The Olga Iglesias Project y el Orfeón San Juan Bautista celebraron sus respectivos aniversarios con el concierto Juventud de mi Patria, que reunió a coros puertorriqueños con artistas y músicos profesionales.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


El maestro y tenor puertorriqueño Rafael Dávila, quien lleva varias temporadas
en el Metropolitan Opera House en Nueva York, fue la estrella invitada de la noche.

Imagina que siete coros de distintos puntos de la isla demuestren su talento el mismo día y en el mismo escenario: el Teatro de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Eso sucedió a finales de abril en el encuentro de coros, Juventud de mi Patria, espectáculo realizado en alianza entre The Olga Iglesias Project (OIP) y el Orfeón San Juan Bautista. Más de 300 voces corales se apoderaron de un repertorio destinado a exaltar a nuestro país, acompañados por el tenor puertorriqueño Rafael Dávila, la orquesta Cuerdas de Orfeo y exponentes locales del canto lírico.

El programa incluyó éxitos como Y entonces, de Sylvia Rexach; Bello amanecer, de Tito Henríquez; Génesis, de Guillermo Venegas; Bella es mi tierra, de María Cadilla Colón de Martínez; Oubao Moín, de Juan Antonio Corretjer; o Madrigal, de Felipe Rosario Goyco, entre muchos otros clásicos del repertorio nacional.

El fundador de OIP, Anthony Cheney Guzmán, explica que hace dos años Guarionex Morales Matos, cofundador del Orfeón San Juan Bautista, le invitó a celebrar juntos el aniversario de ambas instituciones ya que el Orfeón cumple 25 y el OIP, cinco.

“Ellos han visto el buen trabajo que estamos haciendo y nos invitaron a participar en su gala-concierto para reunir coros de la isla en un gran encuentro. Me pareció fenomenal”, indica Cheney quien agrega que Morales abrió una convocatoria que atrajo a coros de toda la isla mientras que OIP manejó los solistas que se incorporaron al evento.

“Contratamos a Rafael Dávila, el gran tenor puertorriqueño que lleva varias temporadas cantando en el Metropolitan Opera House de Nueva York. Entre ambos equipos pudimos llegar a las escuelas para dar talleres en los que los estudiantes se aprendieron la música. Este era un gran proyecto, todos los coros tenían que estar alineados con lo que iban a cantar en el concierto, también había que manejar la organización del transporte hacia los ensayos y la función desde pueblos como Humacao o Ponce, por ejemplo. El evento terminó siendo una gran obra de organización, de arte, se llevó bien y la gente quedó encantada con lo que se pudo lograr. Fue muy exitoso”, describe Cheney.

Por su parte el Orfeón San Juan Bautista describió el concierto en sus redes sociales como “una maravillosa tarde en familia y en celebración de la generación emergente y sus sueños, sus empeños, su disciplina, sus talentos y su profundo amor al arte de cantar”.

CINCO AÑOS DE GESTIÓN

The Olga Iglesias Project cumplió un lustro de labor preservando el legado musical clásico de nuestro país. El proyecto cultural ya no imagina cómo será su gestión, está inmerso en ella, sabe cómo se trabaja en Puerto Rico y el sello que quieren impartir a sus iniciativas.

“Es muy curioso hacer esa comparación del principio y el presente. Yo fundé esta organización solo y, obviamente, recluté una Junta directiva, pero ha sido una experiencia de crecimiento brutal como emprendedor, como gestor cultural, y realmente me siento muy orgulloso del trabajo que junto al equipo que recluté hemos podido hacer. Ya son casi 50 presentaciones en las escuelas de Puerto Rico, hemos podido emplear artistas y ser un motor económico en las artes”, señala entusiasmado.

Tras recibir en el 2022 el Premio Arte y Cultura que otorga la Fundación Ángel Ramos en la competencia empresarial EnterPRize de Grupo Guayacán, Cheney indica que “ha sido una evolución bastante rápida”.

“Eso fue un buen arranque. Hemos podido recibir ciertas subvenciones e impactar más escuelas llevando talleres de música clásica por todo Puerto Rico, a los salones, a las cafeterías, a las canchas, a las bibliotecas, con nuestros artistas residentes emergentes que integran el banco de cantantes profesionales de OIP. Ellos montan esos talleres. Recientemente hicimos una ópera puertorriqueña dirigida a los niños sobre las vidas de ciertos compositores puertorriqueños del siglo XIX, compuesta por la prolífica compositora puertorriqueña Johanny Navarro junto a la libretista Paloma Sierra. Fue una gran obra, una gran aportación al repertorio puertorriqueño”, explica sobre “La batalla de los clásicos”, pieza de 15 minutos estrenada en noviembre del 2024 en el Teatro Emilio S. Belaval de la Universidad del Sagrado Corazón.

"Es una montaña rusa, hay que estar bien enfocado en lo suyo y no preocuparse tanto de lo que está pasando en el marco. Hay que ser bastante creativos en la manera en que se usa la tecnología. Hay que buscar una base de gente fuera del entorno, donantes en línea, usar la inteligencia artificial, creo que estamos en una frontera nueva para las organizaciones sin fines de lucro".
Anthony Cheney Guzmán,
fundador de Olga Iglesias Project 

Esta ópera ya comenzó a llevarse a escuelas y en ella se exploran las creaciones de Juan Morel Campos, Manuel Gregorio Tavárez, Felipe Gutiérrez y Espinosa, compositores destacados en el siglo XIX en Puerto Rico. Los estudiantes descubren cómo un legado musical trasciende el tiempo, desarrollan orgullo por las creaciones y comprenden la necesidad de preservarlo.

“Me encanta ir a las presentaciones, especialmente con los más pequeños que se empiezan a reír entre ellos maravillados porque nunca en sus vidas han escuchado el canto lírico en vivo, se tapan los oídos porque es algo chocante, pero de una buena manera. Les gusta mucho porque es algo novedoso, algo que no han podido experimentar”, describe Cheney la oportunidad de escuchar las potentes voces de los cantantes.

En contraste con los logros, están los tiempos de reto económico que se vislumbran en algunos sectores ante el corte en ayudas federales. Es momento de ser ingeniosos. En el caso de OIP, las subvenciones que reciben de la National Endowment for the Arts y del National Endwoment for the Humanities -a través de la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades- quedaron canceladas tras las directrices del presidente estadounidense, Donald Trump.

“Es una montaña rusa, hay que estar bien enfocado en lo suyo y no preocuparse tanto de lo que está pasando en el marco. Hay que ser bastante creativos en la manera en que se usa la tecnología. Hay que buscar una base de gente fuera del entorno, donantes en línea, usar la inteligencia artificial, creo que estamos en una frontera nueva para las organizaciones sin fines de lucro. Hay que buscar una audiencia en línea porque todo se puede automatizar y no hay que poner mucha inversión para automatizar procesos que a una organización le puede costar varias horas en mano de obra. Esas estrategias de buscar otras fuentes de hacer las cosas hay que hacerlas”, recomienda Cheney.

Sobre el trayecto recorrido, lo describe como “gratificante” y asegura estar muy orgulloso “de lo que hemos podido hacer para la comunidad y para el país”.

“Hay tanto talento en Puerto Rico, la cultura es tan rica, que tenemos que desarrollar esa sensibilidad por la música, por las artes, no es solamente plena, bomba, reguetón y salsa. Los nenes tienen que aprender que hay algo más”, afirma Cheney aludiendo a nuestra diversidad musical.

¿Qué opinaría su abuela, la fenecida cantante lírica boricua Olga Iglesias, sobre su gestión con OIP, fundación establecida tras su fallecimiento? “Creo que estaría muy orgullosa, súper contenta con lo que hacemos con su nombre y con el legado musical clásico en Puerto Rico. Cuando ella estaba viva nunca pensé que iba a hacer esto, sé que ella está velando y sabe lo que está pasando. Ella fue exigente, tenía valores artísticos bien altos, trabajó con Pablo Casals, y pienso que podría hacerme algunas críticas, pero eso es una inseguridad mía”, culmina entre risas.

Para saber más de The Olga Iglesias Project, visita: https://www.olgaiglesiasproject.org.

Fotos / Suministradas / The Olga Iglesias Project

PARTICIPANTES DEL ENCUENTRO DE COROS

  • Rafael Dávila, tenor

  • Coral Juvenil Juan Morel Campos

Escuela Especializada Libre de Música Juan Morel Campos de Ponce

Profesora Melliangee Pérez, directora


  • Coro de la Escuela Especializada de Bellas Artes de Humacao Anita Otero Hernández

Profesora Fabiana B. González Cobos, directora


  • Coro de la Escuela Especializada en Ciencias, 

Matemáticas y Tecnología de Caguas

Profesora Mónica Peña Lozada, directora


  • Coro de Niños de Ponce

Profesora María Inés Suárez, directora


  • Coro de la Ponce High School

Profesor Víctor J. Quiles Ortiz, director


  • Corillo Andante

Escuela Libre de Música Antonio Paoli de Caguas

Profesora Dámaris M. Rivera Sánchez, directora


  • Coro Concierto

Escuela de Bellas Artes de Bayamón

Profesora Solmarí Figueroa Cruz, directora


  • Orfeón San Juan Bautista

Daniel Alejandro Tapia Santiago y Guarionex Morales Matos, directores


  • Proyecto Olga Iglesias

Christian García Roque, tenor

Shelzie Ramos, soprano

Martín Alicea, barítono

Ernesto Busigó Montero, pianistas


  • Cuerdas de Orfeo

Primeros violines

Stephanie Berríos Adorno, concertino

Anna K. Piñero Collado

Gabriel Pérez Casado

Mitchell J. Soto Ruiz

Paola Vázquez

Josué A. Meléndez Colón

Segundos violines

Keishla Cortés Martínez, principal

Valeria S. Martínez Santiago

Mariel Pagán Jiménez

Jonelys Ruiz Mojica

Violas

Andrés M. Martínez Santiago, principal

Luz M. Osorio Díaz

Lourdes N. Negrón Santos

Violoncellos

Yeliza Alemán Gaetán, principal

Emilia Guerra Montenegro

Contrabajo

Jan L. Rivera Rivera

Flautas

Edda Liss Feyjoo, principal

Cynthia Cartagena

 

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