoyando con el mismo compromiso que la vio nacer”, agregó López a la audiencia.


Laura López afirmó que en la actividad se podía comprobar la solidez de la comunidad de
aprendizaje que ha estimulado la Iniciativa Preescolar de FAR. Foto / Javier del Valle

Rubiam Martínez Báez, oficial de programas de FAR, ha estado vinculada al desarrollo de la IPv que asegura es una “herramienta para garantizar la continuidad de los ofrecimientos de los programas, mientras reafirman su compromiso de brindar capacitación profesional de alta calidad para educadores y cuidadores que atienden a la niñez en edad temprana en Puerto Rico”.

“Adentrarse en la modalidad de educación a distancia ha sido un proceso creativo y de crecimiento para los equipos que componen la IP, desde el desarrollo de contenidos innovadores hasta la oportunidad de expandir el alcance de los programas alrededor de toda la isla, superando las limitaciones geográficas”, añade Martínez.


Como parte del Día de la IP hubo mesas de divulgación de cada programa. Foto / Javier del Valle

Y si no hay distancias físicas, aumentan las oportunidades de crecimiento de esta comunidad educativa.

“Los programas han procurado fomentar una gran comunidad de aprendizaje entre sus especialistas y sus participantes, en un espacio virtual donde comparten conocimientos a través de diversos materiales, escritos y audiovisuales, creados por los propios equipos, así como el establecimiento de encuentros sincrónicos y asincrónicos con sus aprendices. En todo el proceso de formación, se destaca el acompañamiento que ofrecen los recursos programáticos y administrativos de cada programa. Esa asistencia individualizada aporta positivamente a que cada participante explore su máximo potencial. El esfuerzo mutuo, de los programas como creadores de contenidos y capacitadores profesionales, y de los participantes que interesan completar los cursos o certificaciones, demuestran que es posible crear una comunidad de aprendizaje efectiva y comprometida en la virtualidad”, expone la efectividad de la IPv la oficial de programas.

EXPERIENCIA DISTINTA

Para la coordinadora de la IPv, Marelis Román Matías, los programas de la IPv “nos abren la ventana a conocer maestros, cuidadores y administradores de otros Centros de cuidos y ambientes educativos”.

“Esto trae a los encuentros sincrónicos diferentes experiencias, que, al compartirlas como comunidad de aprendizaje, nos enriquecen. A través de las tareas en los módulos, podemos compartir nuestros conocimientos e ideas con colegas, ofrecer opiniones y robustecer a su vez el proceso de aprendizaje como colectivo”, detalla Román.

El resultado de una comunidad fuerte en el ecosistema de la niñez temprana permite “compartir los éxitos y los retos que enfrentamos en nuestros ambientes con colegas”. “Como comunidad de aprendizaje nos fortalecernos al compartir nuestras prácticas educativas y nos motivamos a ser mejores educadores que impacten positivamente a los niños y a sus familias”, culminó la coordinadora de la IPv.

Si quieres saber más sobre la Iniciativa Preescolar Virtual, visita fundacionangelramos.org.

Fotos y vídeo / Javier del Valle

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