Quince piezas en pequeño formato, logradas en acrílico sobre madera, componen este cuerpo de obras que indaga en el mundo, la cultura y los tiempos que ha vivido Rodríguez.
“Antes yo trabajaba el arte figurativo en paisajes, pero esta serie son meditaciones observando el mundo en el que uno vive. Las imágenes son como atando cabos, diciendo ‘caramba, tal cosa yo la representaría de tal forma’. Son paisajes interiores que todos tenemos”, explica la artista.
Nacida en Sabana Llana, Carolina, la creadora estudió en la Universidad del Sagrado Corazón, de la mano de Myrna Báez y Jorge Rechany, y luego completó una maestría en la Escuela de Bellas Artes Shifanoia en Florencia, Italia. Se radicó en Boston, ahora en Maine, y ha estado intercalando su vida en Estados Unidos con veranos anuales en Puerto Rico donde tiene taller en Guaynabo. Sus obras integran colecciones privadas.
Las obras en SalaFAR las describe como “meditaciones sobre este mundo que hice para mi”. “Cada cual tiene libre interpretación según lo que le parezca o lo que perciba. Todas son del mundo este que tenemos en común, no es ninguna filosofía o religión en particular, es sobre lo que vivo”, añade.
Como le agrada el color, se siente cómoda manejando el formato que llaman “pop surreal”. “Ese estilo es bien moderno aunque tiene un dejo antiguo o tradicional. Se estila mucho en California y se estila mucho en los comics books. O sea, esta es una serie que se podría publicar en un libro porque tiene mucho colorido, las imágenes son diferentes y entretienen. Muchas tienen gráfica, letras que aportan a la imagen”, subraya la artista.
Al abundar sobre el “realismo surreal” que también le interesa, Rodríguez resalta que la oportunidad de realizar múltiples interpretaciones de una imagen que le ofrece el estilo es beneficioso.
“Me encanta el realismo y el realismo surreal porque no es solo lo que tu ves, ¿es un carro o un edificio? El surrealismo yuxtapone todos esos elementos, pero con algún fin, ya sea de atar cabos, de hacer un pensamiento completo o una intuición, por eso me gusta. No es que coges la cámara y le tomas una fotografía al mar o le tomas la fotografía a un árbol sino que puedes tener un cuadro en el que tienes un árbol saliendo del mar. El surrealismo interpreta cosas que son abstractas, pensamientos a los que en realidad no le puedes tomar una fotografía”, agrega la creadora que ha sido influida por el trabajo de artistas como Max Ernst, Hans Hoffman, Andy Warhol o Pablo Picasso, entre otros.
Algunas piezas incluidas en la exposición, abordan la naturaleza como tema. “La naturaleza, pero como la veían los indios taínos”, explica la artista, “ese será mi próximo tema de investigación y mi próxima serie”.
El programa educativo diseñado alrededor de “Retro” será anunciado pronto.
SalaFAR fue inaugurada en el año 2010 para propiciar la difusión del trabajo que realizan artistas plásticos en Puerto Rico. El horario de visitas es de lunes a viernes, de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. Para más información, llame al 787-763-3530.
Fotos: Javier del Valle