Cuerpos de Luz es una instalación compuesta por cinco vestidos, confeccionados con cera, resina sobre lienzo, óleo y tejidos, entre tres a cuatro pies de altura. Las siluetas ―iluminadas en su interior― están creadas por capas de patrones de vestidos y detalles en hilos cosidos a mano.

"Lo que yo aquí estoy tratando de representar es la luz como el alma. El alma se puede ver de diferentes formas si el cuerpo no está y el vestido es ese caparazón que guarda el interior que tenemos todos", comentó Hernández.

Para la artista la vestidura es "el contenedor del espíritu", mientras que la luz es ese detalle que "crea el efecto de transparencia." "La luz es el alma; un alma que representa alegría y dolor, guerra y paz, vida y muerte", mencionó.

Por medio de la exhibición, la artista alude a lo momentáneo y transitorio de la vida, así como a la trascendencia del alma luego de partir el cuerpo físico. La exhibición, que primero se presentó en el Museo de Arte de Ponce en el 2012, estará en SalaFAR hasta mediados de julio.

La carrera artística de Hernández se ha destacado por el trabajo en piezas de tela, ropa de cama y adornados. Y es que desde niña no ha estado muy lejos de la costura ni el diseño de modas. En su natal Aguada creció rodeada de trapos, hilos, patrones y los parchos que sobraban de los trabajos de costura que hacía su abuela. Por todos lados, había vestidos.

Por eso, la artista dice que la costura siempre ha estado en su obra, que el coser es un proceso que se va realizando paso a paso y que a la larga envuelve. Asimismo, establece una analogía con los patrones sociales, como un día a día que se va hilvanando y muchas veces se dificulta deshilarlos.

A pesar de que las piezas de Cuerpos de Luz están adornadas con patrones de otros vestidos, ella explica que en su vida cotidiana, no se deja llevar por ellos (los patrones sociales preestablecidos). Mediante su obra trata de romper con los paradigmas y doctrinas generacionales.

"Encuentro que eso de los patrones a través de la historia de nuestras vidas se han creado y fortalecido y tanto pueden ser buenos y no tan buenos, pero que al final nos dirigen nuestras vidas, siendo para bien o siendo para mal. Hay patrones que cargamos por herencia e historias que no son tan buenos. En este aspecto, yo pongo los patrones –en las obras- pero también voy a remendar esos patrones, al remendarlos voy tratando de romper con eso que han dejado engendrado en nosotros", explicó.

Hernández es una artista con más de 30 años de experiencia. Sus estudios en artes los realizó en San Francisco, donde desarrolló su técnica de trabajar con patrones y piezas de tela. Además, es una artista polifacética que domina el dibujo, la instalación, la escultura, la pintura, el performance y el medio mixto.

En su arte predominan las temáticas complejas y filosóficas desde la figura femenina. Así lo confirma Cuerpos de Luz. "Primero soy mujer y como mujer trabajo desde ese punto de vista, cada persona, tanto los hombres como las mujeres, tenemos energías: energías masculinas y energías femeninas. Aquí estamos demostrando la energía femenina en la cual se ve la sensibilidad y le delicadeza".

Para la artista cada vestido recoge una historia. Dice que, aunque en el proceso de crear las propias muestras van construyendo su historia, estas van variando en la mirada de quien las observe, pues es desde el ojo crítico del otro que nace la energía del alma. "Quisiera que las personas crearan su historia cuando las vean, que cada cual las descubra y así describan su propia historia, puesto que cada persona ve las cosas de manera diferente", detalló.

Generalmente, para la artista lo más importante es el concepto, pues en ese instante de creación se pregunta cómo puede elaborar su obra y no es hasta que encuentra una esencia física de lo que por su mente transita. Así fue como creó los Cuerpos de Luz, bajo la premisa de darle color a lo que a veces no se ve a simple vista: el alma.

 

Web Analytics