Allí la edad no importa y tocar está permitido. Tanto los pequeños como los grandes tienen al alcance de sus manos la oportunidad de participar de las exhibiciones, programas y eventos.
“El centro se ha convertido en un espacio donde la familia comparte en un ambiente seguro que da rienda suelta a la imaginación buscando alternativas para el disfrute de una calidad de vida”, indicó la directora ejecutiva del C3tec. “A través de la participación activa dentro del centro, la comunidad escolar y familiar tiene la oportunidad de aprender contenido de las ciencias, la tecnología y la ingeniería dentro de un marco contextualizado a la realidad regional y planetaria que vivimos”.
C3tec está localizado en el corazón de la ciudad criolla, Caguas, justo donde estaba ubicada una tienda por departamento. El antiguo local se escogió para sacar provecho a lo que ya había. Evitar la construcción de un espacio nuevo, cumplía uno de los propósitos del centro: proteger el medioambiente.
Rodeado de plantas por doquier ―lo que le recuerda a la directora ejecutiva del C3tec el patio de su escuela― el centro está construido con un techo verde, al que los visitantes tienen acceso directo al subir a su tercer piso. Este piso ‘verde’ cuenta con un huerto urbano y un sistema de recogido de agua de lluvia que ayuda a bajar la temperatura del edificio.
En el segundo piso del C3tec, está El Inventorio, un salón de física que sirve para ofrecer talleres y demostraciones científicas. Mientras que, en un edificio anexo que conecta al centro está el Teatro Fundación Ángel Ramos. Este es un cine-teatro 3D que sirve como espacio para la proyección de vídeos educativos y películas relacionadas a las ciencias, las matemáticas y las tecnología.
Su atracción más reciente son las 33 estaciones que acoge la exhibición permanente Nuestros cuerpos, nuestra isla y nuestro planeta. La exhibición, ubicada también en el primer piso, se divide en cuatro áreas temáticas que van desde el karso de Puerto Rico hasta el calentamiento global, los huracanes, el ADN, la energía renovable y la sustentabilidad.
Nuestros cuerpos, nuestra isla y nuestro planeta, es la primera exhibición permanente, que se inauguró hace unas semanas atrás, luego de casi una década. Durante el año pasado, aún cuando la sala de la exhibición permanente estaba en construcción, el centro recibió unas 32 mil personas.
El C3tec se une a los más de 1,200 centros interactivos de ciencias y tecnología del mundo. Supervisado por el Liberty Science Center de New Jersey, el centro es el primero en Puerto Rico y el Caribe. Además de ser un museo de ciencias para la comunidad, el Centro aspira a convertirse en un punto de encuentro para los científicos puertorriqueños y del exterior.
“Este centro es un apoyo para la comunidad en general ―como parte del proceso de aprendizaje continuo a través de toda la vida― y para visitantes y turistas ávidos de conocer los atributos y avances de la sociedad puertorriqueña. Por otro lado, la innovación científica tecnológica está ligada al futuro de Puerto Rico, por tanto la temprana inducción científica de nuestra juventud es un imperativo para enriquecer nuestro potencial de desarrollo sustentable”, comentó Endara sobre el centro que es la única institución de aprendizaje informal en la Isla dedicada exclusivamente al concepto STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) según conocido por sus siglas en inglés.
Para la directora ejecutiva, su función más importante se basa en descubrir y posteriormente, compartir. Por eso, antes de terminar su jornada de trabajo, visita una flor gigante que hay en la sala de exhibición permanente que responde a la energía solar. La mira. Se acerca. Rueda la flor. La pieza recibe una luz. Se abren los pétalos y entonces se reafirma el por qué está allí. Porque mientras fue estudiante no tuvo la oportunidad de observar la fotosíntesis más allá de una imagen. Ahora disfruta de una fotosíntesis interactiva y la comparte con sus visitantes, al igual que lo hace con las demás atracciones del centro.
Fotos: Welmo E. Romero Joseph
