Esto no es nuevo, la motivación para los participantes está presente en Ser de Puerto Rico desde su fundación hace 64 años. Para ese entonces nacieron como respuesta a la epidemia del polio que predominaba a mediados del 50 en la Isla. Más tarde y ante el aumento de otras condiciones físicas en los niños y niñas, la organización amplió sus servicios. “Trabajamos las discapacidades desde todas las gamas para reformar seres humanos con potencial”, comentó.
Fue ahí cuando decidieron comenzar a atender infantes cuya condición afectara su desarrollo físico, emocional y cognitivo. Según Morales, cualquier niño o niña, ya sea sordo o ciego, por ejemplo, cuando se le estimula en las primeras etapas de vida se le optimizan aquellas respuestas que van a maximizar su potencial de independencia.
Morales define a SER como su propósito en la vida. Empezó como terapista y hoy, 30 años más tarde, cuenta que está en el lugar ideal. Para ella ser parte de la transformación y crecimiento en la vida de un participante es la confirmación de que todos tienen un destino y un propósito; asegura que en el centro está combinando ambos.
“Uno no hace las cosas buscando un reconocimiento. Cada decisión que tomo, cada proyecto, yo quiero pensar que le estoy dando a las futuras generaciones un mejor sistema que hace de Puerto Rico uno mejor para todos, que es inclusivo y en el que todos tengamos la oportunidad de desarrollarnos a plenitud”, expresó.
Al momento, SER es el principal centro de rehabilitación que opera en la Isla. Además, mantiene un programa para trabajar con pacientes de autismo. A través, del Proyecto Expresión, SER ofrece una alternativa educativa y conductual para los niños y niñas con esta condición (autismo). Para esto, en las secciones educativas y terapéuticas se utilizan modelos de intervención que se moldean de acuerdo a las necesidades de cada cual, con el propósito de desarrollar destrezas sociales y de lenguaje.
Morales explica que realizan diagnósticos antes de los dos años y que a su vez, trabajan con talleres para padres y adiestran profesionales de otras unidades para que sepan cómo manejar las condiciones de los niños y niñas. En Puerto Rico uno de cada 62 infantes nace con esta condición neuromédica. El programa dedicado al autismo atiende el área psicológica, médico-genética, nutrición, rehabilitación y educación temprana.
SER cuenta con un programa educativo de kínder a 4to año, en el que además de impartir clases, los niños, niñas y jóvenes reciben servicios de apoyo médico y terapéutico. “Ellos están expuestos a un currículo académico regular. Cada vez más a la universidad o a profesiones técnicas que les permiten unirse a la fuerza laborar”.
Para SER haber sido finalista del Premio Tina Hills 2014 por Servicios a la Comunidad es tan perecido como ganarse un Óscar. “Cuando hay tantas organizaciones que están haciendo cosas maravillosas en el País, recibir el premio es como recibir el Óscar. Que te lo den a ti es un reconocimiento a la labor que estás haciendo y te desafía a que los próximos años seas aún mejor”.
“Es recibir el premio máximo en la filantropía y eso te indica: ‘oye, lo estás haciendo bien. Estamos validando que el trabajo que realizas no solamente es el nene o la nena que caminó, es que te estamos evaluando en todos los sistemas, en la estructura programática, en la trascendencia que haces para otras generaciones, se está validando que ustedes son necesarios para Puerto Rico”, abundó Morales, sobre la entidad que ha beneficiado sobre 250 mil personas directa e indirectamente desde sus inicios.