El programa vocacional de la organización Nuestra Escuela permitirá a 18 jóvenes loiceños capacitarse en la industria hotelera y turística de forma gratuita.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


Ana Yris Guzmán junto al grupo de jóvenes que se formarán en la nueva escuela
celebran otro sueño más alcanzado por la organización.

Cuando te fijas en la estructura ubicada a pasos del mar en el barrio medianía Alta en Loíza, lo menos que piensas es que se trata de una escuela. Pero lo es. Se llama Nuestra Posada y es el aula donde alumnos loicenos de la organización Nuestra Escuela aprenderán distintos oficios vinculados a la industria hotelera y turística del país.

La acogedora residencia brinda una fiel representación de un hotel para que 18 alumnos puedan capacitarse, libre de costo, y obtener una certificación. El proyecto educativo ubica en cuatro cuerdas de terreno adquiridos por Nuestra Escuela con una inversión de $900,000 de diversas fuentes gubernamentales.

“Celebramos la apertura no solamente de un espacio físico, sino la apertura de oportunidades para nuestros jóvenes”.

Ana Yris Guzmán
Cofundadora y
presidenta ejecutiva
de Nuestra Escuela

“Me honra muchísimo estar frente a ustedes en la tarde de hoy. Es una celebración que nos trae con nuevos bríos y con mucha esperanza el hecho de que podamos inaugurar un espacio que lleva por nombre Nuestra Posada. Celebramos la apertura no solamente de un espacio físico, sino la apertura de oportunidades para nuestros jóvenes”, indicó Ana Yris Guzmán, cofundadora de Nuestra Escuela y presidenta ejecutiva, durante la inauguración realizada a finales de septiembre.

Al describir a Nuestra Posada dijo que es “un proyecto lleno de esperanza que sin duda será un catalizador de cambios positivos”. “Gracias por ser parte de esta jornada, sigamos adelante con la certeza de que lo mejor está por venir”, agregó ante la mirada atenta de representantes del gobierno municipal y estatal, del sector privado, filantrópico, así como de estudiantes.


El enfoque en la industria del turismo responde no sólo al interés de los jóvenes
sino a la realidad económica de la zona del noreste.

Al ritmo de los tambores del Junte Loiceño, fueron recibidos los visitantes que recorrieron cada estancia de Nuestra Posada, caracterizada por sus espacios luminosos y acoogedores.

Con planteles en Caguas y en Loíza donde ofrecen educación alternativa, Nuestra Escuela presenta este programa educativo en el que, al cabo de tres semestres, los alumnos deben completar 135 horas educativas para obtener su certificación vocacional. “Hotelería alineada con las culturas”, “Servicio al huésped” o “Promoción turística” son algunos de los cursos requeridos.


La residencia en la que se ha establecido Nuestra Posada asemeja un hotel para que
los alumnos puedan practicar, capacitarse y obtener sus certificaciones.

La presidenta ejecutiva de Nuestra Escuela adelantó que aspiran a que el espacio se convierta en un hotel boutique donde se pueda desarrollar lo que llamó “turismo filantrópico”.

La corriente vocacional de Nuestra Escuela añade Nuestra Posada a proyectos como Nuestra Moda, especializada en diseño de moda, y Nuestra Tierra, escuela vocacional de agricultura, ambas ubicadas en Caguas. En agenda está la escuela vocacional de tecnología.

Fotos / Suministradas / Nuestra Escuela

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