"En el 93, cuando me fui fuera a estudiar los maestros nos empujaban para que tuviéramos ideas filosóficas más fuertes y yo trataba de hacer lo que hago, lo que hago ahora, que es arte por el arte, pero tenía esa idea de la fruta del mangó porque mi familia tiene un legado de exportación de mangó fuera de Puerto Rico y pues eso lo usé como parte de la idea", explicó Martí.
Colecciones en barro es una serie de tres muestras artísticas. "Semillas flotantes" es el proyecto más antiguo. Para la artista, además de mostrar parte de su infancia con estas piezas, fue una estrategia para demostrar la docilidad y la blandura del barro.
Comenzó a trabajar la técnica del barro en el 2003. Dice que no ha hecho muchas exposiciones de sus obras por falta de tiempo, ya que tiene muchos proyectos independientes.
Su fuerte son las peticiones. Martí ha dedicado parte de su vida artística en trabajar piezas personalizadas a los gustos de sus clientes. Sin embargo, menciona que, a la larga, ella como artista, decide qué quiere hacer pero teniendo en cuenta las exigencias del cliente y, en el proceso, busca sentirse cómoda con la pieza.
Por una petición de una arquitecta, surgió la colección Playa y arena, también parte de esta muestra.
"Este es un concepto específico de la petición de un cliente. Fue una pieza para poner en una propiedad que está cerca del mar pero de esa obra surgieron como diez piezas más", comentó.
"Para mí el coral, las piedras y el poder jugar con cómo se ve visualmente el agua versus aquello con lo que choca el agua, además del roce con la arena, pues me interesaba mucho poder contrastarlo, plasmarlo de alguna forma".
La colección recoge 9 obras en barro y cerámica con elementos en arcilla básica, porcelana y terracota. En su mayoría, los detalles de las piezas reúnen colores tales como el rojo, azul claro, dorado y verde chatré. Estos son pintados a mano con esmalte, acrílico y oro líquido fundido en el horno. Para realizar estas obras la artista fundió el barro en el horno, entre los 1,500 a 2,000˚ grados F.
Martí realizó estudios de bachillerato en Artes Plásticas y cursó su maestría en Washington University en St. Louis, Missouri y en la Universidad de Nuevo México en Albuquerque.
Su última muestra fue en el 2007. Cuenta que hizo algo parecido a Colecciones en barro, lo que la llevó a pensar seriamente en cómo quería que fuera esta exhibición.
"Quería mostrar cierta madurez, porque aunque llevo mucho tiempo trabajando en barro, traté de escoger las piezas más significativas", sostuvo.
Líneas y puntos es del 2009 y es la muestra más reciente de la colección. La artista describe la emersión de esta colección como "un error". Al momento de finalizar la pieza identificó un pequeño error y, en el proceso de reparación, le añadió un 'parcho' que alteró por completo el propósito de la muestra.
"Es un concepto más arquitectónico", dice. "Es más geométrico y austero. La pieza juega entre lo estático del barro blanco, negro y plano y el uso de los mini tiles más gruesos y animados, con color y textura". A diferencia de las otras obras, en esta predominan los círculos que le sirvieron como canvas para trazar líneas y estampados.
A través de Colecciones en barro, la artista espera reunirse con ese público que dejó atrás en el 2007. Con esta exhibición, también aspira a reencontrarse con las galerías de arte y volver a sus primeros pasos. Esta vez con sabor a mangó