Las organizaciones que integran el colectivo votan en asamblea para elegir una Junta Directiva y esos seleccionados, a su vez, votan por los cargos principales.
La Junta Directiva quedó conformada por las directoras ejecutivas de varias entidades: Marianne Ramírez Aponte, del Museo de Arte Contemporáneo; Yorelys Rivera, de Iniciativa Comunitaria; María Ángela López Vilella, del Museo de Las Américas; Vilma González, de Coordinadora Paz para la Mujer; Jacquelina Rodríguez Mont, del Instituto Socio Económico Comunitario (INSEC); Celia Galán, de Apoyo a Padres de Niños con Impedimento (APNI); y Ángela Díaz, del Consejo Renal de Puerto Rico. Cuatro puestos quedaron vacantes.
“Estoy muy honrada por la confianza de mis compañeros del Tercer Sector al otorgarme este nivel de responsabilidad que asumo con mucho entusiasmo, y entendiendo el valor que tiene la labor de las organizaciones para el país”, sostuvo Guzmán.
Por su parte, Santana coincidió en sentirse “súper agradecido y honrado por la confianza de mis compañeros”, y por la oportunidad de “caminar cerca de Ana Yris”.
Tras resaltar las capacidades intelectuales y la trayectoria de su colega, Santana mencionó que desea aportar su experiencia de doce años, “que no se compara con la de Ana Yris”, y su energía para seguir desarrollando el Tercer Sector.
“Somos un dúo ultra dinámico”, describió jocoso Santana. “Tenemos lo mejor de los dos mundos para ponerlo al servicio de este colectivo”.
“Es un paso significativo el romper con la estructura tradicional de que una sola persona dirige, pero Ana Yris y Nuestra Escuela han dado cátedra de romper paradigmas, y la Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud ha demostrado cómo se hacen alianzas. Aquí hay conocimiento y ganas de seguir articulando este sector poderoso que, para los que no lo miraban, después de María demostró su alcance y el poder transformador que tiene”, agregó Santana.
En el año 2015, las organizaciones no gubernamentales que integran el Tercer Sector en la isla se unieron bajo un colectivo que bautizaron Movimiento Una Sola Voz, para enfrentar un dramático recorte presupuestario propuesto para las asignaciones gubernamentales que, en la mayoría de los casos, garantiza su existencia. Al momento, el colectivo se ha mantenido realizando esfuerzos de capacitación y abogacía, entre otros, para asegurar que el presupuesto gubernamental no olvide ni reduzca sus asignaciones hacia el sector.
“Me parece que la belleza de esta oportunidad es la articulación del Tercer Sector, la posibilidad de empezar a colaborar en lugar de competir por los mismos fondos”. |
Visibilizar la obra que realizan las organizaciones no gubernamentales ha sido crucial en la gestión del MUSV. En el escenario actual, la Junta de Control Fiscal es el organismo que tiene la última palabra en torno al presupuesto general, por lo que es imperativo que adopten nuevas estrategias de subsistencia.
Y la labor comienza en casa. Guzmán señaló que el propio MUSV no tiene un solo empleado fijo, ya que todos sus integrantes atienden sus tareas en el colectivo, en medio de sus compromisos en las organizaciones sin fines de lucro que lideran. Este escenario lacera aspectos como la consistencia para alcanzar metas propuestas o la posibilidad de asumir responsabilidades.
“El mayor reto que tiene el movimiento es que no es sustentable en términos económicos. Los miembros de la Junta necesitamos articular un plan que garantice la sostenibilidad económica del próximo año, que nos permita desarrollar estrategias para que el movimiento sea sustentable a largo plazo. Debemos evaluar propuestas como campañas de recaudación o membresías, entre otras”, adelantó Guzmán.
SUSTENTABILIDAD COMPARTIDA
La ruta que tomen podría encaminar además al Tercer Sector a alcanzar la anhelada auto sustentabilidad.
“Me parece que la belleza de esta oportunidad es la articulación del Tercer Sector, la posibilidad de empezar a colaborar en lugar de competir por los mismos fondos”, propuso la nueva Presidenta.
Guzmán reconoce la “instancia de importancia y valor” que llevó al sector a unirse como MUSV por causa de los amenazantes dilemas económicos. Sin embargo, anticipa que les interesa “dar una mirada distinta de más colaboración, de trabajo en conjunto, de apoyo entre organizaciones, de intercambio de saberes”.
“Hay tanta riqueza en el aprendizaje de algunos miembros de las organizaciones”, destacó Guzmán.
“El Movimiento Una Sola Voz acaba de completar su plan estratégico y una de las prioridades es visibilizar más las organizaciones sin fines de lucro del país, porque quedó evidenciado el rol que cumplen ante el paso de María. Nos parece que pueden hacer un trabajo concertado a través de toda la isla. Creo que se pueden maximizar los esfuerzos y hacerlo de manera coordinada”, señala la Presidenta quien integró el grupo de trabajo que diseñó dicho plan.
“Si no se visibiliza ese trabajo, a la hora de que se tomen decisiones importantes relacionadas, por ejemplo, a la distribución de los fondos, se afectan los servicios. Lo más importante es entender que las organizaciones no existen para perpetuarse, existen para atender un problema social que no ha sido atendido de la mejor forma por el Estado quien tiene esa responsabilidad. Cuando profundizas, te das cuenta de que trabajamos asuntos relacionados a derechos que le corresponden al Estado”, agrega la líder.
“Reducir los presupuestos y las asignaciones a las organizaciones se traduce en empobrecer los servicios de la gente con menos recursos”. |
Al final del día, opina Guzmán, todas las organizaciones sin fines de lucro del país comparten una misión. “Realmente trabajan para que sean atendidos los derechos de los ciudadanos de la mejor manera posible. Sabemos que cuando alguien funda una organización sin fines de lucro es porque viene amparado por una vocación de servicio, un llamado de un área que no está siendo atendida y sufre por la carencia de ese servicio”, sostuvo.
De otra parte, Santana identifica como reto primordial “velar esa discusión del presupuesto que hay entre el Gobierno y Junta, para que no se minimicen los recursos dirigidos al Tercer Sector”.
“Hay que seguir articulando a través de un movimiento porque el Tercer Sector no es una sola cosa; hay que ampliar la membresía, articular redes más fuertes para que sea más robusto, para poder enfrentar medidas de austeridad, para que no se siga precarizando y empobreciendo a la gente. Reducir los presupuestos y las asignaciones a las organizaciones se traduce en empobrecer los servicios de la gente con menos recursos”, puntualizó Santana.
Este dúo ya entró en acción.
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