La sede del centro, los fondos para construirlo, y más que nada, su misión delineada junto a la comunidad que servirá en Villa Prades, ya están estipulados. La iniciativa de la Plataforma para Impacto Social está lista para crecer.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


Un niño que pertenece a Vimenti tuvo a su cargo la colocación de la primera piedra
de este sueño comunitario que pronto verán hecho realidad.

Paso a paso se construye un sueño. Lo sabe la Plataforma para Impacto Social (PSI, por sus siglas en inglés), organización que persigue eliminar la pobreza en Puerto Rico mediante inversiones estratégicas e iniciativas de apoyo, junto a sus hermanas Boys & Girls Clubs de Puerto Rico (BGCPR) y la escuela pública chárter, Vimenti. Las tres entidades sociales imaginaban hace años un centro multifuncional donde reunir sus servicios a las comunidades que sirven en Villa Prades y en el residencial Ernesto Ramos Antonini en San Juan, que además les permitiera ampliar la oferta. Hoy la idea no solo tiene nombre, “OASIS”, sino que además cuenta con una sede, la escuela en desuso Dr. Cesáreo Rosa Nieves, y los fondos para construirlo.

 

El gobierno estatal anunció este mes que le otorgaba a la Plataforma para Impacto Social -con Eduardo Carrera como su principal oficial ejecutivo-, un préstamo de 15.2 millones de dólares en fondos del Programa de Subvención para el Desarrollo Comunitario para la Recuperación ante Desastres (CDBG-DR en inglés). Estos se unen a una asignación de 5 millones de dólares anuales que otorgará el gobierno municipal de San Juan y a otras propuestas con agencias gubernamentales estatales como Educación y Vivienda, entre otras.

“Ver esta primera piedra ha sido como un sueño hecho realidad, ha sido un proceso largo y difícil. Las familias estaban súper emocionadas y llenas de alegría”.

Bárbara Rivera Batista,
directora ejecutiva
de Vimenti

Por otra parte, el Departamento de Comercio federal otorgó una asignación de 30 millones de dólares, luego de que OASIS fuera seleccionado como uno de los seis proyectos merecedores de los fondos entre 565 participantes. Al agregar la aportación del sector filantrópico, la inversión total para darle vida a OASIS ronda los 100 millones de dólares y Carrera la definió como “histórica” en el evento de inicio de obras.

“OASIS es un proyecto que se viene soñando hace muchos años. Nace de la necesidad de la comunidad donde estamos localizados con el proyecto Vimenti y del sueño de hace diez años pensando en cómo traer mejores oportunidades de movilidad económica a la comunidad de Villa Prades”, explica Bárbara Rivera Batista, directora ejecutiva de Vimenti, escuela que desde el año 2018 utiliza el modelo de dos generaciones con el que educan tanto a los estudiantes como a sus padres.

Cuando documentaron que el 97% de los niños que atienden vive bajo el nivel de pobreza, se cuestionaron qué oportunidades tenían sus familias para romper ese ciclo de carencias.

“Con la comunidad se soñó cómo debería ser ese proceso de transformación para tener más oportunidades y se soñó un lugar donde tuvieran acceso a distintos servicios”, agrega Rivera.

OASIS tiene dos componentes clave: el centro multifuncional y sus iniciativas de desarrollo. El centro debe inaugurar en el año 2026 y acogerá a la escuela Vimenti, la cual podrá duplicar su matrícula, y los servicios socioemocionales que ofrece BGCPR.

Las iniciativas para que las familias se fortalezcan comienzan entre noviembre 2024 y el 2025, y deben impactar a más de 300 personas al año. Contarán con cursos de capacitación laboral, la incubadora de negocios Project Makers y la expansión de un cuido de niños y ancianos, entre otras. Recibirán el respaldo del programa federal Recompete, de la Administración de Desarrollo Económico, y se acordó medir su impacto de aquí a cinco años. En la clínica Vidalus contemplan brindar servicios primarios de salud a unas 4,000 familias.


La directora ejecutiva de Vimenti, Bárbara Rivera Batista frente a la estructura de la escuela
abandonada que servirá de base a la construcción del nuevo centro.

“Esa es la parte más hermosa de todo el trabajo”, acepta Rivera, “tuve la oportunidad de ser parte de ese grupo de líderes que trabajó la concepción programática. Ver esta primera piedra ha sido como un sueño hecho realidad, ha sido un proceso largo y difícil. Las familias estaban súper emocionadas y llenas de alegría de saber que, finalmente, lo que un día pensaron se está haciendo realidad, no solamente con el servicio si no con un espacio que ellos lo ven como el lugar que les asegura el crecimiento y la continuidad”.

Alma Frontera, presidenta de Boys & Girls Clubs de Puerto Rico, está esperanzada en que “OASIS sirva como un ejemplo inspirador de cómo el apoyo multisectorial puede elevar la grandeza y el potencial de nuestras comunidades”. “OASIS está diseñado para empoderar a personas y a familias, para proporcionar apoyo desde la niñez temprana y, de forma sostenida, abrir caminos para primeras, segundas oportunidades y ofrecer posibilidades infinitas. Será un primer gran paso para crear un efecto dominó de cambio positivo en todo Puerto Rico”, propone Frontera.

POBRE, ¿PORQUE QUIERE?

No es un secreto que algunos ciudadanos piensan que las personas prefieren los ciclos de pobreza en los que viven porque les garantiza ayudas gubernamentales. Las tres organizaciones que respaldan el nacimiento de OASIS han trabajado con las familias a las que servirá el proyecto y conocen sus circunstancias.


Figuras prominentes del gobierno y del tercer sector dijeron presente en la ceremonia de lanzamiento.

“Primero debemos analizar cómo las familias que viven bajo los niveles de pobreza tienen que atender unos retos todos los días que nadie decide por sí mismo hacerlo. Nadie quisiera estar todos los días contando el dinero que tiene en el bolsillo para llevarle comida a sus hijos. Nadie quisiera que sus hijos estuvieran en una escuela que no suple sus necesidades físicas, emocionales y cognitivas. Nadie quisiera tener a un anciano en su casa sin los medicamentos correctos para que pueda tener calidad de vida. Esas son circunstancias que les han tocado vivir a cientos de miles de familias en Puerto Rico de las cuales muchas están en nuestras comunidades y están todos los días tratado de sobrevivir a unas circunstancias que no dependen de ellos, sino de situaciones que han pasado durante muchas generaciones”, indica Shaina Cabán Cortés, especialista en comunicaciones y coordinadora de relaciones de la Plataforma para Impacto Social.

“Más que juzgarlos, deberíamos comenzar a ver lo que tenemos a nuestro alrededor como privilegios que debemos compartir para que otras personas tengan las mismas oportunidades. Este ejercicio de diseñar los programas de expansión de OASIS no son una ayuda que nosotros le damos a la comunidad, nosotros crecemos con ella, diseñamos con ellos para que nos enseñen cuáles son las soluciones para atender las necesidades que tienen todos los días”, agrega Cabán.

La Plataforma para Impacto Social aspira a que el esfuerzo “sea replicable”, desde el entendimiento de que el modelo está diseñado a la medida de la comunidad y “no va a ser estático”. “Esto debe adaptarse a lo que seguirán siendo las necesidades de la comunidad y el trabajo se va a seguir haciendo con ellos”, culmina Cabán.

Para saber más sobre OASIS y sus ofrecimientos, visita https://impactpr.co.

Fotos / Suministradas / PSI

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