La Fundación Puertorriqueña de las Humanidades pierde su fondo principal tras la reestructuración del gobierno federal, aun cuando procede de una antigua ley aprobada por el Congreso.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


La directora ejecutiva de Humanidades Puerto Rico Sonya Canetti recibió la carta
en la que se le informó de la cancelación de los fondos
ya otorgados el pasado 2 de abril.

Ni la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades -ahora Humanidades Puerto Rico- se libró de los recortes federales para reconciliar el presupuesto gubernamental estadounidense con las prioridades de la administración del presidente Donald Trump. Lo inusual es que la organización integra la longeva National Endowment for the Humanities ya que es uno de los 56 State Humanities Council distribuidos por todo el territorio estadounidense desde el 1971 para propiciar que los fondos destinados a las humanidades llegaran a las comunidades más remotas. 

Desde el 1976 Puerto Rico es uno de los llamados State Humanities Council y las donaciones anuales que recibe oscilan entre los $800,000 y $1 millón de dólares. Con ese dinero se respalda de distintas formas la gestión del amplio campo de las humanidades en la isla, desde las visitas que conferenciantes a escuelas públicas del país hasta el respaldo a creaciones artísticas, trabajo de investigación y documentación, entre muchas otras iniciativas.


La noticia llega en un momento difícil para la organización que recientemente
inauguró su nueva sede en el Cuartel de Ballajá con una programación
lista para ampliar sus ofrecimientos a la comunidad.

“No es cualquier fondo es un fondo operacional”, explica Sonya Canetti Mirabal, directora ejecutiva de Humanidades PR.

“Y lo administra una oficina de Federal State Partnership, que se crea cuando se crean los concilios de las humanidades que fue un acto el Congreso para asegurarse que los fondos llegaban a las instancias más locales y a las comunidades, que no se quedaban entre las organizaciones que tenían más capacidad para solicitar los fondos para los que se compite a nivel nacional como son las grandes universidades o los museos”, agrega.

Las 56 organizaciones -estatales y jurisdiccionales- son las únicas que tienen acceso a ese fondo operacional. Aunque no se otorga por competencia como otros, los concilios deben solicitarlo anualmente, tienen que mantenerse acreditados y someterse a auditorías continuas.

"La filantropía privada, por más generosa que quiera ser, no es su trabajo sustituir la función del gobierno. Aunque encontremos otros aliados, siempre vamos a seguir reclamando que esa inversión pública es importante, justificada y necesaria".
 Sonya Canetti
Directora ejecutiva
Humanidades Puerto Rico 
 

“Es un fondo que requiere un alto nivel de cumplimiento, esto ni es automático ni es algo que no se supervisa, por eso es que nosotros insistimos en que después que recibimos la encomienda de asegurarnos que las humanidades llegaran a las comunidades, lo que hemos hecho por casi 50 años, de la noche a la mañana se nos cancela un fondo que lo asigna el Congreso”, declara la directora.

Canetti explica que la determinación de la administración Trump implica que “se abolió el compromiso de asegurarse de que estos programas llegaran a comunidades en todo Estados Unidos”.

LLEGÓ LA CARTA

La notificación arribó mediante carta el 2 de abril, a las 11:53 de la noche, mediante correo electrónico. La misiva enviada a los consejos es la misma que se les envió a los beneficiarios de NEH que tenían una subvención abierta. 

“No se trató a los concilios como el aliado local que ha sido por años sino como cualquier otro grant, sin tomar en cuenta que cuando un grant operacional se otorga, ese dinero se obliga, no se guarda, es para invertirlo en las comunidades, en los servicios que se ofrecen. Ahora nosotros nos quedamos con esas obligaciones contraídas lo que tiene implicaciones serias”, señala preocupada.

Según Canetti, la misiva subraya que la labor que realizan los concilios “no es prioridad, importante, ni pertinente” y justifica la determinación con la meta de “eliminar el fraude y el derroche” de fondos gubernamentales. Aún durante la pandemia por COVID-19, Humanidades PR continuó trabajando y distribuyó $1.2 millones, informa su directora.


Como parte de la oferta cultural con la que 
inauguraron la nueva sede, presentaron la
exposición "El arte de La Borinqueña"
curada y diseñada por el artista
Edgardo Miranda-Rodríguez, en la cual
se repasa el desarrollo e impacto de la serie original
de novelas gráficas creadas por él a partir de
La Borinqueña, un personaje original presentado
en una historia clásica de superhéroes.

“Esa carta es tremenda porque es un discurso en contra del gobierno federal, se presenta la inversión del gobierno como un mal gasto en todo ese discurso del Department of Goverment Efficiency (DOGE) responsable del cierre del NEH. La carta estaba firmada por el acting chair de NEH, pero fue enviada por un email que no era el oficial de la entidad, ni por la plataforma normal de envío de estas comunicaciones. Además, está la pregunta de si el Congreso determina cómo se invierte el dinero público o el Ejecutivo, y ese presupuesto había sido aprobado por el Congreso. Es una pregunta legal”, indica.

Se supone que el fondo asignado a Humanidades PR acabara el 31 de octubre. 

“El grant que nosotros teníamos abierto era para usarse de tres a cinco años, le quedaban dos años y un balance de $758,000 dólares, así que nos quitaron en medio del proceso un grant que tenía balance, que tenía periodo de actividad y que había sido aprobado legítimamente. Con algunas diferencias, pero esto es lo que está pasando con todas las agencias donde no se están reconociendo las obligaciones contraídas, se están cuestionando ideológicamente”, expone Canetti.

La separación de poderes queda en la mira. La directora indica que se trata de agencias que no le respondes al Ejecutivo. “Son agencias que tienen una misión creada por ley y la idea de que el Ejecutivo puede cerrarlas o abrirlas no es tan cierta, el presidente no tiene necesariamente esos poderes porque para eso existen los check and balances”, dice.

Otra pregunta que queda en el tintero es si por medio de una orden ejecutiva se puede tomar esta decisión sobre una agencia creada por ley del Congreso. 

“Nosotros lo que planteamos es que los grants deberían ser rehabilitados. Ha sido bien contradictorio porque por un lado se nos quita el grant y por el otro se permitió llenar la solicitud anual para solicitarlo; la de 2026 la radicamos el 1 de mayo. Lo que nos duele a otro nivel es la incertidumbre y las señales mezcladas que reciben equipos de trabajo sumamente comprometidos”.

Canetti lamenta que el lenguaje utilizado para “reducir la burocracia federal” representa a las personas que trabajan en el gobierno federal “casi como si estuvieran allí sin ningún propósito que no fuera cobrar un sueldo y regalar dinero”. 

“Nuestros interlocutores en la NEH tienen grados académicos avanzados en las Humanidades en sus campos de especialidad, son conocedoras de las necesidades de los sectores en los que trabajan: educación, preservación, conservación y acceso, humanidades públicas, entre otros. Es gente que por muchos años se ha dedicado a pensar esto y han hecho un gran servicio al país”, indica sobre un cuerpo laboral que ha perdido al 80% de sus empleados que han sido enviados en licencias administrativas.

“Eso hace inoperante el trabajo y se nos deja a los solicitantes o colaboradores sin interlocutores internos. Es un desmantelamiento y nos preguntamos si se reflexionó del todo. Es un golpe a 56 organizaciones que son un modelo de acción cívica y ha sido un programa que ha servido a Puerto Rico ininterrumpidamente por casi 50 años”, puntualiza.

En los últimos años, Humanidades PR había comenzado un trabajo de diversificación de fondos que hoy les evita cerrar sus puertas de inmediato. En la isla cuentan con el apoyo de la Fundación Ángel Ramos y Fundación Flamboyán, entre otras, y de la estadounidense Andrew Mellon Foundation reciben un grant operacional. 

“Estamos con las puertas abiertas para conseguir nuevas fuentes de fondos. Fuimos tocando varias puertas para cambiar la escala del trabajo”, insiste Canetti aludiendo al espacio que habilitaron en el Viejo San Juan para añadir nuevos servicios directos a la comunidad.

“Aun así, no es tan fácil. La filantropía privada, por más generosa que quiera ser, no es su trabajo sustituir la función del gobierno. Aunque encontremos otros aliados, siempre vamos a seguir reclamando que esa inversión pública es importante, justificada y necesaria. En Puerto Rico, lo único que hicimos fue cumplir con la misión que se nos encomendó”, culmina Canetti.

La Fundación Mellon ya anunció una asignación millonaria para respaldar estas organizaciones culturales afectadas en Estados Unidos. Funcionaría a base de pareo y Humanidades PR debe reunir $50,000 dólares para poder recibir el resto de la asignación. 

Para más información, visita en Facebook @Humanidades Puerto Rico.





 

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