Iniciativa Comunitaria madura un proyecto de prevención y apoyo a adultos mayores que residen en égidas.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


Desde el 2020 Iniciativa Comunitaria ha expandido su campo de
acción para ofrecer servicios especializados a esta población.

Quién piense que los adultos mayores de 60 años no están expuestos a sobredosis por medicamentos o sustancias controladas debe seguir leyendo esta historia.

La organización Iniciativa Comunitaria (IC) comenzó en el 2021 un programa dirigido a reforzar la promoción de la salud en las égidas. Aprovecharon el conocimiento con adultos mayores de la promotora en salud, Emirilly Vega, quien inició el programa que utiliza el juego como herramienta educativa.

Luego de comenzar con la primera égida, IC consiguió fondos para darle continuidad a la iniciativa añadiendo los temas de soledad y aislamiento en esta población. Priscilla López, directora del Programa de Capacitación y Desarrollo Profesional de IC, explica que con la propuesta han tratado de abarcar temas que al momento impactan a los adultos mayores.

“Abordamos el mal uso de medicamentos, porque muchas veces los adultos mayores no tienen constancia de usarlos y están expuestos a sobredosis al igual que otras poblaciones. También trabajamos el tema de la soledad y el aislamiento, diseñando actividades que ellos mismos realicen junto a sus grupos de apoyo. Han designado su promotor de salud de la misma égida quien le da seguimiento a esas actividades que la promotora de la agencia está llevándoles una vez en semana”, explica López.

Las visitas son los jueves y se aprovecha para identificar “los temas de mayor necesidad”. De este modo, el siguiente jueves se realiza una intervención con la inquietud detectada.

“En la intervención se trabaja una parte de ejercicio, una parte educativa y una parte recreativa. Tienen tres actividades y el promotor de salud lo que hace es reforzar constantemente el conocimiento. Una de las características más importantes de ese promotor de salud es que refuerce el conocimiento de la comunidad, que valide lo que la comunidad conoce para que siempre seamos aceptados en ese proceso educativo”, subraya López.

Las visitas comenzaron en la égida, Ciudad Lumen, en Guaynabo. Ya pactaron con la compañía de administración de égidas, Star Management, para bridar el servicio en otras cinco, llegando así a San Juan, Caguas y Bayamón.

Para López, el resultado del programa “ha sido sumamente exitoso porque hemos mantenido la consistencia de los participantes”.

“Nosotros tenemos un grupo de 20 pero, semanalmente, siempre hay 14 que no faltan nunca. Pueden ir 17 ó 18, pero en tres años esos 14 se han mantenido en el grupo y año tras año hemos podido agregar participantes. La consistencia ayuda mucho al éxito de este tipo de programa”, señala.

EL RETO DE LAS SUSTANCIAS CONTROLADAS


A través de visitas a égidas y talleres abordan los temas de rigor
y presentan alternativas salubristas a cada participante.

Los adultos mayores no quedan inmunes ante el uso de sustancias controladas. Tan pronto la organización lo consignó, amplió su abanico de servicios en el año 2020 para alcanzarlos.

“Entre la población de trastorno por uso de sustancias hay muchas personas mayores, lo hemos identificado también en personas que viven en la calle. En estos últimos años que hemos visto tantos problemas con las sobredosis, nos hemos dado cuenta de que no solamente la pasan quienes tienen problemas de abuso de sustancias sino también personas que de alguna manera se exponen a la mal utilización de medicamentos recetados porque no conocen cómo utilizarlos, los dejan puestos en mal sitio o no recuerdan las horas en que los tomaron. Por su problema de soledad, el adulto mayor tiene un sistema de apoyo cada vez más limitado y tiene unas necesidades específicas, así fue como poco a poco fuimos dándonos cuenta de que tienen mucha necesidad y los incluimos en los servicios que damos”.

López está orgullosa por los resultados de la iniciativa. 

“Te puedo decir que estas experiencias son bien gratificantes porque, aunque trabajamos a unos niveles en que las personas ya están en un problema de uso de drogas crónico, cuando empiezas a intervenir y tienes la posibilidad de que puedan manejarlo, que no tengan que llegar a la cronicidad de las otras poblaciones que nosotros atendemos, realmente es bien satisfactorio. Esta es una comunidad que, con los años, cada vez está más aislada y necesitan apoyo porque pueden llegar a tener una cronicidad de uso, no importa la edad que tengan, así que puedo decir que la experiencia de IC ha sido muy buena y lo que queremos es seguir expandiendo los servicios”, señala la líder de capacitación.

La estrategia de la organización es “incorporar población que, tal vez, todavía no está siendo atendida con el interés que merecen”.

“Nos hemos dado cuenta de que no solamente le pasa a quienes tienen problemas de abuso de sustancias, sino también a personas que de alguna manera se exponen a la mal utilización de medicamentos recetados porque no conocen cómo utilizarlos”.

Priscilla López,
directora del Programa de Capacitación y Desarrollo Profesional de IC

“Ha sido super bueno. El resto de los proyectos de IC hemos tenido súper buena colaboración, tratamos de incluir experiencias. A veces nos dicen ‘¿ah, pero le van a hablar del tema de prevención de sobredosis a adultos mayores?’, porque hay personas que no lo entienden, y nosotros decimos que es la población que más sola vive, tenemos que crear un sistema de apoyo. Aún en égidas, usualmente viven individuales, pero pueden ayudarse unos a otros, por ejemplo, en la utilización del Narcan (medicamento de rescate por sobredosis de drogas), porque no es algo peligroso, cualquier persona puede hacerlo y no causa efectos secundarios”, dice.

Recordó que el impacto de las adicciones no se limita a quien las vive, sino además a sus familiares y amigos.

“De alguna manera u otra las adicciones afectan a todo el mundo y, si todos podemos poner nuestro granito de arena en la misma sintonía y ayudar a toda la población, uno hace la diferencia. También hay que pensar en otras posibilidades, muchos abuelitos son los encargados de cuidar a sus nietos -que saben dónde guardan los medicamentos- y en ese proceso educativo se les enseñan el manejo adecuado. La población de adultos mayores ha sido de mucha ayuda para sus hijos, pero mucha gente se va de la isla porque no tienen empleo entre otras situaciones, por lo que es una población que se ha visto bien impactada por la soledad”.

Como educadora en salud, López apuesta por la promoción en este campo y la considera “una de las mejores herramientas para trabajar la prevención y la educación”.

“A veces es lo único que tenemos para llegar a todas las comunidades y demostrar que se puede. Tal vez no saldrá todo el mundo, pero si tú logras que los que salgan se mantengan fuera de la adicción, ya uno está haciendo el cambio. Nuestro objetivo es que toda persona se sienta atendida y luego, si no cualifica para los servicios de IC, que se pueda referir adecuadamente. En IC se abre la puerta, se educa a la persona, se le da el servicio inicial y se refiere al nivel de cuidado que necesite. Eso es algo que me ha gustado mucho en más de veinte años que he trabajado aquí”, culmina López.

Para más información sobre la labor de IC, visita https://www.iniciativacomunitaria.org.

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