Para unirte a este club que refina destrezas en diseño, ciencias, codificación y emprendimiento, solo debes enviar un ensayo antes del 31 de agosto.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


El grupo de jóvenes celebra el fin de una de las pasadas ediciones de Codepillars.

¡Atención! Se buscan chicas a las que les atraigan la ciencia, la tecnología, el arte o el emprendimiento. Para ellas el Codepillars Club abre inscripciones de cara a su nuevo ciclo de talleres libre de costo que transcurrirá de septiembre 2024 a marzo de 2025 en el Centro Criollo de Ciencia y Tecnología del Caribe (C3Tec) en Caguas.

El Codepillars Club es un programa diseñado para que niñas entre los 12 y los 16 años desarrollen destrezas y conceptos básicos en las áreas de programación, diseño, ingeniería y codificación, utilizando el método científico y el diseño de ingeniería. Hace ocho años se estableció y ya ha atendido unas 210 participantes.

El nombre “codepillar” surge del término “caterpillar”, que es la oruga que precede la formación de la exuberante mariposa. De ahí que el C3Tec considere a las participantes de este club como futuras líderes del emprendimiento y las ciencias.

“Convocamos a toda chica que esté interesada en aprender, que le gusten las ciencias, la tecnología o el arte, o a las que quieran participar en un club extracurricular divertido en el que compartan con otras niñas de su edad y aprendan a trabajar en equipo”, explica Tasha Endara Álvarez, directora ejecutiva del C3Tec.

Las participantes identifican una necesidad en su escuela o comunidad al iniciar el ciclo de talleres y trabajan en una respuesta práctica.

“Para nosotros es un honor, una satisfacción y un reto de poder organizar y recibir estudiantes consecutivamente por 8 años dispuestas a aprender y a fomentar el STEM (ciencia, tecnología, matemática, por sus siglas en inglés) entre los jóvenes”.

Tasha Endara Álvarez, directora ejecutiva
del C3Tec

“Les vamos dando herramientas para que busquen una solución por medio del diseño y la programación, trabajamos con lo que es la codificación. En años anteriores han trabajado propuestas bien buenas. Por ejemplo, en el principio de la pandemia trabajaron el videojuego COVID-ROM, un juego educativo dirigido a aprender a prevenir el contagio; adelantaban diferentes niveles usando mascarillas y jabón antibacterial”, describe Álvarez.

En otro proyecto creado por las participantes una barcaza recolecta plásticos en cuerpos de agua mediante un control remoto. “Sería ideal que pudieran comercializarlo. Ellas no prevén que sea muy costoso para que sea accesible a pequeñas empresas o a individuos. El tema del emprendimiento es bien importante en el club, ellas deben evaluar desde el costo de los materiales hasta quiénes son sus potenciales clientes, cómo van a mercadear el producto y su pitch para convencer a los clientes”, indica la directora ejecutiva.

El Codepillars Club se reúne los sábados, de 1:00 a 4:00 p.m., en la sede del C3Tec, ubicado en la Avenida José Gautier Benítez #59 en Caguas. Profesores universitarios y expertos en el tema se convierten mentores educadores de las participantes.  

ESCRIBIR UN ENSAYO


Al finalizar la serie de talleres las participantes son reconocidas en una
graduación que se celebra en el Cine Teatro Fundación Ángel Ramos,
en donde además, muestran algunos de sus proyectos.

Las interesadas tienen hasta la medianoche del 31 de agosto de 2024 para someter un ensayo en el que compartan por qué quieren unirse al club.

“Es algo sencillo en el que nos cuenten por qué participar en el club es importante para ellas. No necesariamente tienes que tener 4 puntos en la escuela, no tienen que interesarte todas las ciencias, pero si te gusta el diseño, programar o dibujar te puedes dar la oportunidad de participar porque al trabajar en equipo se dividen las tareas. Los proyectos también les sirven para experimentar, se convierten en una guía, en un norte para saber qué te gusta. Puedes incluir tu participación en el resumé para la universidad, en tus horas de voluntariado o en proyectos de investigación”, detalla Álvarez.

El club ha tenido participantes de toda la isla, incluido San Juan, Ponce, Guayama, Toa Baja y Vieques, aunque predominan las oriundas de la región centro oriental del país. Uno de sus objetivos es encaminar en las ciencias a una nueva generación de entusiastas, puesto que las generaciones que les precedieron ya se están graduando de universidad.


Anuncio promocional para la serie de talleres

Una de ellas es Lorena Jurado, quien es egresada de los ofrecimientos del C3Tec, estudia Salud Pública en la Universidad de John Hopkins en Estados Unidos y anualmente se integra como recurso educativo en distintos programas. Cada participante es una oruga lista para evolucionar.

“Para nosotros es un honor, una satisfacción y un reto de poder organizar y recibir estudiantes consecutivamente por 8 años dispuestas a aprender y a fomentar el STEM (ciencia, tecnología, matemática, por sus siglas en inglés) entre los jóvenes. Nosotros contribuimos, es parte de nuestra misión fomentar ese acercamiento a las áreas de estudio”.

Luego de los ensayos, comienza la ronda de entrevistas que incluye a los padres o encargados de la aspirante para confirmar su disponibilidad.

“Realmente lo que ellas necesitan es estar interesadas”, resume Álvarez el criterio de selección más importante.

Para más información sobre este ciclo auspiciado por Fundación Titín, visita c3tec.org o en Facebook: Centro Criollo de Ciencia y Tecnología del Caribe.

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