La Sociedad Pro Hospital del Niño, Inc. celebra sus 100 años de servicio con la inauguración de las nuevas instalaciones de un espacio dedicado enteramente al ofrecimiento de servicios terapéuticos y educativos para niños que así lo necesiten

Por Ana Teresa Toro :: Oenegé


Las terapias especializadas han probado a lo largo de las décadas ser la
mayor fortaleza del Centro de Aprendizaje del Niño (CAN).

Llorar de alegría es una de esas emociones que asombra a quien la experimenta y que conmueve a quienes tienen el privilegio de presenciarla. Y sin duda, fue esa mezcla de emoción que no se puede contener, de alegría y de gratitud por todo lo vivido para alcanzar una meta, la emoción que protagonizó la inauguración del nuevo Centro de Aprendizaje del Niño en agosto pasado. La nueva instalación fue gestada por la Sociedad Pro Hospital del Niño, Inc. y con esta inauguración celebran sus cien años de servicio y dedicación continua a la niñez puertorriqueña. 

El nuevo centro ofrecerá servicios terapéuticos y educativos especializados a niños entre los once meses y los dos años.

“Esto es un sueño, son muchos años. Empezamos usando el espacio que había,  transformamos un edificio viejo de acuerdo a las necesidades. Entonces, seguimos creciendo y seguimos tomando el espacio hasta que la Junta nos dijo: ok, les vamos a hacer el edificio. Y lo más emocionante del proceso es que nos pudimos sentar a soñar, a imaginar qué necesitábamos, cómo lo queríamos. Cogíamos los catálogos de los materiales y podíamos realmente escoger gracias al apoyo de los auspiciadores. Aquí no hay nada que se puso por ponerlo, todo está bien pensando en los salones. Necesitábamos que ese niño que entrase pudiera trabajar adecuadamente, necesitábamos calma, fluidez, armonía en los colores. Y no sólo los niños, también los maestros. Queríamos que se sintieran bien, que no tuviesen que sacar la mitad de su sueldo para montar sus salones, que se puedan capacitar y que tengan todo a la mano”, describió emocionada Jacqueline Giannoni, directora del centro y quien en más de una ocasión no pudo contener las lágrimas de alegría al celebrar esta meta tan anhelada. 


Las instalaciones comenzaron a construirse el pasado año y lograron ser inauguradas
en agosto del año en curso, tras trece años de planificación, recaudación de fondos
y de la acumulación de muchos sueños e ideas en torno a cómo debía ser.

La inauguración se llevó a cabo en la mañana lluviosa de la víspera de la llegada de la tormenta Ernesto. En medio de las ansiedades y preparativos propios de la temporada de huracanes, la realización del evento —de alguna manera— parecía responder a la realidad del país algo que ya los puertorriqueños comprenden a cabalidad: la vida continúa, hay que seguir a pesar de cualquier reto. 

El grupo de empleados liderados por Giannoni, lucían sus uniformes recién estrenados y recibieron a cada persona en los nuevos salones y salas de terapias con una sonrisa contagiosa y muchísimas ganas de compartir todo lo que esperan lograr con los niños que servirán en el espacio. Los materiales estaban perfectamente acomodados, los nombres de algunos de los niños ya colocados en cubículos, las paredes decoradas con colores alegres, mas no estridentes. Las mesas y juguetes didácticos nuevas daban la sensación de inicio, de novedad, un inicio de año escolar tan distinto al que estamos acostumbrados en el país. Sin embargo, este centro ha llegado hasta aquí, a esta nueva etapa, precisamente, gracias a su trayectoria y labor consistente. 

“Lo más emocionante del proceso es que nos pudimos sentar a soñar, a imaginar qué necesitábamos, cómo lo queríamos”.

Jacqueline Giannoni,
directora del centro

“El Centro de Aprendizaje del Niño comenzó como un campamento para niños con dificultades de aprendizaje. Se inauguró en 2011 y, con una inversión aproximada de $5.8 millones, hoy podemos iniciar el nuevo año escolar en nuestras nuevas instalaciones. Nuestro sueño de ofrecer una alternativa educativa que integre servicios terapéuticos de manera efectiva y asertiva a alrededor de 120 niños se ha hecho realidad”, expresó Ralphie Pagán, presidente de la Junta de Directores de la Sociedad Pro Hospital del Niño, Inc. y quien tuvo a su cargo el dirigir los esfuerzos de la Junta para la búsqueda de colaboradores, entidades y voluntarios que apoyasen las diversas actividades de recaudación de fondos que permitieron la construcción del nuevo Centro de Aprendizaje del Niño (CAN). 

Hasta junio de este año, el CAN atendió a 54 niños de entre dos y cinco años con diagnósticos como el espectro autista (niveles 1 o 2), problemas sensoriales, dificultades de aprendizaje, trastornos del lenguaje y trastornos de la comunicación social. La misión del centro es proporcionar una alternativa educativa a nivel preescolar, integrando servicios terapéuticos de forma efectiva y adaptada a las necesidades de cada niño, con el apoyo a sus padres, madres y cuidadores.


“Lo más emocionante del proceso es que nos pudimos sentar a soñar, a imaginar
qué necesitábamos, cómo lo queríamos”. Jacqueline Giannoni, directora del centro

Actualmente, el equipo de trabajo lo integran 35 maestras, maestros y terapistas y la matrícula ya alcanzó la centena de niños. “Este centro es para nosotros el plan a, b, c y d de muchos padres y madres. Modificamos los currículos hasta que damos con lo que el niño necesita. Aquí las directoras estamos en tennis, estamos en el field. Porque cuando alguien me habla de un niño, yo necesito saber, necesito conocerlo porque ya he trabajado con él. Igualmente, procuramos que todos los maestros trabajen en todas las áreas para que todos hablemos el mismo idioma”, explicó la directora Giannoni durante el recorrido guiado al público asistente a la apertura.

En sus de once años de existencia, el centro nunca ha hecho publicidad para obtener su matrícula. Los padres y madres se han enterado de los servicios gracias al llamado “boca a boca”, se corre la voz en la búsqueda de ayudas para las necesidades particulares de cada niño. “Así han llegado todos, los padres que han vivido la experiencia son nuestros mejores portavoces. A veces, identificamos que no somos el centro adecuado para ese niño y se recomienda otro porque la misión del hospital va más allá, es comunitaria. Procuramos orientar siempre porque para muchos es un víacrucis navegar el poder, por ejemplo, registrar el niño en el sistema de gobierno y podemos indicarle qué agencias visitar, paso a paso qué debe hacer. Nos ha llegado gente de todos los pueblos y como ya conocemos podemos referirles a un centro más cercano a su hogar. Muchos llegan sin saber, nadie les explica y aquí podemos también orientar o recibirlos si es el caso”, elaboró la directora.

Para más información, llame al Hospital del Niño al 787-783-2226 o visite su sitio web en hdnpuertorico.org y nuestras redes sociales.

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