¿Qué pasa después que acaba la capacitación en el Centro Empresarial para la Mujer del Centro para Puerto Rico Sila María Calderón? Conoce la exitosa historia de la participante Suehery Martínez.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


Lo que comenzó como un esfuerzo instintivo en su hogar se ha convertido en un negocio eficiente
y en crecimiento gracias al apoyo del Centro Empresarial para la Mujer. Aquí la segunda tienda
que abrió la empresaria en su pueblo de Añasco.

Cuando revisa todo lo que ha alcanzado, Suehery Martínez agradece no haberse quedado en su casa horneando galletitas con la técnica del royal icing. Y es que después de tomar en el 2015 los cursos que el Centro Empresarial para la Mujer -del Centro para Puerto Rico Sila María Calderón- ofreció en Mayagüez, la añasqueña no solo expandió su oferta de galletas en la zona, sino que además abrió un espacio en su pueblo, se aventuró con los macarons y hace poco inauguró un punto de venta en Plaza Las Américas de su marca Bloom Macarons.

Sin experiencia empresarial, Martínez llevaba dos años horneando galletas en su casa cuando se enteró de los ofrecimientos del Centro. Pagó $100 y a lo largo de seis meses aprendió todas las semanas con recursos expertos sobre finanzas, plan de negocios, leyes y permisos, entre otros temas cruciales. Hizo propuestas, confirmó costos con suplidores, identificó un local y antes de firmar el contrato de alquiler, llegó el huracán María.

“Todo se quedó ahí”, recuerda aquel 2017, “pero en diciembre de ese mismo año dije ‘no puedo seguir esperando, voy a meter mano’. Firmé el contrato y abrí las puertas al público de ‘Cookies by Suhery’ en enero 15 del 2018, en un local en la Plaza del Mercado de Añasco. Ahí yo daba talleres para hacer galletas, vendía artículos de repostería y galletas, más las vendía para eventos y actividades. Hasta que llegó la pandemia”.


Suehery Martínez ha trabajado en el negocio desde el 2015 y ninguno
de los eventos que han marcado la historia del país en los años recientes
pudieron detenerla en su objetivo.

Martínez ya se había orientado en torno a formas de emplear, ya que el negocio dependía por entero de ella. Cuando comenzó la pandemia por Covid-19, disminuyeron los pedidos de galletas tras la cancelación de actividades, así que se ocupó en aprender a hacer macarons, un dulce de origen francés.

“Me tiré a la calle a vender los macarons en la pandemia. Hacía muestras, hice un plan de ventas para saber el porcentaje de ganancia del producto, comencé a visitar más coffee shops en el área oeste y muchos me dieron la oportunidad de venderlos. Ahí empecé a dejar a un lado las galletas. Hay que educarse porque esto no están fácil como te dicen por ahí”, expone.

El Centro Empresarial para la Mujer seguía siendo su brújula. “Ellas todas han sido parte de mis decisiones a lo largo de mi trayecto de negocios. A finales de diciembre contrato dos empleadas más, y me ayudan a conseguir una persona que me ayude con los recursos humanos, a hacer el Manual de empleados y los contratos”, destaca.

Martínez habilitó un local de 800 pies cuadrados desde cero, destinó el segundo piso a la producción de macarons y agregó un café para venderlos. Después que pasó el huracán Fiona, abrió al público el 29 de septiembre de 2022 en el edificio Professional Center en Añasco.

“A veces me pongo a analizar todo y yo tomo decisiones en plena pandemia, huracán, lo que sea. Yo le doy gracias a Dios por este programa porque si yo no me hubiera educado yo no estuviera en el negocio, ni tuviera la evolución que he tenido”.

Suehery Martínez
Empresaria

“A veces me pongo a analizar todo y yo tomo decisiones en plena pandemia, huracán, lo que sea. Yo le doy gracias a Dios por este programa porque si yo no me hubiera educado yo no estuviera en el negocio, ni tuviera la evolución que he tenido. Comencé con una idea, se dio, pero evolucionó. Cada paso que voy a dar yo consulto con el Centro, con las muchachas de Mayagüez, especialmente con Eileen, Carmen y María, siempre han estado orientándome, invitándome a bazares, lo que me ha ayudado a dar a conocer mi producto. Sin esa ayuda mi negocio no estaría donde está hoy”, confiesa la empresaria.

El 19 de febrero de este año, Martínez abrió un puesto en el primer nivel de Plaza Las Américas y “estamos en un nuevo reto de buscar empleados para mantener el negocio allá”.

A quienes tienen una idea de negocio, pero dudan al momento de emprender, les recomienda “que se eduquen, que vayan al Centro que tienen todas las herramientas”. “Que no se quiten, que estén confiadas, que el camino es lento, pero va a ser de gran satisfacción y de grandes logros”, asegura Martínez.

COMPAÑÍA CONSTANTE


Este fue el volante promocional de la apertura del primer establecimiento que abrió la
emprendedora en la Plaza del mercado de Añasco.

Eileen Soler, directora del Centro Empresarial para la Mujer en Mayagüez, explica que es uno de los dos brazos operacionales del Centro para Puerto Rico Sila María Calderón y en parte es financiado desde el 2016 por la Agencia federal para pequeños negocios (SBA, en inglés). Los centros empresariales para la mujer son creados por mandato de ley en Estados Unidos y superan los 150. El de Mayagüez abarca la población de Arecibo a Ponce. En la sede de Río Piedras, también se atienden varones mediante otras propuestas.

“Los programas de formación empresarial para la mujer comenzaron en el 2010, teníamos una oficina satélite en Mayagüez y nuestros recursos salían a ofrecer los cursos a grupos pequeños. Se ha ido modificando, hoy son 16 sesiones de capacitación en las que se cubren 20 temas”, explica Soler en torno a aspectos como fortalecer el carácter empresarial, validar la idea de negocios, conocer la estructura empresarial de Puerto Rico y alternativas de financiamiento, entre otros.

Lo más satisfactorio para la directora son las numerosas historias de éxito que van acumulando con el paso del tiempo, reflejo de la efectividad de la labor que realizan.


Bloom Macaron es el nombre de la marca de Martínez que hoy día cuenta con un
punto de ventas en Plaza las Amércias.

“Suehery llegó desde el día uno con una idea de negocio, ella tenía una visión clara de lo que quería, pero su realidad no se lo permitía porque no tenía el capital necesario. Con ella empezamos por fases, tenía permiso de comerciante desde su casa donde confeccionaba galletas. Una vez tiene la acogida, le surge la oportunidad de abrir su primer espacio físico en una plaza del mercado, no era lo que quería, pero había que empezar por fases. A través de la consultoría individualizada le apoyamos en el desarrollo de su plan de negocios y en su propuesta para que la presentara al Municipio de Añasco. Comienza allí, sigue analizando el mercado, y modificando su idea de negocio. Se llega a los macarons, investiga maquinaria, puede contratar empleados y crecer”, detalla Soler.

Los bazares que el Centro viabiliza en centros comerciales permiten a sus empresarias escuchar las recomendaciones de los clientes y validar “que hay un mercado dispuesto a pagar por el producto”. Así llegó a Plaza Las Américas Bloom Macaron, marca que Martínez registró con el apoyo del Centro.

“A ella le fue súper bien con las ventas en el bazar en Plaza Las Américas, solicitó un espacio a la administración, espero más de un año y ya abrió. Así como Suehery hay muchas otras historias de éxito. Yo diría que la consultoría y el acompañamiento son la clave para el desarrollo de las empresas de nuestras participantes”, acaba Soler.

Para más información sobre capacitaciones y proyectos, visita fundacionsilamariacalderon.org.

 

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