Anticipan que recortes sobre el tercer sector podrían afectar servicios vitales.
En un País donde la tasa de participación laboral es de solo un 40% entre las personas de 16 a 65 años, donde el 41% de las familias vive bajo el nivel de pobreza, con una mediana de ingresos de $19,300, y donde la economía está en contracción ante la incertidumbre fiscal que impera, las organizaciones sin fines lucro cobran un rol fundamental al asistir al gobierno en la prestación de una serie de servicios que el Estado no tiene la capacidad de brindar.
por Marga Parés Arroyo/ El Nuevo Día/ 05.21.15