La Segunda Bienal SalaFAR abrió en la importante institución cultural situada en Santurce y los creadores que en ella participan reflexionan sobre el evento.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé

La inmensa puerta giratoria se abrió y cada artista entró a la Galería Miguel Antonio Ferrer, del Museo de Arte de Puerto Rico (MAPR), para encontrarse con sus obras. Ante ellos quedaba el montaje de la Segunda Bienal SalaFAR: En celebración de los 60 años de la Fundación Ángel Ramos, colectiva que ya abrió al público para presentar una muestra del trabajo que todos exhibieron en la Sala de Exposición de Arte Fundación Ángel Ramos, SalaFAR, entre los años 2016 y 2018.

Veintinueve piezas realizadas en medios como pintura, dibujo, fotografía, serigrafía y cerámica por los artistas Annie Saldaña, Antonio Martorell, Diana Dávila, Fernando Paes, Naimar Ramírez, Nelson Sambolín, Nereidín Feliciano, Sofía Arsuaga, así como Sandra Vázquez e Isamar Colón, para Taller Una, dejan ver no solo las preocupaciones colectivas sino además las individuales.

Según consignó en su escrito curatorial Juan Carlos López Quintero, curador en Jefe del MAPR, el trabajo expuesto permite “apreciar la variedad de temas y recursos empleados hoy por los artistas del archipiélago puertorriqueño”.

ABSTRACCIÓN

Tanto Sofía Arsuaga como Fernando Paes manejaron la abstracción en sus respectivas exposiciones. Arsuaga presenta en la bienal A fuerza de ser, Alas al viento y Ando a vuelo y, según Quintero, la creadora considera su trabajo el fruto de una meditación, “una exploración de su persona plasmada en capas de pintura que va raspando, dejando marcas y rastros”. “Se trata de una abstracción lírica que busca expresar un paisaje interior”, dice el curador del MAPR.


Sofía Arsuaga

Me siento orgullosa del producto”, dice emocionada Arsuaga. “Esto es un proceso, uno no llega aquí de la noche a la mañana, todos somos artistas que llevamos años trabajando para estar aquí y al ver tantos artistas diferentes, tanto trabajo diferente (pero) todo se reúne en uno. Es maravilloso ver las técnicas y estilos diferentes, siento que estoy en un lugar muy especial con personas muy especiales y talentosas ,así que gracias por la oportunidad”.

Sobre su exposición previa en SalaFAR asegura que “fue uno de mis grandes logros”, ya que presentó un cuerpo de trabajo al que le dedicó horas de empeño y reflexión. “Mi trabajo es como una experiencia espiritual, es una sanación. Para mí fue un proceso especial estar en esa sala tan bella, la exposición que tuve al público, el recibimiento de la Fundación, el respeto, fue sumamente especial tener esa experiencia”, indicó Arsuaga.


Fernando Paes

Otro que manejó la abstracción fue Paes cuya obra, según explicó en entrevista previa, parte de las manchas de pintura que sus alumnos derraman en los pisos del taller. “El artista encola la tela y al ponerla en contacto con el piso transfiere a ella las manchas, dándoles nuevas perspectivas. Son marcas y restos, huellas y paisajes recuperados”, describe López Quintero.

En la bienal presenta Composición 6 y Composición 4, dos lienzos inmensos. “Estar en el MAPR es el sueño de todo artista, creo que aquí se presentan los mejores y para mí es un honor estar aquí. Es una sala muy diferente, mucho más amplia y espero que el trabajo luzca, así como lució en SalaFAR”, mencionó Paes quien agregó que exponer en SalaFAR fue “tremenda experiencia”.

Primero porque es un grupo selecto de artistas, hay una curadoría, hay un proceso de selección que me siento honrado de haber participado. La sala es una maravilla porque es pequeña, pero permite un juego de trabajos pequeños y grandes. Solo quisiera agradecer mucho toda la oportunidad que nos han brindado”, agregó Paes.

CALIGRAFÍA

En esta bienal se presentan tres obras en tinta sobre papel de la maestra de la caligrafía, Nereidín Feliciano: En este mundo de plástico y de ruido…, Tejido Darío y Queda prohibido no convertir en realidad tus sueños.


Nereidín Feliciano

Si bien los trabajos seleccionados parten de textos que pueden ser perfectamente leídos y no intentan ser abstracciones, la cercanía de las letras y el trazo sinuoso nos presenta un tejido tupido de gran belleza plástica”, advierte el curador López Quintero.

Hoy me siento casi como Miss Universe, porque es la primera vez que hay caligrafía en el Museo de Arte de Puerto Rico”, confesó Feliciano durante la apertura.

Tener piezas en el Museo es un honor, un privilegio y además estoy en compañía de las nenas de Taller Una; de (Antonio) Toño Martorell, que es mi amigo; de Sofía Arsuaga, que fue mi estudiante; y de Diana Dávila, que fuimos compañeras en Sagrado (Universidad del Sagrado Corazón). Es bien importante para mí porque llevo unos cuantos años tratando de que la caligrafía se vea como arte, no como una cosita que se hacen diplomitas y sobres; eso sí se hace con caligrafía, pero además se hacen muchas cosas más y nosotros tenemos que ponernos al día, no solo con Estados Unidos sino también con Europa”.

FOTOGRAFÍA

Dos exponentes trabajaron la fotografía en el ciclo expositivo que abarca esta bienal, Annie Saldaña y Naimar Ramírez.

Saldaña muestra impresión digital con tinta pigmentada en Untitled, 2800 y One Brickell Square.


Annie Saldaña

Siempre en términos abstractos, pero esta vez geométricos, la joven fotógrafa Annie Saldaña Matías capta con su cámara escorzos de arquitectura donde el ritmo y la repetición son protagónicos. La artista invita al espectador para que aprecie aspectos de estética y composición, balance y armonía en las cosas simples”, propone el curador de la bienal.

Participar de la Segunda Bienal SalaFAR, llevándose a cabo en el Museo de Arte de Puerto Rico, es como un sueño hecho realidad. Es la primera vez que logro exhibir en el Museo, así que como artista emergente todos queremos poder llegar a exhibir en una institución de renombre así que la institución, junto con la Fundación, han creado en mi un efecto grandísimo al poder presentar mi fotografía ante un público más amplio, además de poder estar rodeada de la obra de otros artistas bien importantes y conocidos en lo que es la historia del arte en Puerto Rico. Realmente para mí es un honor”, confesó Saldaña.

Igual siente con respecto a su paso por SalaFAR, donde ofreció un taller educativo de fotografía que le resultó “bien interesante”. “Como educadora siempre me lleno de mucha gracia de poder ofrecer un poquito de mi información y mi conocimiento. Tuvimos niños pequeñitos, adultos, personas mayores, creo que lo más importante dentro de todo es poder ofrecer lo que uno hace; hacemos arte porque lo queremos compartir”, destacó Saldaña.

En el caso de Ramírez, muestra las obras Piedras, Rejas y Más – caras, en su mayoría impresas con tinta UV sobre acrílico. “Etéreas y sorprendentes son las máscaras de Naimar Ramírez. En sus obras, rejas, piedras y pergaminos cobran volumen, nos encaran mimetizadas”, dice desde su óptica curatorial, López Quintero.


Naimar Ramírez

Es un gran honor”, dice Ramírez sobre su retorno al Museo luego de exhibir en sus salas este mismo año tras resultar ganador a de la Beca Lexus para las Artes. “Estoy que todavía no me lo creo”.

Ha sido un año bien exitoso y rapidito y lleno de cosas. Estoy muy contenta de estar aquí, de formar parte de esta exhibición y que sea abierta al público que pueda venir a ver la variedad de edad, experiencia y trabajo que se presenta en SalaFAR”, dijo Ramírez.

La artista celebra además el público diverso que vio sus obras en SalaFAR y el contacto en el taller que brindó. “Hablar con adultos y niños, personas completamente diferentes y ajenas al mundo de las artes, sobre mi trabajo siempre es bien especial. Ellos me enseñan a ver un montón de cosas que quizás yo no estaba viendo o a darme cuenta de que quizás estaba, sub conscientemente, tratando de hacer un tipo de trabajo que no lo estaba quizás aceptando o pensando conscientemente en el proceso y resulta que al final tiene muchos niveles de contenido”, indicó.

CERÁMICA

El azul se impone en el trabajo en cerámica que presenta Diana Dávila en la bienal: Hacia el archipiélago de sueños, Viajeros todos y No me detengo.


Diana Dávila

Las tres obras de la ceramista y escultora Diana Dávila tienen que ver con el agua y las embarcaciones, metáforas del viaje, creando así contundentes abstracciones poéticas de nuestras vidas”, afirma López Quintero.

Este es un momento bien especial. El Museo ha sido parte especial de mi vida por muchos años, así que poder estar aquí con el grupo de todos los que han exhibido en SalaFAR en estos tiempos, pues estoy feliz. Me siento honrada y contenta de poder compartir aquí con todos los colegas artistas en esta Bienal”, mencionó Dávila.

Recordó que, dado a que “hacía mucho tiempo que no hacía una exhibición sola”, la experiencia en SalaFAR “fue bien significativa”.

Redondeó un cúmulo de trabajo de mucho tiempo, aunque todo se concentró en lo que hice en los últimos dos años antes de la exhibición”, comenta y agrega que también disfrutó en SalaFAR de “tener el flujo de la gente que no llega a una galería y tener la oportunidad de conversar con ellos, leer el libro y sus comentarios; eso lo hizo bien humano y personal”.

SERIGRAFÍA

Enriqueciendo la variedad de esta segunda edición de la Bienal SalaFAR, seis serigrafías sobre cerámica de tema navideño realizadas por el Taller Una son piezas donde prevalece la técnica y el espíritu religioso, testimonios de dos tradiciones muy puertorriqueñas: la Pascua y el grabado”, aseveró el curador López Quintero sobre la propuesta de este dúo creativo integrado por Sandra Vázquez e Isamar Colón.

Taller Una presenta Lluvia de estrellas, La trillita, A tu amparo, Magos de Oriente, Ofrenda boricua y Otra ofrenda.

Es un orgullo estar expuesta en estas paredes con artistas prestigiosos y conocidos y de otros medios que son bien diferentes al medio que nosotros trabajamos pero que igualmente son mágicos, como la serigrafía, porque te permiten transformar superficies, crear de la nada y presentarle a un público lo que está dentro de ti, lo que tú conoces. Al presentar algo de ti -y a través de estas paredes- yo estoy conociendo algo de estos artistas que a lo mejor no tuve el placer de visitar su exposición, y ahora estoy viendo un poco de cada uno de ellos”, sostiene Vázquez.

Poder trabajar para su muestra en SalaFAR el tema tradicional de la Navidad, el cual describen como “el tema que más nos gusta”, significó “un orgullo para nosotras”. “Nuestros recuerdos de la infancia, de nuestros amigos, los plasmamos en imágenes sobre papel, sobre losa y sobre madera y preparamos ese material para presentarlo en la SalaFAR, ya que la exposición se dio cerca de esa fecha”, explica.

DIBUJO

Dos grandes artistas nuestros también integran esta bienal. “Los maestros de la plástica Antonio Martorell y Nelson Sambolín basan sus obras en objetos cotidianos. El primero emplea pintura en aerosol y tinta para presentarnos sombrillas y sombreros donde no falta la silueta y la sombra de su persona. Son trabajos inquietantes y, como muchas de sus obras, autorreferenciales. Sambolín, por su parte, nos presenta una serie de elegantes gabanes de gran colorido, dos de ellos sobre estructuras de madera, obras también enigmáticas que nos remiten a la teatralidad de los roles sociales”, indica el curador López Quntero.

Sambolín muestra Illuminati 7, Illuminati 5 y Se recogen escombros.


Nelson Sambolín

Afirma que disfrutó ver sus piezas “en este contexto” y le parece que están “bien diseñados los espacios, las paredes y los ángulos versus lo tonal, lo delicado”.

El tiempo que uno le dedica a elaborar un color, una forma, como se confrontan esas dos cosas tan diferentes además la calidad de la obra que con todo y que es desigual, como corresponde a toda exposición colectiva, es de nivel”, resaltó Sambolín.

De inmediato comenta sobre su experiencia en SalaFAR, ya que puedo traer niños de la escuela en que estudió en su natal Salinas y coordinó un conversatorio sobre el impacto de María en instituciones, colecciones y coleccionistas, y se ofrecieron recomendaciones de cara al futuro.

SalaFAR me dio la oportunidad de hacer cosas que a mí me gusta hacer como traerme de la mano a los niños de mi barrio, cosa que yo mientras tenga la oportunidad lo hago. Los trajimos, compartimos, hicieron hasta una coreografía de los pajaritos. Yo les hago saber que su escuela es mi escuela, que yo vengo del mismo barrio de ellos y que yo no salí de ese barrio, yo soy de ese barrio, somos de ese barrio”, dijo.

Sobre el conversatorio señaló que “salió bien chévere, mejor de lo que yo pensaba, allí se dijeron cosas inteligentes”.

Aunque ausente en la apertura, la Segunda Bienal SalaFAR cuenta con las piezas Sombra, sombrilla y sombrero VIII; Sombra, sombrilla y sombrero XI; y Sombra, sombrilla y sombrero I, de Antonio Martorell.

Sigue pendiente al calendario de actividades educativas que traerá la Segunda Bienal SalaFAR: En celebración de los 60 años de la Fundación Ángel Ramos, que difundiremos en nuestras redes sociales en Facebook (FundacionAngelRamos), Twitter (FAROenegé) e Instagram (far_oenege), así como en la página www.mapr.org. Para más información, llame al (787) 977-6277.

Fotos: Javier del Valle

 

 

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