La eliminación del fondo federal del que se nutría el programa de prevención de violencia de Taller Salud deja en el aire el servicio directo a 80 jóvenes y sus familias, y a más de 5,000 personas en la comunidad.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


La propuesta cubre el salario de 12 personas que ofrecen servicio directo
y sin esos fondos el proyecto no podrá continuar su labor eficiente y probada.

Sin que mediara aviso previo, el pasado 22 de abril la organización Taller Salud recibió un correo electrónico que alteró el futuro de su exitoso programa Acuerdo de Paz, que previene la violencia en comunidades de Loíza. La subvención que recibían por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos para mantener la iniciativa en pie quedaba cancelada inmediatamente, no aguardarían al cierre de año fiscal en septiembre 30.

Aludían, según cita la carta, a que “ya no están alineados con las prioridades de la agencia” en la administración del presidente Donald Trump, aun cuando se proponen reducir las violencias. El 80% de los fondos que mantienen vivo a Acuerdo de Paz provienen de esa asignación.

“Yo no veo que haya falta de alineamiento, ciertamente hay un cambio de lenguaje en cómo se definen las violencias y sus causas, eso lo hay. Cuando tú cancelas un fondo federal, porque incumples con tu contrato -y ese no es nuestro caso ni el de los otros grupos- o porque cambian las prioridades, se supone que tú informes que cambiaron las prioridades y los grupos tengan la oportunidad de presentar una versión revisada de su modelo para tratar de encontrar alineamientos con el gobierno. El buen uso de fondos federales requiere que tú no cortes los fondos a mitad de camino cuando ya hiciste una inversión significativa. Eso no se dio, ni se informaron intenciones de cancelar, ni tuvimos oportunidades de dar argumentos en una vista oral, sencillamente de forma unilateral se nos canceló, poniendo en riesgo a poblaciones bien vulnerables”, puntualiza Tania Rosario, directora ejecutiva de Taller Salud, organización con sede en Loíza que mantuvo por poco más de 12 años el programa que propiciaba la paz día a día entre grupos en pugna.

Taller Salud no fue la única organización afectada, otras que brindan servicios similares en todos los estados estadounidenses también corrieron igual suerte.

“Esta fue una subvención histórica que se aprobó en el 2022 por un acuerdo bipartito para reducir la violencia con armas de fuego. Somos la única organización en Puerto Rico que obtuvo esos fondos federales, eran $2 millones para gastar en tres años, nos quedaba $1 millón; si hubiese sido un proceso ordinario habríamos pedido una extensión porque teníamos sobrantes. Ellos te aprueban la propuesta, pero no inmediatamente el presupuesto, así que no empezamos a gastar en 2022 porque no lo teníamos aprobado, esperamos al 2023 y se generaron seis meses de sobrantes”, subraya Rosario.

La propuesta cubre el salario de 12 personas que ofrecen servicio directo, incluyendo alcance comunitario, manejo de casos, sicología e interrupción de violencia, y cuatro personas más de apoyo administrativo que incluye el área de comunicaciones y evaluación. Rosario detalla que “había 16 salarios por tres años que se sustentaban de esa propuesta”.

“Recibían servicios alrededor de 80 jóvenes y sus familias, 20 familias en el grupo de madres que han perdido hijos por la violencia, y la comunidad general recibía servicios a través de actividades comunitarias como torneos, ferias de salud mental, caminatas, campañas educativas, que suman unas 5,000 personas beneficiadas al año”.
Tania Rosario
Directora ejecutiva
de Taller Salud 

“Recibían servicios alrededor de 80 jóvenes y sus familias, 20 familias en el grupo de madres que han perdido hijos por la violencia, y la comunidad general recibía servicios a través de actividades comunitarias como torneos, ferias de salud mental, caminatas, campañas educativas, que suman unas 5,000 personas beneficiadas al año”, indica.

La pérdida de fondos implica el cierre del programa. “Nosotras no podemos operar sin ese fondo”, lamenta Rosario.

Organizaciones que integran el movimiento de reducción de la violencia en Estados Unidos recibieron el mismo correo electrónico que Taller Salud ese día. Rosario indica que se programó una llamada de emergencia con todos y convocaron a las coaliciones nacionales de Estados Unidos. “Estuvimos más de 400 personas en esa llamada”, dice la líder.

Para esas fechas estaba en pie la celebración de un simposio de un día sobre violencia comunitaria en la capital federal y otro día sería destinado a la abogacía, a presentar los logros de sus programas en distintas oficinas del Congreso. “El evento lo transformamos para hacer espacio para el luto que significa perder un financiamiento tan importante con tan buenos resultados, no solo en Puerto Rico si no en otras zonas también, en todos los estados hay proyectos similares y en algunos hay más de uno. Además, aprovechamos para resaltar el modelo de salud pública que nosotros llevamos a cabo”.

Desde que el presidente Trump asumió el poder se ha identificado el siguiente patrón: sus órdenes ejecutivas dan pie a tomar acciones sin precedentes en el aparato gubernamental para cumplirlas. “Habíamos estado viendo que se cancelaban asignaciones en áreas de justicia ambiental, cambio climático, pero no había precedente. En el pasado podía ocurrir que no te renovaran el grant o que no te autorizaran extensión, pero cancelar un grant en curso es bastante sin precedentes”.

TOCANDO PUERTAS


Integrantes del equipo de trabajo de Acuerdos de Paz que durante años
han demostrado con éxito cómo el conocimiento profundo de la comunidad
en combinación con el modelo de interruptores de violencia, entre otros
aspectos del programa, ha logrado generar ambientes de paz en Loíza.

Las organizaciones afectadas que ubican en los Estados Unidos continentales llamaron a sus gobernadores que, a su vez, levantaron sus teléfonos para cuestionarle a sus representantes en el Congreso la decisión y pedir respaldo. Esa no es nuestra realidad política. Aun así, Rosario indica que acudieron a oficinas en el Senado y en la Cámara de Representantes en busca de aliados que pudieran interceder e intentar revertir la terminación de los fondos para Taller Salud.

“Queríamos estar en récord explicando las consecuencias de no revertir el grant para Puerto Rico y lo hicimos con congresistas que tienen grandes grupos de electores boricuas en sus estados, como New Jersey, Nueva York y fuimos a la oficina del comisionado residente, Pablo José Hernández. Llevamos materiales educativos en inglés, dimos seguimiento por email y estuvieron muy receptivos, estaban en shock de que un programa así perdiera su financiamiento”.

De igual forma enviaron una carta de apelación, mecanismo estipulado en la carta original recibida en abril. “Apelamos y estamos esperando respuesta. Entiendo que las coaliciones y organizaciones nacionales tomarán alguna acción legal, pero no creo que sea el caso de las organizaciones pequeñas como nosotros”, señaló Rosario.

El gobierno estatal no ha opinado sobre la terminación de fondos que limita los servicios de Taller Salud en Loíza. No obstante, las fundaciones del ecosistema del tercer sector local sí han respondido. “Nos han brindado apoyo de emergencia para no tener que cancelar contratos inmediatamente y poder hacer un cierre de casos, de ciclo, hacer referidos de los pacientes que es en lo que estamos trabajando”.

El programa de atención a las sobrevivientes de violencia de género que mantiene Taller Salud, “Tu paz cuenta”, también tiene una alta dependencia de fondos federales, particularmente sus servicios legales, sicosociales y de vivienda transitoria.

Rosario lleva 18 años trabajando en Taller Salud y nunca había vivido este escenario. Los peligros de hace diez años estaban atados a fondos estatales aprobados pero que presentaban demoras en sus reembolsos, por lo que hicieron la transición hacia nuevos modelos de financiamientos.

“Así llegamos al modelo actual en donde gran parte de los servicios los estábamos subsidiando con dinero federal que venía directo de las agencias federales hacia nosotros. El resto de nuestro trabajo lo cubren fondos privados, pero los de servicio mayormente estaban cubierto con fondos federales en este momento”, indica.

“No te niego que tenemos mucha tristeza, estamos consternadas, pero a la misma vez tenemos mucho sentido de responsabilidad con los empleados y las empleadas y con la comunidad. Estamos elaborando estrategias a corto plazo para poder extenderle la vida a Acuerdo de Paz, por lo menos en los aspectos más esenciales, aunque reduzcamos servicios, pero ahí tendríamos que ir mes a mes. Con “Tu paz cuenta” estamos haciendo un plan de mitigación con los servicios porque nos preocupa que nos pueda llegar una notificación de hoy para hoy y lo que implicaría para nuestras sobrevivientes que reciben estos servicios no contar con ellos”, concluye Rosario.

Para más información sobre Taller Salud, visita https://www.tallersalud.com. 

 

Fotos: Javier del Valle

 

 

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