La Fundación Ángel Ramos presentó su nuevo modelo de gestión filantrópica durante la convención anual de Filantropía PR.
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
Cuando tienes 66 años de historia y has invertido más de $130 millones de dólares en diversos proyectos y poblaciones en Puerto Rico, no debes caer en la tentación de pretender servir efectivamente al país siguiendo los estilos de siempre. La Fundación Ángel Ramos (FAR) lo comprendió y actuó en torno a ello tan pronto Puerto Rico cambió, de ahí surgió su nuevo modelo Inversión 360°, que impulsa la movilidad social en el país.
De esta evolución trató la presentación realizada por Laura López Torres, Keila López y Edenmarí Class Montijo, directora ejecutiva, gerente de Programas y gerente de Comunicaciones de la Fundación Ángel Ramos, respectivamente, durante la jornada inaugural de Leading as a Collective, convención anual de Filantropía Puerto Rico, realizada en la Fundación Luis Muñoz Marín en Trujillo Alto.
“En el 2019 nos dimos cuenta de que, con el Puerto Rico que teníamos, no era suficiente mejorar la calidad de vida, teníamos que ir más allá. Teníamos a un Puerto Rico más pobre y envejecido, con una recesión económica. Como resultado de todos estos elementos, recuerdo al economista (José J.) Villamil explicando, ‘si tú vas sumando todos esos elementos, el resultado es que la movilidad social en Puerto Rico se estanca’; estamos hablando del impacto que esto tiene en las desigualdades, en la pobreza infantil. Decidimos, ‘tenemos que dar un salto cualitativo’, y así ocurre”, explicó Laura López Torres en torno a la transición en el enfoque de la FAR.
“En el 2019 nos dimos cuenta de que, con el Puerto Rico que teníamos, no era suficiente mejorar la calidad de vida, teníamos que ir más allá. Teníamos a un Puerto Rico más pobre y envejecido, con una recesión económica” Laura López Torres |
Fundada en el 1958, la entidad creada por Ángel Ramos, propietario del primer conglomerado noticioso de la isla compuesto por el periódico El Mundo, Telemundo y WKAQ Radio, formalizó su labor filantrópica cuando estableció su Programa de Donativos en el 1964. Sus prácticas filantrópicas se guían por tres acciones: apoyar, reconocer y comunicar.
De ahí que establecieran el Premio Tina Hills en el 1997 para reconocer la labor sobresaliente de una organización sin fines de lucro, el boletín Oenegé, en el 2013, y Oenegé, el pódcast, este año 2024.
Se trata de una obra que se complementa con sus otros dos focos de acción: la atención a la niñez temprana y al desarrollo de las artes y la cultura. Para servir ambos propósitos se estableció la Iniciativa Preescolar en el 2005, con miras a reforzar las prácticas educativas de maestras y cuidadoras, y la Sala de Exposiciones de Arte Fundación Ángel Ramos (Sala FAR) en el 2013, que muestra la producción plástica que se gesta en el país.
Todas las iniciativas se mantienen activas y, aun así, no era suficiente. Hubo que continuar profundizando.
PUERTO RICO CAMBIÓ
La quiebra de gobierno estatal en el 2014 tuvo un efecto dominó en la economía y en el estado general del país, incluidos los apoyos que recibía el tercer sector. La suma de los huracanes Irma y María llevaron a la FAR a comenzar en el 2019 una planificación estratégica diferente y a cambiar su misión y su visión para atender las nuevas necesidades. La llegada de los terremotos y la pandemia en el año 2020 abonaron al cambio de circunstancias de la isla y en el 2024 la FAR lanzó oficialmente su modelo filantrópico, Inversión 360°, que fusiona su tradicional Programa de Donativos y su Iniciativa de Desarrollo Organizacional, que persigue el fortalecimiento de las capacidades en las entidades no gubernamentales.
Para la FAR, movilidad social implica que la sociedad y las organizaciones aliadas provean oportunidades a niños, jóvenes y a sus familias que les permitan mejorar su situación educativa y cultural, así como su bienestar social, respecto a su previa situación.
Inversión 360° propiciará que se identifiquen organizaciones aliadas que impulsen la movilidad social mediante su gestión de programas o servicios, las cuales se atenderán de manera holística. Al momento, la labor se medirá en función de 10 indicadores de movilidad social. La cantidad de organizaciones que respaldan anualmente disminuirá para alcanzar los resultados de impacto a los que aspiran. Se trata de aspirar a menos subvenciones pero con un efecto mucho más profundo en cada una de las entidades aliadas a la misión de FAR.
“Abrimos una convocatoria a todas las organizaciones que habían sido donatarias, le presentamos nuestro nuevo enfoque, lo que es movilidad social, discutimos los indicadores y le pedimos que examinaran si su misión, sus servicios y sus enfoques estaban alineados con los nuestros. Fue un proceso participativo en el que la organización pasaba por ese proceso y decía ‘sí, yo creo que hago movilidad social’, quizás lo llamaban de otra manera. Es un proceso de educación que va a tomar mucho tiempo, que nos ha tomado a nosotros formarnos”, expresó la directora ejecutiva de FAR, Laura López, y agregó que la implementación del modelo se hará de forma escalonada.
Por su parte la gerente de Programas de FAR, Keila López, coincide en el reto que suponen las métricas y el alto número de organizaciones donatarias con las que trabajan.
“A veces queremos hacer clusters, pero aún dentro de ellos, es complejo porque no necesariamente el programa de tutorías que existe en Adjuntas es el mismo que funciona en Humacao. Por eso es importante establecer los indicadores y que ellos nos ayuden a recopilar los datos para medir cómo estamos impactando con nuestra inversión, en la medida en que vamos modificando nuestro modelo de gestión filantrópica”, dice Keila López.
Para la gerente de Comunicaciones, Edenmarí Class Montijo, la importancia de recopilar datos “es precisamente para ver si se mueve esa rueda de impulsar movilidad social”.
“Quisiera aclarar que no es una misión que nace en el vacío, nace en el contexto de país, nace de lo que hacen las organizaciones sin fines de lucro porque son ellas las que desde la base crean oportunidades a nuestras comunidades así que nos tocaba a nosotros, como sector filantrópico, replantear nuestra misión a lo que las organizaciones hacen”, agregó Class.
Las capacidades organizacionales, esas áreas que son la base para el desempeño integral y óptimo de cada organización, seguirán siendo de vital importancia para FAR. Inversión 360° ha decidido invertir estratégicamente en el desarrollo, el fortalecimiento y la sostenibilidad de organizaciones aliadas a su misión. Por eso se fomentará robustecer el liderazgo estratégico, el capital humano, la gestión financiera y la gestión de programas, entre otros renglones, porque una organización fuerte y sólida puede ampliar su espectro de servicio.
“El modelo Inversión 360° rompe la dicotomía de ‘yo invierto en ti para programas’ o ‘invierto en ti para capacity building’, ahora invertimos en el 360° de la organización en donde lo programático es parte de esa rueda, es parte de esas capacidades que les llamamos gestión de programas. Las organizaciones saben que llevamos muchos años invirtiendo en el desarrollo organizacional. Presentarles el nuevo modelo es un proceso que conllevará tiempo y educación”, subrayó la directora de FAR.
Si quieres saber más sobre Inversión 360‚ visita fundacionangelramos.org.
Fotos / Javier del Valle