Por Sor Magna Martínez Jiménez

La vida es regalo de Dios y llega a su plenitud cuando su capacidad de generar vida se multiplica en la sociedad. Generar vida, considero sean las palabras que describen a nuestra querida Argentina Schifano Hills, conocida como Doña Tina. Una mujer que supo desarrollar con sabiduría los dones recibidos de Dios generando en Puerto Rico una comunidad enriquecida por la cultura, las artes, la educación y la libertad en su expresión, sostenida en la fe.

La valentía de la caridad nace de una fuerza interior, esa fuerza interior tiene una fuente, el Dios que desde siempre estaba presente en la vida de Doña Tina, al que aprendió a amar e invocar en su familia desde sus orígenes en Italia. Sus raíces se entretejen en las tierras que vieron crecer el cristianismo y a centenares de misioneros que han portado la buena noticia por todo el mundo. Italia es su tierra natal, la que tiene que abandonar a causa de los estragos causados por la Primera Guerra Mundial. Experiencia dolorosa que no la sumerge en la devastación, sino que la empodera con una clara conciencia de la dignidad humana.  Es así como la familia Schifano se establece en Estados Unidos, lugar donde luego de unos años Tina conoce a nuestro compueblano Ángel Ramos. Así llega a Puerto Rico: ¡misterio de Dios!

Para Doña Tina, Ángel Ramos era un puertorriqueño fascinante, un hombre agradecido de Dios, de la vida, de un corazón muy humano, capaz de abrir nuevos caminos en su vida y también en la vida de los demás. Era del tiempo, describe Doña Tina, en el que la palabra tenía gran valor, bastaba un apretón de manos para firmar un contrato. Es así como Doña Tina se enamora de nuestro país: “Vine amando a un puertorriqueño y me quedé amándolos a todos”

Juntos iniciaron muchos sueños en los que privilegiaban las nuevas formas de las comunicaciones como expresión de la dignidad humana, así como también alternativas para propagar la cultura. El gran sueño fue la Fundación, iniciada en el 1958 con el fin de ayudar a las familias, a los estudiantes, a la isla de Puerto Rico. Pero les sorprende la muerte repentina de don Ángel, hombre visionario y uno de los padres de las comunicaciones en nuestra isla, acontecimiento que conduce a Tina a asumir roles impensables para una mujer en aquel tiempo. La pérdida no determinó su camino, ella supo anclarse en ese amor que juntos habían profesado para continuar hacia el horizonte del sueño iniciado. Un proyecto en el que circulaba la generatividad -ese impulso de nutrir a la próxima generación- de las comunicaciones: prensa, radio, televisión sin perder de vista favorecer el desarrollo de la comunicación con las comunidades, con el apoyo a las entidades que hoy llamamos el tercer sector.

Una mujer de cultura que con entrañas maternas contribuyó también a que los puertorriqueños tuvieran la oportunidad de desarrollar las artes en sus diversas manifestaciones, porque la cultura es patrimonio de la historia, de las raíces que nos identifican como pueblo y nos enlazan con humanidad. Afirmaba Doña Tina: “No hay placer más grande que pensar que algo que me ha dado tanto gozo, pueda donarlo a una institución donde los jóvenes lo vean, es hacer realidad que el Museo - la cultura sea centro de la vida comunitaria”. Tina amaba el arte y como centinela lo cuidaba.

Al releer algunos datos de su vida es inspirador reconocer su valentía para asumir roles de liderazgo en la prensa en una época dominada solo por hombres. Nos ubicamos en los años 60 y 70, cuando no era usual ver a una mujer dirigiendo una empresa, mucho menos en las comunicaciones; no obstante, Doña Tina asume esa misión con gallardía, con el fin de ofrecer al pueblo puertorriqueño opciones de libre expresión y de abrir nuevos escenarios en las telecomunicaciones con gran competencia.

Una mujer generativa no limita su mirada a los suyos, es capaz de ampliarla a toda América en los esfuerzos de la libertad de prensa. Incluso es la primera mujer que asume la presidencia de la Sociedad Interamericana de Prensa en el 1977; esa década de los 70 y 80 durante la cual era prohibida la libertad de expresión en muchos países de América. Durante los 25 años que formó parte de la Junta Directiva con diversos roles, fue mediadora para la liberación de algunos periodistas encarcelados en América Latina. Tina tenía muy claro lo importante de la libertad de conciencia como derecho humano básico y esencial de la libertad y dignidad humana. Así lo afirma en su discurso de aceptación de la presidencia, del cual les comparto algunos extractos que nos muestran su visión.

“Creo que la mayoría de los latinoamericanos hoy comparte mi opinión de que la dictadura, no importa cuán común y enraizada, es esencialmente una aberración”. 

“Proyectemos nuestra cruzada en pro de la libertad de prensa, no como un principio abstracto e idealista, sino como un arma poderosa de justicia y dignidad humana”.

“Podemos superar siglos de pobreza económica sin sacrificar la libertad individual y colectiva”.

La contribución de Doña Tina se caracteriza por una acción generativa, se sentía madre de la juventud puertorriqueña. Comentaba, en una entrevista, que en las nuevas generaciones se debe cultivar la honradez, el valor de la palabra, la lealtad, el trabajo, la dedicación a las personas que se ama en lo concreto. Podemos subrayar que ella es una mujer generativa de la sociedad desde diversos ángulos: su valor que la conduce al ingenio, que es voluntad de asumir el riesgo; la innovación capaz de lograr una movilización que trasciende estereotipos y abre nuevos caminos descubriendo y apoyando recursos humanos en la comunidad; su lealtad y confianza construyendo relaciones, invirtiendo en lazos y significados compartidos que mueven la pasión y afectividad; su adecuación que la mueve a la reforma que implica comprometerse con el mundo, no para aceptarlo como es, sino para cambiarlo desde abajo en continuidad con una historia de la que forma parte; la sensibilidad para desarrollar estrategias de sostenibilidad desde la autogestión; la resistencia en el sacrificio capaz de enfrentar los conflictos y de no rendirse ante las dificultades. Su capacidad de generatividad es capaz de imprimir un impulso de renacimiento dentro de la realidad, que "hace sagrado" a través de la dedicación y el compromiso.

“Uno la voz de los niños y los jóvenes, los preferidos en el corazón de Doña Tina, porque en ellos se encuentra la semilla de un cambio capaz de transformar nuestras comunidades en una verdadera familia, que como buen árbol custodia las raíces del patrimonio cultural haciendo florecer los principios y valores que nos caracterizan”.  

La generatividad social de Doña Tina no se reduce al acto de generosidad porque es un continuo diálogo con el contexto, activando un movimiento que se extiende en el tiempo, se expande en el espacio y llega a otros, creando relaciones sociales dinámicas, abiertas al cambio, sostenibles, plurales e intergeneracionales. Como describe Magatti: “generar vida requiere el proceso de desear, alumbrar, cuidar y dejar elevar el vuelo. La generatividad es el acto que también da vida a estructuras sociales, culturales, económicas, inspiradoras de valores, ideas, principios y praxis orientados al bien, al desarrollo integral de la persona y al compromiso solidario”.

Doña Tina, por medio de la Fundación Ángel Ramos, ha generado empoderamiento de personas y comunidades para garantizar la participación y establecer formas sostenibles de vida fundamentadas en el tercer sector. Ha favorecido la formación de centenares de hombres y mujeres que se han convertido en agentes multiplicadores del bien en las comunidades. Como mujer emprendedora amaba su actividad como un modo para realizar cosas hermosas, que apasionan y en las cuales involucra a los demás, promoviendo las capacidades, estimulando la creatividad y cultivando la responsabilidad con una pedagogía de la continuidad. La generatividad alcanzada por la relación profunda entre Dios, la persona, los demás y la creación que da sentido de la existencia.

La historia nos recuerda la vida de mujeres que rompieron los esquemas de su tiempo, Teresa de Ávila, Teresa de Calcuta, Malala y Santa Hildegarda, que rompió los esquemas que impedían a las mujeres estudiar y entrar en la biblioteca. La aportación de la mujer, como dice el Papa Francisco, manifiesta la conciencia de que existe una mirada sobre el mundo y sobre todo lo que nos rodea, sobre la vida y sobre la experiencia, que es propia de la mujer. Su aportación al diálogo con voz femenina, porque la mujer tiene el don de aportar una sabiduría que sabe curar las heridas, perdonar, reinventar y renovar. Basta recordar que en la historia de la salvación es una mujer la que acoge el Verbo y también son las mujeres quienes cuidan en la noche oscura la llama de la fe, las que esperan y proclaman la Resurrección. La realización alegre y profunda de la mujer se centra en la acogida y el anuncio con una marcada capacidad de sostener dinámicas de justicia en un clima de ‘calor doméstico’ en los diferentes ambientes sociales. En fin, subraya el Papa, la mujer es la imagen de la Iglesia madre, porque la Iglesia es mujer, es la dimensión femenina de la Iglesia como seno acogedor que genera y regenera la vida. La mujer es la que da armonía y sentido al mundo.

Argentina, una italiana que ha amado tanto nuestra tierra, nuestra gente, con un amor concreto al favorecer el desarrollo del tercer sector en una variedad de formas: educativa, cultural, artística, dando así visibilidad a tantos esfuerzos que eran invisibles en las comunidades. Una visibilidad con el rostro de la propia entidad con la que la Fundación se goza y enorgullece tras las bambalinas sin buscar reconocimientos. Una mujer que vive el principio de la maternidad social haciendo brillar la gestación del sentido de hermandad. 

Uno la voz de todas las órdenes religiosas para agradecer el don de la vida y misión de Doña Tina; por creer y favorecer la obra pastoral comunitaria cimentada en los principios cristianos.

Uno la voz de las comunidades de voluntarios en sus diversas expresiones de la educación, el arte, el tiempo libre, la cultura, una voz que se transforma en melodía, en pintura transparente de la gratitud. 

Uno la voz de los niños y los jóvenes, los preferidos en el corazón de Doña Tina, porque en ellos se encuentra la semilla de un cambio capaz de transformar nuestras comunidades en una verdadera familia, que como buen árbol custodia las raíces del patrimonio cultural haciendo florecer los principios y valores que nos caracterizan.  

Uno la voz del pueblo puertorriqueño que eleva un gracias a Dios por regalarnos modelos que nos inspiran a seguir entretejiendo redes de relaciones que reconocen a la persona en su dignidad humana como bendición de Dios.

Como religiosa de una comunidad de fundadores italianos, Don Bosco y Maria Mazzarello, agradezco la generatividad de Doña Tina en nuestro amado terruño. En este tiempo Dios ha querido que desde Puerto Rico me encuentre en la tierra de Doña Tina, donde estoy para colaborar en la formación de nuevos educadores para Italia y para todos los continentes. Soy parte de la Pontificia Facultad de Ciencias de la Educación Auxilium de las Hermanas Salesianas, la única Pontificia regida por una mujer Gran Canciller. Es para mí una oportunidad para retribuir tanto bien recibido en nuestra isla. Es Dios quien nos invita a vivir la reciprocidad como paradigma del ser todos hermanos y hermanas.

Estamos invitados a ser generadores de vida para que la música de los principios evangélicos que movió los esfuerzos de Doña Tina pueda continuar resonando en nuestras casas, en nuestras plazas, en los trabajos, en la política y en la economía, una melodía que nos desafía a vivir y promover la dignidad de cada persona como hijos de Dios. Agradecemos a Dios por haber suscitado y guiado la misión de esta gran mujer; y agradecemos a Doña Tina por haber respondido con tanta generosidad a su vocación, dejando su corazón en las familias puertorriqueñas.

Fuentes consultadas:

  • Collado Schwarz, Á. (Productor). (2004, abril 4). #68 Ángel Ramos: el visionario de las comunicaciones en Puerto Rico y Latinoamérica [entrevista, con la participación de Doña Tina Hills]. En La Voz del Centro. 
  • Sociedad Interamericana de Prensa. (1978). Discurso de aceptación de la nueva presidenta, Argentina Hills, viernes 21 de octubre de 1977, en la República Dominicana. XXXIII Asamblea General.
  • Vargas Casiano, P. (2016, agosto 22). Medalla de Oro a Argentina “Tina” Hills. El Nuevo Día.
  • Telemundo Puerto Rico. (2015, 2 de marzo). Doña Tina Hills: Una líder entre filantropía y arte adoptada por Puerto Rico. Telemundo Puerto Rico. 
  • Escuela de Periodismo de la Universidad de Missouri. (2003, julio 21). La galardonada periodista argentina, Marina Walker, ha sido distinguida como la primera becaria Tina Hills. Columbia, MO: Universidad de Missouri.
  • Ruiz Mercado, Á. L. (2015). La aportación de la mujer al crecimiento económico: El caso de Puerto Rico. Revista Empresarial Inter Metro / Inter Metro Business Journal, 11(2), 21.
  • Vivas A., M. del S. (2003). El perfil de la mujer presentado por Juan Pablo II en sus escritos. Theologica Xaveriana, (146), 215-232. 
  • Francisco. (2020). Fratelli tutti: Carta encíclica sobre la fraternidad y la amistad social. Ciudad del Vaticano: Libreria Editrice Vaticana
  • Francisco. (2020, 7 de octubre). Mensaje del Santo Padre a las participantes en la Consulta Femenina del Pontificio Consejo de la Cultura. Ciudad del Vaticano: librería Editrice Vaticana.
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