Presentamos las experiencias de dos organizaciones sin fines de lucro en el país que tienen como prioridad el trabajo educativo en esta tierna etapa del desarrollo. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé La Fundación Atención Atención durante uno de sus esfuerzos en el municipio de Loíza. Ni un poquito se desperdician las oportunidades de potenciar el desarrollo del cerebro infantil en múltiples organizaciones sin fines de lucro del país. Etapa fértil y clave que prepara a nuestros niños y niñas para su travesía académica, identificar sus requerimientos particulares en esos años es fundamental. Los ofrecimientos programáticos de las organizaciones van dirigidos a viabilizar el alcance del máximo potencial de cada alumno. Te presentamos el trabajo de dos de las más de 50 iniciativas que respalda la Fundación Ángel Ramos en su interés de estimular el desarrollo de nuestros pequeños ciudadanos. Aunque en primera instancia lo que conozcas sea el espectáculo de Atención Atención, debes saber que la Fundación Atención, establecida en el 1999, cuenta con cinco programas dirigidos a niños y a sus cuidadores: talleres formativos, Jugar = Aprender, La hora del juego, La magia de leer y jugar y Atención Atención Academy Workshop. Como parte de sus proyectos, han trabajado una campaña educativa donde destacan el valor del juego como ente sanador en la niñez. “El que atendiéramos la primera infancia fue una consecuencia lógica de lo que era el target inicial de Atención Atención que es de 3 a 6 años, mientras que en la Fundación alcanzamos hasta los 12 años. Tú tienes que construir muy bien la base para tener un edificio saludable y la base en la formación se da en los primeros 10 años de vida. El 98% del desarrollo de los niños se desarrolla en sus primeros 10 años de vida, tienes que meter toda tu energía en esos años para asegurarte de que el edificio se construya derecho y bien. Para nosotros es fundamental esa etapa”, subraya Paula Rivera Solanas, directora ejecutiva de la Fundación Atención Atención. De las experiencias lúdicas y educativas para el desarrollo psicomotriz y cognitivo que procuraban en sus inicios, después de la pandemia por COVID-19 añadieron la salud mental, desde el manejo de emociones hasta la socialización. “Tú tienes que construir muy bien la base para tener un edificio saludable y la base en la formación se da en los primeros 10 años de vida. El 98% del desarrollo de los niños se desarrolla en sus primeros 10 años de vida”. Paula Rivera Solanas, directora ejecutiva de la Fundación Atención Atención “La pandemia fue muy duro para la primera infancia y más allá del rezago académico, que es real, nosotros nos encontramos chiquitos que tienen problemas para subir y bajar escaleras. Hicimos un estudio bastante informal con 5,000 niños entre el 2019 y el 2020, y descubrimos que la mitad de los niños de Puerto Rico no saben correr bicicleta y eso es muy grave a nivel de sicomotricidad. Pero postpandemia, lo que más nos preocupaba era esa incapacidad de conectar saludablemente con otros niños o de manejar sus miedos y frustraciones; nosotros usamos los juegos para que aprendan a manejar el fracaso porque alguien gana y alguien pierde”, pone como ejemplo Rivera Solanas. SALTO AL MONTESSORI Tanto en el Hogar Ruth como en el Hogar Cuna San Cristóbal notaron lo mismo a través de los años: a sus participantes infantiles les costaba insertarse en la vida escolar en medio de los duros procesos de readaptación que viven. En el caso del Hogar Ruth, que recibe a víctimas de violencia doméstica, decidió establecer en el 2021 Mariposa Montessori, que se convirtió en la primera escuela desarrollada dentro de un albergue de este tipo, en busca de fomentar una cultura de paz y el aprovechamiento académico en sus participantes. Reciben niños de seis meses a 6 años, cuyas madres viven en el hogar o reciben sus servicios ambulatorios. La Fundación Atención Atención cuenta con cinco programas dirigidos a niños y a sus cuidadores: talleres formativos, Jugar = Aprender, La hora del juego, La magia de leer y jugar y Atención Atención Academy Workshop. Hogar Cuna San Cristóbal, que alberga a niñas y niños candidatos a adopción entre los 0 y 7 años de edad, tomó la misma determinación luego de que sus residentes asistieran a escuelas públicas y centros head start de la zona. “Esta fue una idea de nuestra pasada directora, Ivonne Vélez Castro, que estuvo al frente del hogar por 21 años. Montessori San Cristóbal comenzó como un piloto en el 2014 solo para niños del hogar, pero después se abrió a la comunidad; un visitante no sabría quién es del hogar y quién no. Hace dos años también estamos recibiendo niños del Hogar Niñito Jesús. El cambio en los niños ha sido maravilloso; sí tienen que ir a la escuela y aprender, pero no tener la presión de tres exámenes semanales cuando no están en las mismas condiciones del resto de sus compañeros de clase para aprender”, explica Keila La Santa, directora del hogar desde el 2015. “Si las primeras experiencias terminan de formar el cerebro, el maltrato afecta este proceso, lo notas en sus problemas cognoscitivos y de desarrollo, entre otros. Cuando nuestros niños iban a las escuelas no eran entendidos, siempre eran “el problema”, cuando ellos lo que necesitan es sentirse seguros, saber que sus necesidades básicas están cubiertas, si no, no hay autorrealización, no están ávidos de aprender ni van al mismo trote que otros niños con realidades familiares distintas”, señala La Santa. En el año 2021 se estableció Mariposa Montessori, la primera escuela de esta naturaleza, en un centro para víctimas de violencia doméstica. La directora destaca con igual énfasis que aparte de los traumas que han vivido, sus participantes “están viviendo un momento significativo en sus vidas porque han sido separados de sus familias biológicas, hay ira, hay tristeza y depresión, todo lo que tiene que ver en un proceso de duelo”. “La experiencia es que nuestros niños llegaban de la escuela frustrados porque no daban el grado de otros niños en su salón. La escuela en general era un área de preocupación, una causa de baja autoestima y de crisis emocional porque ‘tengo que aprenderme esto, pero estoy pensando donde estarán mis hermanos’. Decidimos abrir una escuela especial para ellos que fuera más sensible a sus necesidades porque en el modelo Montessori el niño dicta la pauta y va descubriendo. Cuando encuentran estabilidad en el seno familiar, nuestros niños despuntan. Abrir la escuela fue la mejor decisión que hemos tomado”, subraya La Santa. Escuela Montessori San Cristóbal ahora opera de forma independiente y está liderada por la especialista Ruth G. Melián. Al igual que Mariposa Montessori, ambas escuelas fueron certificadas por Wild Flower Schools. Mariposa Montessori recibe niños de seis meses a 6 años, cuyas madres viven en el hogar o reciben sus servicios ambulatorios. “La escuela está en proceso de crecimiento, quiere atender más niños de hogares y ampliar sus ofrecimientos en educación especial porque la mayoría de nuestros niños los necesitan, se están especializando. La escuela necesita más espacio y Banco Popular nos cedió un terreno cerca para que podamos ampliar; ya tenemos el croquis”, adelanta La Santa. Otro acercamiento, entre tantos más, por ejemplo lo ofrece el Colegio San Gabriel para estudiantes sordos, institución que procura servicios educativos para niños con impedimentos significativos -además de la sordera-, así como psicológicos. Han destinado recursos a si Programa de Intervención Temprana, que comprende las edades de 0 a 3 años y 11 meses, en los que además de educar, identifican posibles retos físicos para atenderlos con premura y obtener mejores resultados en su desarrollo.
Nuevas ideas para educar a la niñez en edad temprana fueron compartidas en el evento realizado en el Complejo Ferial de la Ciudad Señorial. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé El grupo de participantes de esta nueva edición del Día de la Iniciativa Preescolar celebra el cierre del evento. De algo no queda duda: los más de 50 asistentes al Día de la Iniciativa Preescolar 2024 se fueron del Salón Señorial del Complejo ferial en Ponce cantando la pegajosa canción “Todos al agua”, que en alianza presentaron los programas Despertar Musical y Alcanza, quienes también le añadieron lenguaje de señas básico a la pieza. En ese espíritu de alegría se realizó el evento donde las organizaciones adscritas a la Iniciativa Preescolar (IP) de la Fundación Ángel Ramos presentaron ante más de 50 maestros, asistentes, cuidadores y dueños de cuido que trabajan con la niñez temprana en la zona sur del país, recomendaciones de actividades educativas. También mostraron las áreas que cubren las certificaciones que ofrecen de forma gratuita con el respaldo de FAR. Participantes realizan actividades educativas basadas en los programas que apoya la Iniciativa Preescolar. Allí estaban Alcanza y CELELI, de la Universidad de Puerto Rico; APRENDO, de Fondos Unidos; Despertar Musical, del Conservatorio de Música; Certificación Montessori, del Instituto Nueva Escuela; y el Programa de Integración de las Artes Visuales del Museo de Arte de Puerto Rico. Marelis Román Matías, coordinadora de la IPV, fue la maestra de ceremonias de la actividad. Laura López, directora ejecutiva de FAR, destacó que “este día se trata de compartir conocimiento, de disfrutarnos nuestra naturaleza isleña y de salir de aquí con las manos llenas para seguir multiplicando los saberes con los más pequeños. Esa es nuestra ilusión”. Laura López, directora ejecutiva de FAR Por su parte Edenmarí Class Montijo, gerente de Comunicaciones de FAR mostró la evolución de la entidad fundada en el 1958 y su interés en impulsar el bienestar desde la primera infancia, así como la movilidad social. “Inspirados en el legado de Ángel Ramos, creamos iniciativas dirigidas a superar situaciones de pobreza”, dijo Class enfatizando en la aspiración de encaminar el máximo desarrollo de los individuos. La Fundación seleccionó en el 2003 la educación temprana como foco de acción y en el 2005 estableció la Iniciativa Preescolar (IP), que desde el 2020 cuenta además con la Iniciativa Preescolar Virtual (IPv). “Este día nos permiten dar fe de que Puerto Rico cuenta con personas del más alto calibre para trabajar con nuestra niñez y reafirmamos nuestro compromiso de continuar colaborando con esta comunidad de aprendizaje”. Laura López Directora ejecutiva FAR Cada integrante de la IP presentó una actividad que fue desarrollada por los asistentes agrupados en mesas de trabajo. Como tema principal se seleccionó la educación azul, que invita a incluir de forma regular el conocimiento de la vida y los ecosistemas de los océanos en los currículos escolares. La directora de FAR señaló que seleccionaron el tema en sintonía con la propuesta de la Unesco. “Este acercamiento educativo se concentra en los esfuerzos didácticos, diseñados e inspirados en todo lo que podemos aprender del mundo marino. Como isleños, este tema es muy cercano y natural para nosotros, y como país y forjadores de nuevas generaciones es sumamente urgente. El océano es un universo fascinante y, por ende, siempre debe tratarse con curiosidad y respeto”, expresó López. HACIENDO Y APRENDIENDO Imagen de la selección de literatura infantil inspirada en el mar que presentó el CELELI. La lectura del poema “Vaivén” a cargo del CELELI, así como una actividad educativa basada en la lectura, comenzó la jornada. Le siguieron diversas sugerencias, adaptadas a distintos niveles de enseñanza, que ofreció la bióloga marina, Chabeli Iglesias Escabí en torno a el vasto universo de las ciencias marinas. Su presentación acerca de la llamada educación azul incluyó ejemplos de intervenciones de lectura y actividades educativas de carácter sensorial y artístico. Integración de las Artes Visuales explicó cómo utilizar el arte para aprender más de los habitantes del mar, desde las ballenas y las medusas hasta las sirenas de la ficción. Marelis Román, coordinadora de la IP, se dirige a los presentes durante la jornada matutina. Aprendo elaboró su presentación alrededor del cuento “Manuela y las olas”, que les sirvió para identificar emociones y alternativas de superación. Basados en materiales para el nivel Casa de Niños, certificación Montessori presentó un vídeo en el que, utilizando un cuento en secuencia protagonizado por una tortuga, se trabajaron la comunicación oral y la comprensión de avisos sociales. Se ofreció un QR Code para acceder a los materiales. Despertar Musical levantó al público de sus asientos para marcar el pulso fijo en su cuerpo de la canción “Todos al agua”, que resalta acciones del mar y la playa. Agüita, agüita ya voy me quiero, me quiero mojar a la agüita vamos todos a nadar. Luego se unió en tarima el programa Alcanza, también de la UPR, que agregó lenguaje de señas a la actividad musical impulsada por “Todos al agua”. El taller colectivo dio una muestra del trabajo que realizan las organizaciones que componen la IP de FAR y abrió las puertas a que múltiples participantes se unieran a la nueva ronda de certificaciones que ofrece la iniciativa creada para optimizar la educación en la primera infancia. Para más información, visita www.fundacionangelramos.org. Fotos y vídeo: Javier del Valle
La organización convocó a su fiesta anual a niños, familias, educadores y a organizaciones que trabajan con la niñez temprana. Por Tatiana Pérez Rivera::Oenege Niños y niñas de diversas edades disfrutaron de actividades variadas a lo largo de la jornada dominical. Por momentos el calor y el sol eran intensos, por momentos la lluvia se asomaba. Lo que se mantuvo constante fue el entusiasmo de los anfitriones y asistentes a la Fiesta de la Niñez que celebró la Puerto Rico Association for the Education of Young Children (PRAEYC) el pasado domingo 14 de abril, en la Plaza de la Convalecencia en Río Piedras. Más de 20 expositores se ocuparon de que los niños y sus familias disfrutaran de canciones, narración de cuentos, talleres de arte, actividades de movimiento o sensoriales, manualidades, de la música de MusiFeliz o Populoso, de las muy solicitadas caritas pintadas y hasta de paletas de helado para refrescarse. Esta fue la segunda edición del evento de acceso libre que se retoma tras la pausa impuesta por el COVID-19. Carmen Leonor Maldonado, presidenta de la PRAEYC, destacó la importancia de eventos como este para que sirvan como punto de encuentro para la comunidad y como espacios de intercambio de experiencias. “El mero hecho de tener aquí a las familias con sus niños, reconociendo a los padres y familias como primeros educadores de los niños, es para nosotros más que suficiente. Vemos la alegría de los nenes, la participación de los auspiciadores que se esmeran para llevar a cabo actividades apropiadas a la edad de los niñitos. He tenido la oportunidad de pasar por cada una de las estaciones y están las familias y los niños disfrutando muchísimo. Queremos siempre enfatizar el uso de las prácticas apropiadas, atender a los niños con ese cariño especial en esta etapa del desarrollo tan importante”, afirmó Carmen Leonor Maldonado, presidenta de PRAEYC, en torno a la niñez temprana. Una buena parte de la Plaza de la Convalecencia fue invadida por el color, la música y la alegría. Los ofrecimientos en las carpas eran atractivos y lo mismo veías niños jugando con espuma de colores que bebés inmersos en piscinas de bolas. Otros participantes declamaban trabalenguas. La pequeña Liz Amaya Benítez Colón, alumna de kínder la de la escuela Segunda Unidad Bonifacio Alvarado en Orocovis, recitaba en tarima el trabalenguas “Cuenta cuentos”, inspirado en la propuesta de la artista Tere Marichal. La obra fue creada como parte de las iniciativas del Departamento de Educación para celebrar la Semana de la Niñez Temprana. En el salón de kínder la maestra cuenta cuentoscuenta tantos cuentos que ni te cuentocuenta 30, cuenta mil todo lo que cuenta me gusta a mí.Todos cuentan lo que cuentanTe los cuento para ti. Sus orgullosos familiares la alentaban y la retrataban. “Yo feliz de traerla, es la primera vez que venimos a la fiesta. Ella es bien activa, está feliz aquí”, dijo Noris Colón, madre de la niña de 5 años. Durante este mes de abril se celebra el mes de la niñez en edad temprana y la PRAEYC ha liderado diversidad de esfuerzos para celebrar la fecha en escuelas y centros de cuido. Otra que lucía satisfecha con su estudiante destacada era su maestra, Nydia Torres Alvarado, de la segunda unidad Bonifacio Alvarado en Orocovis, autora del trabalenguas. “Rapidito se me vino a la mente, lo escribí y se lo di a toditos los nenes y todos lo querían decir. En la escuela los grabamos, hicimos un escogido entre el director, la maestra de español y la de arte. La nena fue la que salió”, explicó Torres. La maestra celebró “la unión” que impulsaba la fiesta en Río Piedras y el que “a los niños se les dé la importancia en los derechos que tienen de expresarse”. “Todo esto para ellos es atractivo. Es bueno realizarlo también en el salón de clases”, exhorta Torres. PRESENTE LA IP DE FAR La Iniciativa Preescolar (IP) de la Fundación Ángel Ramos también contaba con un espacio en la fiesta; en su carpa la artista Ada Rosa ofreció talleres de arte en representación del Programa de Integración de las Artes Visuales del Museo de Arte de Puerto Rico, participante de la IP. "El mero hecho de tener aquí a las familias con sus niños, reconociendo a los padres y familias como primeros educadores de los niños, es para nosotros más que suficiente". Carmen Leonor Maldonado Presidenta PRAEYC “Vamos a hacer unas impresiones en serigrafía sencillas con los niños y después ellos las van a pintar. Son unas mariposas, crean el contorno de la imagen y pintan como quieran. Después pueden levantarles las alitas. La experiencia que tuvimos el año pasado es que pueden tomar el taller niños de tres años en adelante porque sus papás los pueden ayudar. Estas actividades son muy positivas, un estímulo tremendo y lo bonito es que vemos a los padres involucrados en ese desarrollo, vemos esas familias que llegan o con mucho sol o con mucha lluvia”, declaró la artista del MAPR antes de comenzar el taller. Al describir el evento festivo, Marelis Román Matías, coordinadora de la Iniciativa Preescolar Virtual de FAR, señaló que las organizaciones y los proveedores participantes atienden a educadores, maestros, directores, orientan a estudiantes que se interesan por el magisterio y además programaron actividades para niños y sus familias. “Las organizaciones que trabajan con infantes están trabajando destrezas de motor grueso, tenemos motor fino con exploraciones con pintura y espuma, tenemos crayones, bloques, manipulativos. Cada organización ha decidido qué actividades tienen para infantes, maternales, preescolares y para sus familias. No solamente vienen los nenes con sus papás si no que también tenemos muchos abuelitos que han traído a los niños”, resaltó Román. La Fundación Ángel Ramos participó de la actividad compartiendo información de los programas que conforman la Iniciativa Preescolar, esfuerzo prioritario a favor de la niñez en edad temprana de la institución. FAR compartió los enlaces de su serie de webinars y vídeos dirigidos a la familia y a educadores, con la meta de optimizar el desarrollo de sus pequeños en la primera infancia. También informaron acerca de los programas que integran la IP para los educadores y procuraron actividades, estaciones de juego para los niños, así como literatura infantil “para siempre promover el deleite por la lectura”. “La intención es que las familias pasen por todas las carpas y disfruten todo lo que ofrecemos. La gente se bajó con sus sombrillas, vinieron a participar y eso deja saber el interés y la necesidad de estos espacios para que las familias puedan venir y los niños estén entretenidos, aprendan y lo pasen bien; no hay tantos espacios con tanta diversidad”, culmina Román. Fotos / Javier del Valle
La bióloga marina Chabeli Iglesias Escabí mantiene su cruzada para que las ciencias marinas sean parte de la educación en las escuelas del país desde la primera infancia. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé Chabeli Iglesias Escabí, bióloga marina El mar ha guiado muchos de los pasos que ha dado Chabeli Iglesias Escabí en su vida. Lo conoció en los frecuentes viajes a la playa con su familia y le impresionó lo suficiente como para reunir firmas con sus compañeros para que brindaran como electiva la clase de biología marina en escuela superior. Después se convirtió en su tema de estudio; cuenta con un bachillerato en biología marina costanera de la Universidad de Puerto Rico en Humacao y una maestría en oceanografía de la Universidad de Valparaíso, en Chile. Eventualmente Iglesias quiso lo que parece lógico en una isla, pero no lo es en nuestro país: que el estudio de los océanos sea parte integral del currículo en las escuelas puertorriqueñas. Así que estudió otra maestría en el Programa de Literatura Infantil de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras y se ha insertado en la corriente denominada “educación azul”, para interesar a estudiantes de todas edades en las ciencias marinas. La joven presentó múltiples recomendaciones de actividades educativas para la primera infancia durante la celebración del Día de la Iniciativa Preescolar 2024 de la Fundación Ángel Ramos, que tuvo lugar el sábado 20 de abril en Ponce. La bióloga marina compartió la historia detrás del concepto conocido como la educación azul. “En los veranos mis amistades iban a campamentos, pero mi mamá me llevaba a la playa. Me crie en la playa, aprendí a nadar en la playa y me dije ‘este es mi lugar’”, recuerda la trujillana el comienzo de su relación con el mar. Iglesias lamenta que tanto la sociedad como el gobierno compartan desinterés por el tema, al punto de que las ciencias marinas no se discutan en los salones de clases, más allá de algún día en la clase de ciencias. Y el mar es fuente vital de vida, puntualiza la bióloga marina quien enumera algunas de sus aportaciones: brinda alimento, impulsa la economía, regula el clima, propicia la recreación, la transportación y, en una isla, se convierte en nuestro hogar. Si necesitas otro dato, aquí va: los océanos cubren el 71% del área de la Tierra. ¿Estamos a tiempo de educarnos en el tema y actuar acorde?, le preguntamos. “Más que si estamos a tiempo, es que tenemos que hacerlo”, dice convencida la especialista, “no hay de otra, de esto depende nuestra supervivencia, lo estamos viendo todos los días con los calores que sentimos. Tenemos que hacerlo sí o sí. Tenemos que aprender a nadar, eso es fundamental, pero también tenemos que saber qué hay ahí debajo. Hay diferentes formas de informarse, ahora mismo no hay excusa para no estar educados y no saber que hay que hacer algo para cuidar los océanos”. LOS PEQUEÑOS Y EL TEMA "Este día se trata de compartir conocimiento, de disfrutarnos nuestra naturaleza isleña y de salir de aquí con las manos llenas para seguir multiplicando los saberes con los más pequeños. Esa es nuestra ilusión". Laura López Directora ejecutiva FAR Quien piense que los niños y niñas en edad preescolar nada más comprenden dibujos animados sobre la vida marina, debe conocer las experiencias de la bióloga marina con esta población. Cuanto antes los expongamos a la vida bajo el agua, mejor. “Les interesa el tema y mucho”, afirma Iglesias. “Yo estaba haciendo una lectura con unos niños de kínder, abrí ese libro de peces y los niños empezaron a acercarse y me decían ‘este es tal pez’, los identificaban y preguntaban. Todos terminaron tocando el libro. Me pasó también con otra nena que me pedía siempre el libro de las ballenas, un libro que es en inglés, informativo, mucho texto y ella seguía ‘el libro de las ballenas’, yo se lo daba y ella lo abrazaba. Ya las conocía y me decía ‘esta es mi favorita’ y cuando le preguntaba el nombre me decía ‘la orca, esa es mi ballena favorita’. Ese interés no se puede dejar caer”. Durante su presentación en el evento de la IP en Ponce, Iglesias recomendó incluir literatura infantil, giras educativas, vídeos, invitados profesionales, experimentos, arte y hasta juegos dramáticos para instruir el tema marino desde que los futuros estudiantes asisten a centros de cuido. Los docentes aprendieron formas de enseñar a diferenciar el agua dulce de la salada, a crear una caja sensorial con texturas similares a las pieles de los peces, a crear mosaicos y mostrar vídeos que recogen los sonidos del mar, entre otros recursos. “Pasé de estudiar biología marina a educación con la pregunta de cómo yo puedo enseñar la biología marina para la niñez. Había pasado un simposio de Latinoamérica y el Caribe sobre alfabetización oceánica, pero el tema se venía hablando así que entré a la maestría en Educación pensando en cómo traer el tema de las ciencias marinas a la niñez de manera sencilla, sin que deje de ser biología marina. La profesora Ruth Sáez me trajo el nombre de ‘educación azul’ y de ahí partimos. Espero que las personas y que el Departamento de Educación lo acojan y se haga parte del currículo escolar. Si no, espero seguir llevando el mensaje a través de las organizaciones sin fines de lucro”. Los cambios climáticos imponen que dejemos de dar por sentado el mar que rodea nuestra isla, ya es requisito conocerlo y protegerlo. “Como isleños es algo natural interesarnos por estos temas, quizás pensamos que el océano siempre va a estar ahí, no importa cuánto daño le hagamos, y esa es una idea bien equivocada. Quizás por eso no nos importa lo que hay debajo del agua”, acaba Iglesias. Ya es hora de prestar atención. Fotos / Javier del Valle
La organización especializada en servicios de albergue, acompañamiento y prevención de violencia de género es liderada por Lenna M. Ramírez Cintrón. Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé La nueva directora ejecutiva Lenna M. Ramírez Cintrón asume el rol en el marco del 45 aniversario de la organización sin fines de lucro. No se trata de una simple mudanza de oficina. Lenna M. Ramírez Cintrón es la nueva directora ejecutiva de la Casa Protegida Julia de Burgos, organización en la que comenzó en el 2020 como técnica social, posición desde la cual compartió iniciativas educativas para erradicar la violencia de género, y luego fungió como coordinadora general de servicios, desde donde manejaba alianzas y allegaba fondos económicos. Cuatro años después, su agenda como líder luce repleta de proyectos y de necesidades, aunque asegura tener toda la disposición para superarlos puesto que “Casa Julia pone en el centro de todo a nuestras sobrevivientes, ellas son el corazón de la organización y eso es lo que nos hace transformarnos todo el tiempo y ver qué otros servicios hacen falta”. Desde sus sedes en la zona metro, sur y oeste, la organización sirvió el año pasado a 523 participantes y a sus familias a través de dos albergues y ocho programas de servicio incluidos los de niñez, ambulatorios y de vivienda, entre otros. -Casa Julia apuesta por la educación de sus participantes y de la comunidad. ¿Sigue siendo una prioridad? Actualmente, se encuentran en proceso de mejoras a la plata física de la organización, con énfasis en las áreas para niños y niñas. Sí, porque entendemos que la educación es primordial para la prevención, para realmente transformar las dinámicas en nuestro país y poder erradicar la violencia de género. La única manera en que podemos dejar de sufrir tanta violencia hacia las mujeres en este país es que empecemos a cambiar esas dinámicas tan violentas, a construir otras maneras de relacionarnos y eso va en todo tipo de relación y en todo tipo de espacio. -Mencionas que están atentos a los vacíos de servicios, ¿qué dificultades encuentran al encararlos? El tema de las mujeres y de la equidad de género es uno que hay unos sectores que no quieren hablarlo o no quieren visibilizarlo o simplemente no quieren aportar, así que ese uno de los grandes retos. Hay que continuar educando en la necesidad de apoyar proyectos como Casa Julia, que ya cumplimos este año 45 años. -¿Cómo asumes la dirección de la organización? "La única manera en que podemos dejar de sufrir tanta violencia hacia las mujeres en este país es que empecemos a cambiar esas dinámicas tan violentas, a construir otras maneras de relacionarnos y eso va en todo tipo de relación y en todo tipo de espacio". Lenna M. Ramírez Cintrón Directora ejecutiva Casa Julia El año pasado comencé como directora interina y en septiembre empecé oficialmente en el puesto. Sobre todo estoy súper honrada de que se me haya dado la oportunidad de estar en esta posición de muchos retos pero también súper esperanzada. Este es un espacio donde llega mucho dolor y donde acompañamos mucho dolor, pero siempre hay algo en el día a día que que me lleva a decir ‘aquí es que hay que estar’. Por ejemplo, el pasado jueves mi día comenzó con una llamada de auxilio de una mujer que está viva de milagro, se salvó, y el viernes culminé mi día con todas mis participantes esperándome para comer pizza porque una de ellas se va y en agradecimiento, de lo poco que tiene, quiso compartir con sus compañeras. Ver esas transformaciones, esa paz, esa alegría volver, lo que hace es reafirmarme en que estos espacios seguros y de sanación son importantes, y seguir con el sueño de lograr que todos los espacios en Puerto Rico sean seguros. -¿Cómo el público general recibe hoy el mensaje de prevención de violencia de género? Hay momentos en los que he sentido que la gente lo toma con cautela. -¿La resistencia es generacional? Creo que no, me he encontrado con gente de generaciones mayores que están muy abiertas. Sí tengo que decir que cuando voy a escuelas, a universidades lo que veo es un hambre de nuestros jóvenes y niños de aprender y de relacionarse de manera diferente. Me parece que el freno está en el miedo a los cambios, a lo nuevo, eso es normal y es importante que lo validemos. Sin embargo, creo que la diferencia está en poder escuchar la experiencia de otras personas y reconocer que hay otros mundos. Dentro de nuestro Puerto Rico hay mundos de pobreza, de violencia y la única forma en que podemos transformarlos es si los miramos y nombramos las cosas que están mal. Hay experiencias que son tan dolorosas que no queremos decir que en nuestro Puerto Rico esas cosas pasan. Pero si no miramos esos mundos de frente y con valentía no podemos trabajarlos ni evaluar con esos lentes violeta cómo esas situaciones afectan directamente a nuestras mujeres y a la comunidad LGBTT. Esa resistencia es miedo a mirar esas situaciones a las que no estamos acostumbrados. -Pero hemos visto que ese miedo a ver el problema cuesta vidas. El acercamiento que trabaja la organización integra el modo en que los niños y niñas se ven afectados por la violencia doméstica y forma parte de los servicios que ofrecen. Por eso es que es tan urgente, por eso es que que tenemos que apelar a la solidaridad de nuestra gente para ver cómo todos somos parte de, o no hacer nada y que sigan pasando estas situaciones. Todos podemos hacer algo para transformar esta dinámica. -Cuéntanos de los cambios en la planta física de Casa Julia. La violencia de género no para. En Casa Julia hemos sufrido también las situaciones de país, el COVID, los terremotos en la sede del sur, los huracanes y hemos visto que en esos momentos de emergencia las situaciones de violencia aumentan, así que no se ha dejado de dar el servicio en ningún momento. Mirando cómo podemos hacer que este espacio sea más resiliente en las emergencias estamos preparándonos. Estamos sellando el techo e instalan:do placas solares, gracias a la donación de una fundación de Estados Unidos y de fondos federales CDBG. También vamos a pintar la estructura por dentro y por fuera y arreglar el área de los niños. Lo que buscamos es que Casa Julia sea un espacio de sanación, seguro y resiliente que pueda operar 24-7 en los 365 días del año. -¿Por qué te enorgullece el programa de la niñez? La independencia económica y la posibilidad de proveer un espacio seguro para sus hijos son dos de los aspectos fundamentales que hay que atender para lograr romper efectivamente un ciclo de violencia. Ese es un programa súper chulo. Cuando pensamos en la violencia doméstica pensamos en las mujeres y muchas veces invisibilizamos lo que sufren nuestros niños y nuestras niñas. Es importante sanar, pero también romper esos ciclos de violencia que se pueden reproducir, así que tenemos nuestro programa donde tenemos cuidado, tutorías y entonces mamá, que está en ese proceso de retomar y construir una vida nueva, puede trabajar, estudiar, atender sus procesos de tribunales, de terapias y tiene ese respiro que es tan importante en el proceso de sanación. Con los niños vamos identificando las necesidades que puedan tener de desarrollo, tienen su psicólogo, terapias holísticas, arte-terapia y su campamento de verano. Muchas veces nos dicen que es la primera vez que van a un campamento o es la primera vez que van al cine, así que para nosotros es bien importante ese espacio. Una de las de las misiones que tenemos es poder expandir ese servicio a la niñez en otras zonas de la isla. -¿Qué se necesita para romper el ciclo de violencia? Hay dos factores que yo creo son los más importantes para que se rompa ese ciclo: el acompañamiento y las situaciones materiales. Si no tengo vivienda o si no tengo trabajo -porque es parte de de las condiciones de violencia- pues es muy difícil salir aunque quiera. No es un asunto de voluntad, es un asunto también de tener cuestiones materiales para no sufrir otros tipos de violencia. -¿Cuál es tu meta como directora? La historia de la organización se cimenta además en la esperanza de una mejor vida, de un futuro libre de maltrato para cada mujer puertorriqueña. Es un reto bien grande y lo asumo con mucha responsabilidad. Tengo el privilegio de haber conocido a las fundadoras, de haber escuchado sus historias porque en ese momento eran ellas quienes rescataban a las mujeres de sus casas porque no había un albergue, no había la Ley 54, no había reconocimiento de la sociedad de esta problemática, no había un amparo legal para ellas, así que para mí lo que las fundadoras hicieron y lo que simboliza Casa Julia para el país es una bandera de lucha y esperanza de que las mujeres merecemos tener espacios seguros en nuestros hogares, en nuestros centros de trabajo, en las calles, en donde sea y que también tenemos el derecho a vivir vidas dignas, libres, en salud y en bienestar. Yo quisiera decir ‘ojalá que Casa Julia no exista’, pero mientras haya una mujer que sea violentada es importante que estos espacios continúen. Mi meta es seguir visibilizando la necesidad de transformar este país para que sea uno justo y de equidad para nuestras mujeres y que Casa Julia siga funcionando de manera efectiva, siga llegando a espacios donde todavía existe ese vacío de servicio como en el área central de la isla, en el área sur y en el área este. -¿Existe alguna fórmula probada por Casa Julia que siempre funciona ante la violencia de género? El acompañamiento. Sabemos que los procesos, por ejemplo, de tribunales, son bien difíciles, bien revictimizantes y el tú estar acompañada e informada es lo que hace la diferencia en que una sobreviviente pueda continuar el proceso y culminarlo o desista, y eso no quiere decir que no quiera estar segura, es que ese acompañamiento puede ser clave. Cuando hacemos talleres siempre decimos que cuando una víctima toma la decisión de contarle a una persona, está haciendo un ejercicio de mucha valentía y de mucha vulnerabilidad y esa primera respuesta puede hacer que se cierre o que decida salir. El país ha cambiado y las necesidades de las mujeres han cambiado, por eso hemos llegado a otros espacios y estamos buscando cómo darle las herramientas para que verdaderamente puedan salir. -¿Qué es Casa Julia hoy? El espacio de todas las personas que creen en la equidad, de los que queremos construir un país diferente. Las alianzas y la colaboración siempre han sido clave desde que Casa Julia comenzó, por eso hicimos la última campaña de “#Nos toca”, porque creemos en que la transformación tiene que ser una de país y que nuestro llamado es a que nos podamos unir, que podamos seguir creando alianzas para realmente cambiar esta dinámica de violencia contra las mujeres. Para estar al tanto de la labor de la Casa Protegida Julia de Burgos, visita casajulia.org. Si necesitas apoyo, llama al 787/547-5920 a la línea 24/7 de Casa Julia. Fotos / Javier del Valle PLAN DE ESCAPE Prepara un bulto con ropa, artículos de aseo, medicina, documentos legales, dinero y llaves. Guarda el bulto en casa de un vecino o familiar. Piensa cómo vas a salir de la casa: taxi, tren urbano, en el carro de alguna amistad. Si deseas llamar a la policía, anota el nombre y número de placa de quien te asista. Puedes solicitar una escolta para acudir al tribunal. *Fuente: pazparalamujer.org