En su convención 2024, la organización Filantropía Puerto Rico propició conversaciones sobre el desarrollo del tercer sector en el país con miras a fortalecer su futuro.

Por Tatiana Pérez Rivera y Ana Teresa Toro :: Oenegé


En su convención 2024, la organización Filantropía PR propició conversaciones sobre el desarrollo
del tercer sector en el país con miras a fortalecer su futuro.

Cuando Glenisse Pagán, directora ejecutiva de la organización Filantropía Puerto Rico, dio la bienvenida a la edición 2024 de la convención anual que auspician, Leading as a Collective, lanzó una pregunta, “¿Cómo hemos cambiado?”, y adelantó que “juntos vamos a buscar las respuestas”.

Justo a eso se dedicó durante el primer día del evento el grupo de unos 50 participantes en representación de fundaciones y organizaciones locales y estadounidenses que, mediante las presentaciones de sus líderes, así como las sesiones de preguntas y respuestas con la audiencia, dieron cuenta de la evolución continua del tercer sector para servir a un país que no deja de cambiar.

La actividad tuvo lugar los días 23, 24 y 25 en la Fundación Luis Muñoz Marín, localizada en Trujillo Alto.

La filantropía basada en la confianza, priorizar el robustecimiento de la organización en vez de limitarse a favorecer alguno de sus programas y optar por los donativos multianuales e irrestrictos, son algunos de los acercamientos que destacaron a lo largo de la jornada del 23 de octubre.


El profesor y economista Juan Lara ofreció la primera conferencia de la jornada.

El modo en que el tercer sector se ha transformado tras los retos vividos en el país en la última década quedó expuesto en las presentaciones del economista, doctor Juan Lara; de Alexandra Hertell, directora ejecutiva de la Fundación Segarra Boerman; María “Baby” Jaunarena, de la Fundación Colibrí; Laura López, Keila López y Edenmarí Class Montijo, directora ejecutiva, gerente de Programas y gerente de Comunicaciones de la Fundación Ángel Ramos, respectivamente; Alexis Ortiz, senior program associate de Mellon Foundation; Christina Engel, CEO de Magic Cabinet; y Beatriz Polhamus, directora ejecutiva de la Fundación Banco Popular.

El economista Lara ofreció una mirada panorámica de la economía isleña y mostró cómo sus altibajos afectan de modo directo al tercer sector. Tras mostrar datos, indicó que luego de más de una década de números negativos, la economía muestra tres años de crecimiento, influenciada por “la entrada masiva de fondos federales dirigidos a la reconstrucción tras el huracán María, eso cambió el rumbo”.

“Tuvimos una gran caída… Se nos rompieron un montón de huesos, pero está sanando”.

El economista Juan Lara alude al movimiento reciente de la economía de la isla.

“Tuvimos una gran caída”, dijo aludiendo a la contracción que inició en el 2006, a la eventual quiebra del gobierno estatal en el 2014, la entrada de la ley Promesa y la Junta de Supervisión Fiscal. “Se nos rompieron un montón de huesos, pero está sanando”.

“El reto es mantener la economía con un impulso de crecimiento que no está garantizado”, señaló y mencionó que reconstruir el sistema eléctrico es fundamental para asegurar la estabilidad económica, así como implementar una reforma contributiva y contar con un sistema de reglamentación y permisos ágil para que las empresas puedan avanzar. Que el gobierno continúe respetando presupuestos balanceados es una prioridad.

“Lo describo como un buen momento, pero es de transición”, alertó para luego agregar que el ambiente favorece la gestión filantrópica.

El doctor Lara reconoció que la isla presenta una economía dual que refleja un sector beneficiado y otro que se mantiene más pobre y rezagado. “Hay que aprovechar la salud fiscal actual para reorganizar las prioridades gubernamentales”, exhortó el economista.

DE CONFIANZA Y RESCATES


La directora ejecutiva de Fundación Colibrí, María “Baby” Jaunarena participa
de una de las dinámicas del evento.

Alexandra Hertell, de la Fundación Segarra Boerman, fue la primera en compartir su experiencia con el modelo de filantropía basado en la confianza, con el que establece relaciones duraderas con las organizaciones que respaldan y que agilizan los procesos al otorgar donativos. Optan por el financiamiento multianual e irrestricto y la relación directa, porque propicia “organizaciones más saludables” y brinda “espacio para innovar y ser estratégico”. Destacó también su fondo de subvención recuperable para emergencias.

“La subvención recuperable la hicimos por primera vez el año pasado y sospecho que irá en incremento. Ha sido una experiencia súper enriquecedora, fue literalmente una crisis de una organización coparte, que había recibido fondos del Departamento de Vivienda que no les llegaron a tiempo, no podían conseguir préstamos por ningún lado que les hicieran sentido bajo el presupuesto que tenían y nosotros le dimos una subvención recuperable. Nos la devolvieron en un mes, una organización que hubiese caído; esa brecha puede destruir una organización”, describió Hertell la solución utilizada.


El público estuvo compuesto por representantes de fundaciones y entidades tanto
locales como estadounidenses con reciente entrada en la isla.

Fundación Colibrí apuesta a impulsar cambios sistémicos, explicó su directora ejecutiva, María “Baby” Jaunarena. Definió la relación inicial con las organizaciones “como un proceso de cortejo mutuo”.

“Yo veo el talento y la capacidad de la organización, veo el potencial que tiene en ese ecosistema y quiero ser parte del desarrollo de esa entidad o de esa persona. Nos acercamos y vamos compartiendo nuestras visiones, modelos y filosofías, y siempre empezamos por pedir información, un ‘concept paper’, y ahí empieza la conversación sobre una posible inversión. Inicialmente es un acercamiento como actores de un mismo ecosistema tratando de entender cuál es tu rol, cuál es mi rol, cómo nos podemos apoyar”, expresó Jaunarena.

En el caso de la Fundación Ángel Ramos (FAR), luego de más de seis décadas de labor dirigida a mejorar la calidad de vida en la isla, sus representantes explicaron el cambio en su modelo filantrópico, ahora llamado Inversión 360°, que estimula la movilidad social, la atención a la niñez temprana, a las artes y la cultura mediante el desarrollo de capacidades organizacionales. Para alcanzar la deseada movilidad social, seleccionaron 10 indicadores que explican sus prioridades.

“En el 2019 nos dimos cuenta de que, con el Puerto Rico que teníamos, no era suficiente mejorar la calidad de vida, teníamos que ir más allá. Teníamos a un Puerto Rico más pobre y envejecido, con una recesión económica. Como resultado de todos estos elementos, recuerdo al economista (José J.) Villamil explicando, ‘si tú vas sumando todos esos elementos, el resultado es que la movilidad social en Puerto Rico se estanca’; estamos hablando del impacto que esto tiene en las desigualdades, en la pobreza infantil. Decidimos, ‘tenemos que dar un salto cualitativo’, y así ocurre”, explicó Laura López.

LAS QUE LLEGAN A LA ISLA


Alexandra Hertell, de la Fundación Segarra Boerman, detalló el modelo a base de confianza
con el que trabaja desde la institución que lidera.

Para Alexis Ortiz, de Mellon Foundation, incentivar la producción cultural en el archipiélago boricua y su diáspora ha sido la prioridad en los últimos cuatro años. Especialmente se resaltó su respaldo al Centro de Economía Creativa que ha impulsado la estabilidad económica de los artistas y su acercamiento colaborativo con los grupos que apoyan. “Que los artistas y trabajadores culturales tengan dignidad, que puedan sostenerse, que puedan cuidarse como seres humanos, con la inmensa complejidad que eso impone, creo que es algo que podemos encontrar en toda la fundación”, aseveró sobre la mirada holística que favorecen.

Christina Engel, chief executive officer de Magic Cabinet, organización con base en Seattle, señaló que también respaldan la filantropía basada en la confianza, la decisión participativa, las inversiones a largo plazo y el desarrollo de las capacidades de los integrantes del sector. Su camino filantrópico inicia cuando encuentran la comunidad, conversan con ella para conocer detalles específicos de sus necesidades, revisan la investigación realizada por entidades sin fines de lucro que las sirven, conectan con ellas y definen la cohorte que atenderán.

De igual manera llamaron la atención acerca de la necesidad de mejorar, también a través de sus apoyos, los salarios de los empleados de las organizaciones que, muchas veces, clasifican por sus bajos salarios para los mismos servicios que ofrecen.


Keila López, Laura López Torres y Edenmarí Class Montijo (gerente de Inversión 360°,
directora ejecutiva y gerente de comunicaciones respectivamente) tuvieron a su cargo
la presentación en torno al nuevo modelo filantrópico de FAR.

Culminó el día inicial de la convención la presentación de Beatriz Polhamus López, de la Fundación Banco Popular. Tras cuatro décadas de labor, renuevan su interés en liderar el desarrollo de ecosistemas de impacto, como sucede particularmente en materia de la educación musical. Para ello han adoptado un enfoque ecosistémico en la implementación de diversas estrategias que ya no se enfoca en conceder subvenciones, sino que prefiere brindar diversas herramientas filantrópicas para incentivar la búsqueda de soluciones colaborativas y co-desarrollar sistemas de aprendizaje.

“Hemos tenido que ir creando programas junto a las organizaciones. Tuvimos que retarnos y dar ese salto con el apoyo de las organizaciones que son nuestras socias en este ecosistema. Ha sido un viaje de mucho aprendizaje”, agregó Polhamus con relación a la serie de programas de música que apoyan y que consideran un ecosistema completo que se nutre de las experiencias de los participantes en uno o más proyectos.

Como fundación han reflexionado si deben apoyar más causas o menos causas, pero con más profundidad. Sin duda, una tendencia real en el tercer sector y un planteamiento que generó reflexiones amplias durante el encuentro anual.

Para saber más sobre Leading as a Collective 2024 visita filantropiapr.org.

Fotos / Javier del Valle

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