
4 DE OCTUBRE DE 1921 - 23 DE SEPTIEMBRE DE 2025
El privilegio de servir no fue suficiente para Argentina S. Hills, “Doña Tina”, como se le llamaba con afecto. Comprendió pronto en su camino que el amor hacia los demás no era un sentimiento estático, sino que adoptaba nuevas formas de expresión cuando, además, procuraba transformar. La determinación de mejorar vidas y comunidades se convirtió en su norte y hacia él caminó sin distracciones, acompañada de aliados que compartían su meta.
Durante sus años en nuestro país, esa llama encendida se tradujo en un liderato sensible y un compromiso constante. Doña Tina presidió la Fundación Ángel Ramos desde su formación en el 1958 hasta el 2008, periodo en el que gestó un estilo filantrópico innovador, marcado por la aspiración de perfeccionar su efectividad y multiplicar sus aciertos. Consideró la Fundación como la continuación y proyección del compromiso con su país de quien fue su esposo, Don Ángel Ramos.
Mas el cariño por esta isla no era exclusivo del empresario de las comunicaciones. Puerto Rico siempre fue para Doña Tina la tierra que con tanto amor la acogió y a ella le devolvía su cariño en forma de incansable gestión filantrópica. Los retos fueron numerosos y variados, pero nunca más poderosos que su determinación. Para la Junta de Directores, la administración, el equipo de trabajo y los amigos de la Fundación, Doña Tina es una fuente de inspiración y, para nuestro Puerto Rico, un modelo a seguir. Porque es un orgullo exaltarla, presentamos tres áreas temáticas que abarcaron su vida a partir de la década de los 50 hasta inicios del milenio: Familia, Filántropa, y Empresaria y líder de la comunidad.
Conocer el legado de Doña Tina es descubrir un periodo clave en la historia de la filantropía en Puerto Rico. Este es nuestro tributo.