Te presentamos a una de las cuatro organizaciones finalistas de la vigésimo octava edición del Premio Tina Hills que se entregará el próximo 14 de noviembre de 2025 en el marco de la Semana de la Filantropía. 

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


Cathy Vigo y Pedro Adorno, fundadores de Agua, Sol y Sereno

La sede del colectivo teatral Agua, Sol y Sereno (ASYS) en Trastalleres no es un vecino más en la comunidad santurcina. Basta con asomarse al espacio de puertas abiertas para ver lo que allí se trabaja: cabezudos. Los culminados descansan en anaqueles, los que están en proceso comienzan a tomar forma en mesas de trabajo, así como las máscaras y otras figuras/objetos que utilizan en sus presentaciones teatrales. 

La labor no culmina ahí, el círculo se cierra cuando visitan comunidades a incentivar el uso de su imaginación como vía para entender sus conflictos y encontrarle soluciones. Fundado en el 1993, ya superan tres décadas de trabajo artístico y social y, este año, debutan como finalistas al Premio Tina Hills 2025. Por eso conversamos con sus fundadores, los artistas Pedro Adorno y Cathy Vigo, en la Casa-Taller Agua Sol y Sereno.

“Los participantes de los proyectos que hace ASYS en comunidades, universidades, instituciones carcelarias, tienen un elemento en común: que esa experiencia de taller y el rito final de presentación es un lugar donde practicamos y ensayamos lo que nos gustaría que viviera el país. No es que estamos evitando que los jóvenes caigan en malos pasos o que haya un problema de violencia, es que la experiencia del taller traiga una forma de convivencia, de validar conocimiento, de creatividad e imaginación que la gente diga: ‘ah, esto se puede vivir’, ‘esto se puede sentir’. Queremos ensayar lo que nos gustaría que fuera Puerto Rico, que fuera la humanidad. No vamos a dar talleres de lo que no sabemos, hacemos arte del que sabemos, teatro del que sabemos y de lo que estamos bregando con nosotros mismos”, explica Adorno la propuesta comunitaria. 

Vigo, de otra parte, destaca que a los participantes se les propone “un ambiente de tú a tú, de amistad, de complicidad, de cuidado. Estamos todo el tiempo escuchándonos, estamos muy pendientes de cómo se sienten”. Es partidaria de que “el proceso va por encima del producto”, porque no hacerlo interrumpe la “continuidad y el crecimiento”. “Los participantes traen mucha información y hay que validar esa experiencia “, declara.

Los cabezudos son la cara visible de ASYS, pero su labor creativa y social es más compleja.

“Para que cualquier persona sepa qué hace ASYS, aparte de los cabezudos y los zancos en la San Sebastián, -que es lo más visible- lo que hay que hacer es visitarnos en un taller, en el trabajo con las comunidades, ver la labor que hacemos. Somos muy abiertos, en muchos aspectos, somos artistas arriesgados porque creemos que esa parte de arriesgar el trabajo pone en evidencia lo que cualquier persona pudiera hacer en la comunidad artística, de saberes o cualquier otra. Nosotros nos ponemos de iguales, no tratamos a la comunidad, al público o a cualquier otra persona con superioridad porque tengamos otros saberes, sino que tratamos de compartirlo. Es una forma bonita de conocer lo que hacemos”, indica Vigo quien se formó como bailarina de ballet.

“Somos un laboratorio de lo que queremos que sea nuestro país”. 
Cathy Vigo
Cofundadora
de Agua, Sol y Sereno 

Adorno agrega que ese componente de riesgo revela el modo en que se acercan “a la vida”. Podría decirse que coleccionan distintas definiciones de lo que implica ser puertorriqueño; nunca hay un solo Puerto Rico ni un único modo de vivirlo. 

 “Ese elemento que heredamos del teatro latinoamericano que se compromete con las comunidades y los problemas sociales, que está donde nos necesitan o nos llaman. Esas comunidades organizadas o esas organizaciones sin fines de lucro nos llaman, nos dicen ‘estamos pasando por el huracán o por el terremoto o necesitamos una resolución de conflictos sobre asuntos de violencia de la comunidad’, en ese momento nace una posibilidad del artista investigador donde nuestro recaudo nos inspira a hacer la próxima obra de teatro o el próximo cabezudo. Cuando te sientas con gente de la comunidad te das cuenta de que el caserío es bien diverso, que los campos son bien diversos, entiendes cómo vive una madre soltera en una urbanización o en Cantera, esa gente nos deja saber quiénes somos como país”, señala Adorno, director artístico de ASYS y educado en música.

Como grupo creativo, son fieles creyentes de que si como artista, “tú no tienes resueltas las comunidades internas, no puedes ir a hacer trabajo comunitario”. “Cuando tú respetas la diversidad dentro de ti y tus contradicciones, puedes enfrentarte a una diversidad en la comunidad porque son muchos tipos de gente”, indica Adorno y añade que, al llegar a una comunidad, primero los artistas “van a escuchar, van a aprender”. 

“Uno puede utilizar el arte para entretener y evadirse o puede utilizarlo para profundizar y sanar. Nosotros escogimos esa ruta que todo el tiempo nos cuestiona dónde estamos nosotros, que es el arte vivo”, señala Adorno.

Mantener activa la compañía artística a lo largo de tres décadas ha exigido mucho esfuerzo. “Es un país muy competitivo en términos comerciales. En los noventa se veía un Puerto Rico de avenidas, de mucho expreso, de centros comerciales grandes, de capitalismo rampante cuando nosotros estábamos apostando por entrar a una comunidad, ver cuál era la necesidad, sin presupuesto para manejar lo que queríamos hacer, así que costó mucho. Pero si miramos para atrás, yo no me arrepiento de nada de lo que hicimos”, confiesa Vigo. 

“Incluso estuvimos reevaluando lo que hemos hecho, la misión y la visión de ASYS y sin saberlo la hemos mantenido tal cual. ASYS se funda para crear y llevar teatro a todos los espacios: comunidades, escuelas, barrios, canchas, plazas, calles, teatros, por eso se llama ASYS, porque va a continuar no importa las condiciones ni materiales ni estructurales, sino que vamos a desafiar lo que se supone y donde se supone que se haga teatro. Podemos hacerlo donde quiera, simplemente tenemos que tener una audiencia, una gente que quiera dialogar con nosotros, gozar, celebrar juntos. Ese diálogo se ha mantenido todo el tiempo”, agrega Vigo.

La compañía teatral mantuvo este objetivo al tiempo que cumplían otras aspiraciones artísticas como participar en festivales locales e internacionales, “presentarse en el Centro de Bellas Artes o en el Teatro Tapia”. Vigo indica que aspiraban a realizar “un trabajo profesional en el arte, pero que a la vez te mantengas sintonizado con el proyecto cultural, artístico y educativo de la calidad de vida de la gente a través de los talleres”. 

“Era tan abarcador que al sol de hoy explicarlo toma tiempo”, reconoce Adorno quien subraya que siempre debían presentar “soluciones en escena, esperanza en las comparsas”, entre otros mensajes. “Ir a una comunidad no era una dádiva, era una forma de comprometerse con la realidad del país”, indica el cofundador.

MIRANDO, SINTIENDO Y CREANDO


Agua, Sol y Sereno celebra con su diversidad de cabezudos el fin de una de las múltiples
Fiestas de la Calle San Sebastián en la que han participado.

La teoría teatral aporta a la gestión del colectivo, pero no es definitiva; Adorno señala que “la metodología se inventa en la marcha”. “Cuando te enfrentas con el joven que su papá se está muriendo de cáncer o la joven que recibió durante el huracán a su hermana preñá en un parto, ahí es que cambia la posibilidad de crear nuevas narrativas. Y cómo hacer eso queriendo proponer un país distinto, queriendo vivir del arte y encima ser de pensamiento crítico, la gente nos dijo ‘están locos, no va a haber forma de vivir del trabajo’”, recuerda Adorno.

Vigo indica que lo lograron “porque siempre hemos sido genuinos en no pretender ser lo que no somos”. 

“Todo el mundo va a ver nuestras virtudes y nuestra fragilidad y vamos a ir aprendiendo. Otra cosa que nos ha ayudado a mantenernos por tantos años es que siempre apostamos a tener gente con esa chispa de querer hacer algo más allá de ser artista porque somos de distintas disciplinas, eso nutre mucho. Trabajamos con nuestras hijas, yernos, exalumnos que traen esa posibilidad de diálogo constante de generaciones nuevas. Aquí discutimos todo, sobre conceptos, un proyecto complejo o simple, sobre presupuesto. No hay escondites. Eso se nota en el trabajo. Ser franco vale más que tener mucho conocimiento y no saberlo manejar”, opina Vigo.

Adorno aporta que ese proyecto de teatro para la gente, “de poner el dedo en los lugares donde nadie quería señalar, esa responsabilidad social y política, también se convierte en una responsabilidad de inteligencia emocional, de sanación espiritual”. 

Otro acierto ha sido relacionar el trabajo de laboratorio teatral de los artistas con lo que sucede en el país. “Participar en las Fiestas de la Calle San Sebastián es algo, ser invitado para una residencia con Bad Bunny es otra cosa, entrar en una residencia con Harvard es muy distinto a hacerlo en Cantera o en un barrio en Caguas. ¿Cómo tú creas equipos de trabajo que estén en la disponibilidad de crear esa interlocución? Por aquí han pasado más de 38 actores y actrices que se han formado aquí. Esa diversidad ocurre porque hay interlocución entre el mundo académico, en las inquietudes de cambiar el país y nosotros que hacemos teatro de lo posible. La imperfección y las dificultades no nos detienen, al contrario, son el pie forzao para hacer el próximo proyecto”, expone Adorno quien recibe con agradecimiento el cariño del entorno cultural formal del país y del pueblo que se lo demuestra tanto en un festival como en una marcha.

La autogestión de ASYS provino del trabajo en carnavales y fiestas patronales. 

“Esa relación nos puso en un lugar que sólo tenían los grupos de plena o de salsa y ahí hay un elemento que le propongo a los jóvenes actores, que siempre mantengan una conexión para que las películas hablen de quiénes somos, para que sus libros conecten con su familia, que no se desconecten de los conflictos que hasta el sol de hoy estamos bregando en este bendito país. Eso hace un teatro, un arte pertinente a la gente”, exhorta Adorno y agrega que el trabajo comunitario le confirma que “la gente desea narrativas profundas, quieren hablar de la abuelita con Alzheimer o de cómo superaron un divorcio”.

El liderazgo en ASYS ha cambiado en 33 años y un factor indispensable ha sido ser coherente en escena con la persona privada. Cómo eres en tus roles personales está vinculado con quién eres como actor. Siguen siendo un colectivo, pero las direcciones de los proyectos se intercambian entre los integrantes. 

“El equipo que está actualmente propone, igual que antes, pero con la madurez que tenemos ahora se hace más fluida esa mezcla de liderazgo o de toma de decisiones. Todos tenemos algo que decir. Es un equipo sólido, no sólo en la parte artística, sino que son seres humanos comprometidos con un bien social”, describe Vigo.

“El cambio de liderato que hay ahora es que en el equipo que tenemos a tiempo completo este es su proyecto de vida, como lo fue para nosotros”, agrega Adorno.

La sana convivencia y el diálogo que aspiran en su núcleo familiar, lo extrapolan al creativo, al artístico y social. “Somos un laboratorio de lo que queremos que sea nuestro país”, define Vigo.

“El liderato en ASYS tiene un principio de participación ciudadana, en las decisiones y de presupuestos participativos. Entender que no siempre el liderato tiene que ser piramidal, que hay una forma circular de tomar decisiones nos trajo a nosotros la complejidad de trabajar en familia. Nosotros vivimos una utopía. En ASYS soñamos un proyecto que iba más allá de lo posible y se logró, estamos en un lugar que cuando tenemos diferencias no nos podemos parar de ese círculo sin tomar una decisión”, explica Adorno.

Vigo está confiada en que “ASYS va a trascender a nosotros”. “Ya hay un legado, ya hay una continuidad, eso se está viendo en el liderato, en el compromiso con el equipo, con las comunidades, con quienes trabajamos. Por qué fundamos esta organización, no era para satisfacer nuestras necesidades como bailarines o zanqueros, era para tener un diálogo constante con nuestros espacios, con nuestro país y con nuestra gente”, puntualiza.

Adorno celebra que el legado ocurre en un ecosistema. “No estamos solos, aquí hay muchas organizaciones sin fines de lucro, pero sobre todo grupos de teatro como Y no había luz, artistas como Deborah Hunt, el Circo Fest, de los que hemos participado y esa interlocución le dio un lugar a ASYS para señalar posibilidades de futuro”, declara el director creativo y menciona además a Taller Salud, Casa Pueblo e Iniciativa Comunitaria como organizaciones que han honrado su aportación cultural para mostrar nuevas realidades.

Vigo sostiene que aspiran a crecer de muchas formas, pero apunta a poder adquirir el edificio que ocupan en Trastalleres, donde trabajan y poseen un área de exhibición.

“Mi expectativa de crecimiento es que sea sustentable en el sentido de los afectos, que vaya al ritmo de la comunidad de creadores de ASYS. Hemos tenido mucho trabajo y no puede distraernos de lo que hacemos día a día en nuestro laboratorio y en comunidades a las que les damos servicios. Que el crecimiento no sea más grande de las posibilidades de sus artistas para que no se convierta en algo mecánico”, concluye Adorno.

Fotos / Javier del Valle

 

Finalistas al PTH 2025:

“Para nosotros es una alegría muy grande porque hay una parte de lo que nosotros hacemos artística y culturalmente que todo el mundo lo habla como la aportación comunitaria. Pero ese trabajo que es la columna vertebral de lo que hacemos como artistas, que es el recaudo del conocimiento de nuestras comunidades y barrios, que es conectarnos con esos trabajadores sociales y maestras, contactarnos con la sabiduría de un pueblo, estar de corazón a corazón con la gente, esto es la celebración de esa aportación, más allá de la aportación cultural y artística que hemos hecho”.

Pedro Adorno

Cofundador de Agua, Sol y Sereno 

  • Conéctate a la ceremonia de premiación del PTH 2025 este viernes, 14 de noviembre, a la 2:00 p.m. para que disfrutes el vídeo completo sobre Agua, Sol y Sereno que incluye entrevistas a su aliada en el sector, Tania Rosario, directora ejecutiva de Taller Salud; a su integrante, Cristina Vives y a su historiadora, Mareia Quintero.
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