"Más que nada son detalles de paisajes, de la naturaleza, no hay palmas ni mar; de lo que veo parten estas obras", expone la artista sobre las piezas reunidas en lo que es su novena exposición individual.

Dorado se nutre de seis piezas que terminan convirtiéndose en once lienzos, ya que hay dos trípicos y un díptico pintados en acrílico sobre tela. Paisaje de reflejos, Petrea en flor, Desprendimiento, Paisaje en transición, Al son del viento y Simbiosis son los títulos de los trabajos que, en su mayoría, fueron pintados en el 2014.

"Esta es una evolución de muchos años de pintura", define la veterana artista el proceso creativo de estos paisajes líricos, "quería lograr que las personas vieran la naturaleza de manera diferente, que se fijaran en el detalle, en las luces y en los colores. Más que mirar, quiero que vean".

Y que sientan. Martín afirma que para vivirlos, el espectador debe prestar atención a detalles de luz y color en los lienzos que aportan a la experiencia.

"Tienes que dejar que el paisaje te envuelva con sus luces de atardecer, uso los rojos, los anaranjados como en la pieza de catorce pies Paisaje en transición que empieza en la mañana y llega hasta la noche", menciona Martín cuya obra siempre  aprovecha una paleta en tonos brillantes, así como los contrastes que juntos provocan luz y sombra.

Graduada de arte en el 1972 de la Universidad del Sagrado Corazón, Martín asegura que "llevo pintando toda la vida" de modo que ha pasado por distintas etapas de creación. Ha trabajado el paisaje lírico, la abstracción, los bodegones y los retratos en óleo, acrílico, pastel y serigrafías.

"He participado en muchas exhibiciones con muchos temas pero ahora el paisaje es distinto, no es abstracto ni es realista", dice.

"Cuando uno empieza a pintar comienza a imitar la naturaleza lo más realista que pueda y te vas bien impresionista, pero Dorado es más expresionista", define la artista cuya obra Séptimo día integra la colección del Museo de Arte de Puerto Rico.

La pieza Paisaje de reflejos lo comenzó todo. Fue la primera de la exhibición en ser pintada y captura una fiesta de destellos entre las nubes, la luz y el movimiento del agua.

"No te diría que fui motivada por nada, simplemente tú empiezas a pintar y te dejas llevar por el recorrido de imágenes mentales que tienes y la pieza cobra vida. No pinto la naturaleza sino la impresión que me causa, Dorado es la expresión de lo que veo. Por eso defino este trabajo más como expresionista, aquí pinto más del recuerdo que de realidad".

Siguiendo con Paisaje de reflejos como ejemplo, Martín aclara que no es lo mismo decir que pintó uno de los lagos cercanos a un campo de golf que suele observar en la zona, a llegar a este y reconocer que inspiró la creación de la imagen. "Empecé a trabajar con el lago en la mente, como yo lo había visto, y de ahí seguí. Por eso es casi al revés el proceso".

En el caso de Simbiosis, la pieza "es más realista" a juicio de su creadora.

"La puse en la exhibición porque es parte de todo lo que estaba trabajando. Es un árbol muerto que tiene un montón de parásitos que le dan vida. Ellos necesitan un soporte y él los necesita a ellos para verse vivo porque no tiene una sola hoja. Esta es la única pieza en la exhibición que es un poquito más realista", advierte.

Podrás visitar Dorado en la SalaFAR de lunes a viernes, en horario de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. Para más información llama al (787) 763-3530.

 

Web Analytics