Desde el miércoles 22 enero, el público de SalaFAR tiene la oportunidad de ser parte de la nueva aventura de Luna, quien por años se destacó por utilizar el platinotipo como modo de expresión fotográfica. El platinotipo es un procedimiento fotográfico del siglo 19 en el que se utilizan sales de platino y hierro tras un revelado de oxalato. Finalmente, la imagen se compone de platino impregnado en papel.
La llegada de la tecnología digital significó un reto para Luna pues la hizo pensar en cómo incorporar ambos métodos. "Una de las particularidades de esta exhibición es que literalmente es mi primera exhibición en el medio digital. Te diría que eso, creo, es la característica principal", explicó.
Para ella, el platinotipo tiene ciertas características que le permitía tener una participación mucho más activa en la elaboración de los detalles de la fotografía, así como el retratar con cámaras de gran formato.
"Uno de los elementos que también quiero señalar con esta exhibición es que el ojo del artista no cambia por el medio. Yo sigo fotografiando lo que me apasiona, lo que me gusta, sencillamente el medio me ayuda a expresarme de diferentes maneras", apuntó.
La también graduada de la Escuela de Bellas Artes de Pratt Institute en Nueva York definió como "volver a comenzar" la adopción de la tecnología digital en su obra, pues la regresó a su base de formación pictórica en la Universidad.
Naturaleza es el producto de fotografías tomadas al azar. Recoge doce piezas tomadas en el 2010 y 2012 en Maine y Salinas y son la continuación de una pasión que Luna ha compartido a través del lente durante años.
La naturaleza es parte de su día a día y también de su formación profesional. Su trayectoria fotográfica tiene sobre 20 exhibiciones en relación a la naturaleza. Es ahí, entre el cielo y la tierra, donde encuentra la abstracción que le roba la rutina.
"Vivimos en una época en que trabajamos con mucha abstracción y el arte está muy dirigido a las expresiones internas que son difíciles identificar. Yo siempre he sido de la filosofía de que la misma naturaleza nos brinda a nosotros abstracciones. No necesariamente tenemos que ir a desintegrar las cosas, como se hace tanto en digital, que hacen miles de manipulaciones técnicas", comentó al tiempo que explicaba que en este proceso no alteró el orden del objeto ni utilizó programas de edición para sumarle detalles a la fotografía.
Sobre las tomas donde se destacan las hojas, los girasoles y las gotas de agua explicó que tienen manipulaciones que están aceptadas dentro del código de ética en la fotografía digital, que es por ejemplo, manejar contraste. "Las fotos son así en su original", agregó.
Luna también se desempeña como catedrática y profesora de Fotografía en blanco y negro en la Universidad del Sagrado Corazón en Santurce. En el salón de clases, ya el escenario es otro. Sus alumnos, cuenta entre risas, le dicen que ella es quien enseña fotografía artística.
"Siempre dicen que yo veo la fotografía desde el punto de vista artístico y yo les digo que no hay otra manera de verla que no sea artística. No porque se exhiba sino porque los grandes maestros de la fotografía, hasta los que son comerciales, se hacen famosos porque su producto deja de ser producto y se convierte en una obra de arte", detalló la profesora con más de 25 años enseñando en la Academia.
Recuerda que sus primeros años de estudiante se aficionó a la fotografía como disciplina auxiliar de la pintura y luego como manifestación artística. Tenía 19 años cuando incursionó en fílmico y, a partir de ahí, ha visto la vida pasar detrás de un lente. Cursó estudios postgraduados en Brooks Institute of Photography en Santa Bárbara, California con el propósito de especializarse en la técnica de platinotipo.
"El lenguaje del artista es universal, mi expresión, mi amor y respeto por la naturaleza tendrá la misma resonancia independientemente del medio que utilice", concluyó.