Glorymar Rivera Báez debuta al mando de la organización veterana y está decidida a maximizar su alcance.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


Rivera Báez se incorporó a la organización como su nueva líder en abril de 2024 y se aseguró
de realizar una radiografía de su estado de situación, antes de dar paso al desarrollo
de un plan de trabajo a tres años.

Que nadie se confunda, United Way de Puerto Rico no piensa que ya alcanzó el límite de sus capacidades porque acumule 57 años de labor. Su nueva presidenta y principal oficial ejecutiva, la doctora Glorymar Rivera Báez, quiere alcanzar más metas. Está convencida de que la organización comunitaria tiene mucho más que ofrecer, sobre todo, según se adapta al cambiante Puerto Rico.

“Siempre debemos tener hambre para decir ‘nos ha ido bien hasta aquí’, pero verlo desde ese enfoque crítico de qué más podemos hacer. Hay que regresar a la situación actual del país y decir: ¿Dónde estamos en niveles de pobreza?, ¿Dónde estamos en términos de equidad y acceso a recursos para las poblaciones más desventajadas? ¿Estamos satisfechos con los niveles de calidad de vida en el país? ¿Ha habido una merma en la violencia? ¿Nuestros jóvenes están mejor educados que antes? ¿Cuáles son esas poblaciones que requieren atención como son los adultos mayores? ¿Dónde nos encontramos?”, se pregunta Rivera.

“Creo que siempre va a haber hambre si nosotros regresamos a la razón de ser de la organización y nos damos cuenta de que no estamos donde debemos estar y de que hay espacio para mejorar. Siempre habrá esa urgencia”, agrega.

Tan pronto llegó a la organización en abril de 2024, Rivera realizó una radiografía interna y recibió el voto de confianza de la Junta de Gobernadores y empleados de la organización para trabajar con la planificación estratégica y un plan de trabajo —a tres años— que les permita asegurar su efectividad.

“Han sido dos meses bien felices. Este es mi dream job. Tenemos grandes retos, pero no me quitan la sonrisa”, afirma la titular quien reconoce que su situación al mando de la organización es ideal ya que “hay el deseo, la información y el voto de confianza” para crear.

"Cuando somos organizaciones que llevamos tiempo tenemos que replantearnos en qué medida nosotros estamos provocando cambios sistémicos, que las estrategias que estamos integrando ayuden a aliviar la necesidad, pero permitan que la persona salga de su situación". 
Glorymar Rivera Báez
Presidenta y principal oficial ejecutiva de United Way
de Puerto Rico

Las posibilidades se multiplican y la directora afirma estar preparada, pero ¿quién es Glorymar Rivera? ¿Quién toma las riendas que deja el veterano Samuel González Cardona, líder de la organización en Puerto Rico desde el 2005 y ahora vicepresidente de United Way Worldwide en Latinoamérica y el Caribe?

Rivera cuenta con 20 años de experiencia profesional como sicóloga industrial organizacional y 16 de ellos los ha dedicado al tercer sector. Del 2017 al 2023 fungió como directora ejecutiva de Rehaciendo comunidades con esperanza (REHACE), el brazo social de la Iglesia Metodista en Puerto Rico. Esta división agrupa 100 iglesias a través de las cuales ofrece servicios directos a la comunidad y maneja iniciativas de liderazgo y voluntariado. Hija de un pastor metodista, creció en varios pueblos a donde era trasladado su padre: Caguas, Cidra, Ponce, Patillas y San Juan.

La presidenta trabajó además en la Organización de Voluntarios Activos en Desastres (OVAD), reconocida por la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias, que cuenta con más de 50 organizaciones afiliadas en Puerto Rico. En el 2019 se convirtió en su presidenta. Dichas tareas las combinó con su labor en la Cámara de Comercio de Puerto Rico, donde apoya el Comité de Calidad de Vida y Responsabilidad Social Empresarial.

Gracias a esas vivencias laborales, Rivera estaba inclinada a “apoyar a organizaciones sin fines de lucro e integrar al sector privado”. “La visión de vida y del mundo van cambiando. En ese momento me movía aportar más y llegar a más organizaciones”, dice sobre el surgimiento de su compañía de consultoría, Meaningful Impact.

En ese tiempo laboró en diversas instancias con United Way de Puerto Rico, así que al ser invitada a someter sus credenciales cuando buscaban ocupar la vacante de González, “no lo dudé por lo que representa esta organización”. “Esto es lo mejor que me podía pasar”, confiesa.

“Lo que United Way hace va a tono con mi visión de vida, abarca muchas cosas, pero logra conciliar dos cosas que me apasionan: el trabajo de servicio directo que se hace a través de las organizaciones sin fines de lucro y lo que yo entiendo que el sector privado puede hacer a favor del país, que es muchísimo”.

CRECE EL ALCANCE


La nueva presidenta cuenta con 20 años de experiencia profesional como sicóloga
industrial organizacional y 16 de ellos los ha dedicado al tercer sector.

Rivera asegura que desde el primer día de trabajo en United Way de Puerto Rico el nivel de adrenalina no ha bajado, lo que la hace sentir “como pez en el agua”. “Me encanta la adrenalina y estoy acostumbrada a manejar múltiples proyectos”, dice.

Necesitará la destreza porque United Way de Puerto Rico cuenta con 117 organizaciones no gubernamentales afiliadas, cerca de 300 empresas inversionistas y realiza proyectos en alianza con otras fundaciones y agencias del gobierno estatal y federal. “Es una organización bien compleja y amplia”, dice entusiasmada, “mi expectativa a futuro es a que logremos más y que provoquemos más proyectos de impacto”.

Rivera no es partidaria de que la ayuda que brinde United Way de Puerto Rico “se quede en la superficie” e invita a diseñar estrategias si los recursos son limitados.

“Cuando somos organizaciones que llevamos tiempo tenemos que replantearnos en qué medida nosotros estamos provocando cambios sistémicos, que las estrategias que estamos integrando ayuden a aliviar la necesidad, pero permitan que la persona salga de su situación. Con la cantidad de organizaciones sin fines de lucro que tenemos, que ha ido in crescendo, tenemos que vernos hacia adentro para que el sector sin fines de lucro empiece a incorporar todo lo que tiene que ver con monitorear, con medir impacto, con resiliencia hacia las comunidades, darle los recursos para que veamos una mejoría. Ese es uno de los retos que tenemos en el sector y el otro es la duplicidad de esfuerzos, de recursos. Al final del día somos un 100 x 35 y eso impacta al recaudar fondos y en el mensaje a la audiencia; hay más valor cuando trabajamos de forma colaborativa para potenciar las capacidades que tenemos. Nosotros no somos la razón de ser, son las poblaciones a las que servimos”, subraya.

La presidenta se mantiene enfocada, creativa y motivada con la oportunidad de liderar United Way de Puerto Rico. “Siempre le digo a los empleados, lo que nosotros tenemos no lo tiene nadie”, dice orgullosa de su tesoro.

Conoce más de United Way de Puerto Rico al acceder: https://unitedwaypr.org.

Fotos / Javier del Valle

Web Analytics