Nueve fundaciones en la Isla comisionaron el Estudio de las Organizaciones sin Fines de Lucro (OSFL) en Puerto Rico y la prensa conoció sus resultados.
Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé
Descubrir que 11, 570 organizaciones sin fines de lucro hayan servido a 700 mil personas el pasado año en Puerto Rico, que generen un 16% de empleos y que aporten un 6% al Producto Nacional Bruto, atrajo la atención de la prensa hacia la labor que realiza el Tercer Sector en el país. Las cifras forman parte de la versión 2015 del Estudio de las Organizaciones sin Fines de Lucro en Puerto Rico que realizó la firma Estudios Técnicos por cuarta ocasión y que se presentó en el Centro de Convenciones de Puerto Rico.
La investigación fue comisionada por nueve fundaciones y entidades: Foundation for Puerto Rico, Fundación Ángel Ramos, Fundación Banco Popular, Fundación Comunitaria de Puerto Rico, Fundación Flamboyán, Miranda Foundation, Sistema Universitario Ana G. Méndez, Titín Foundation y Fondos Unidos de Puerto Rico.
Con precedentes en los años 1996, 2002 y 2007, la investigación persigue lograr una medida longitudinal de las OSFL para conocer su impacto social y económico en el país.
Joaquín Villamil, presidente de Estudios Técnicos y Anitza Cox, directora de la División de Análisis y Política Social de la firma, contextualizaron la información recopilada mediante una encuesta contestada por 400 organizaciones, así como 40 entrevistas a profundidad con líderes del Tercer Sector.
De esas 11, 570 organizaciones sin fines de lucro activas al momento en la Isla, 22% son de base comunitaria y 7 de cada 10 participan en procesos de formulación de política pública. Sobre recreación y deportes, bienestar social y educación son los principales servicios que ofrecen. Disfrutan de éstos jóvenes (63.5%), mujeres (60.3%), hombres (59.0%), niños (54.5%) y un 52% de la comunidad en general.
Ante el panorama que presenta el que 42% de las familias puertorriqueñas que viven bajo el nivel de pobreza, el estudio arroja que una de cada cinco personas en la Isla se sirve de las OSFL.
Según Cox, la economía en contracción que vive el país ha propiciado la innovación en las organizaciones sin fines de lucro. "La lección más importante que el Gobierno puede aprender de ellas es la colaboración en alianzas y las estrategias logradas con el sector privado, en otras, para buscar otras fuentes de ingreso. El empresariado social es fundamental como hemos visto que sucedió en otros países como Ecuador y Brasil", indicó Cox luego de señalar que cuatro de cada diez organizaciones mantienen relaciones de colaboración y alianza con otras entidades, incluso en Estados Unidos.
Motivan estas alianzas, el que se pueda impactar un mayor número de personas en áreas de servicio y en servicios complementarios no ofrecidos por éstas, así como obtener asistencia técnica y apoyo en áreas programáticas.
Una de cada cinco OSFL mantiene algún contrato con agencias gubernamentales para la prestación de servicios. Las dos fuentes principales para obtener fondos económicos son donativos de individuos (43.3%) y actividades de recaudación de fondos (41.8%).
Se supo además que un 54% de las organizaciones cuenta con un plan estratégico y un 25% dispone de un plan de sucesión.
Aportando al pote
Si algo llamó la atención de la prensa fue el rol de las organizaciones sin fines de lucro en el desarrollo de la economía local. Los números en blanco y negro mostraron una fuerza trabajadora laboriosa que mantiene el país funcionando. La ecuación incluye las plazas pagas y los voluntarios.
El voluntariado con que operan estas organizaciones se nutre del tiempo donado por 381, 481 personas y su labor traducida a jornadas a tiempo completo produciría 23, 633 empleos. El Tercer Sector genera 150, 410 empleos lo que representa un 16% del empleo total. La aportación al Producto Nacional Bruto (PNB) en Nómina es de $2,193,810,832 (6.6% sería el porciento que representa del PNB en la nómina y otros gastos).
"Las organizaciones sin fines de lucro aportan de manera significativa al país y nos estamos dando cuenta cada vez más que el desarrollo económico debe dar más importancia a las economías locales; en eso juegan un papel importante", aseveró Villamil.
No obstante, el economista agregó que los estimados son "muy conservadores". "El promedio de voluntarios que se usó es de 100 horas al año de trabajo y debe ser mucho más", subrayó Villamil.
Por su parte Cox detalló el costo evitado al Gobierno que consigna el estudio. Por ejemplo, por cada dólar que el Estado transfiere a una organización sin fines de lucro que brinda servicios de salud, este tendría que invertir $7 para proveer el mismo servicio. En servicios de educación, por cada dólar que el Gobierno transfiere a una OSFL que brinda dichos servicios tendría que gastar $20 para proveerlo.
"En el estudio, el costo evitado no compara eficiencia", explicó Cox, "sino cuánto tendría que poner el Gobierno para ofrecer el mismo servicio. Las organizaciones sin fines de lucro tienen otras maneras para apalancar esos fondos y ofrecer esos servicios".
A grandes rasgos, se recomendó a las organizaciones sin fines de lucro continuar promoviendo el desarrollo de una política pública clara e integrada sobre el sector, a fortalecerse fiscal y programáticamente fomentando la creación de alianzas mediante mecanismos como propuestas conjuntas, entre otros, y a orientar a la ciudadanía sobre sus servicios y desarrollar estrategias de promoción del voluntariado.
Fungiendo como portavoz de las nueve entidades auspiciadoras del estudio, el licenciado Rafael Cortés Dapena, presidente de la Fundación Ángel Ramos, instó al Gobierno a reconocer la labor que realiza el Tercer Sector con segmentos de la población más desventajada y a ser muy cuidadosos con los recortes económicos que afectarían dicha labor.
"En estos momentos necesitamos un Tercer Sector fuerte, comprometido y económicamente viable. Los propuestos recortes presupuestarios van en dirección contraria. El Tercer Sector es el safety net de este país y el Gobierno debe tener cuidado porque con cualquier reducción se va a ver más afectado", dijo el portavoz.
"Espero que estén bien conscientes. Sabemos que vienen recortes pero esperamos que sean los mínimos y bien pensados. Yo no me imagino un Puerto Rico sin la labor de un SER de Puerto Rico, de Nuestra Escuela o de PECES, por solo mencionar algunas organizaciones", culminó Cortés Dapena.
Si le interesa revisar el estudio completo, el documento está disponible de forma gratuita en las páginas electrónicas de las nueve fundaciones y entidades que lo comisionaron.
Este reportaje es parte de la serie especial de Oenegé “Tercer Sector: Aquí está la huella”.