Laura López, directora ejecutiva de FAR, durante su mensaje de bienvenida.
Foto / Javier del Valle
Laura López, directora ejecutiva de FAR, recibió a la veintena de organizaciones y los voluntarios que acudieron a la actividad realizada el pasado jueves, 5 de diciembre y les ofreció una cálida bienvenida. “La labor que a diario realizan es vital, nos enorgullece y nos invita a seguir acompañándolos”, resaltó López.
“No es casualidad que estemos aquí”, señaló, de otra parte, Astrid Morales, consultora y gestora de los esfuerzos de voluntariado de la Fundación Ángel Ramos.
“No es casualidad que las organizaciones que estamos aquí trabajamos arduamente para forjar espacios con mayor justicia, dignidad, inclusión y para que la labor de nuestros voluntarios sea reseñada y tengan espacios activos donde aportar a la transformación de nuestro país”, añadió en su discurso de bienvenida Morales.
Astrid Morales, consultora en desarrollo organizacional; Laura López
y Edenmarí Class Montijo, directora ejecutiva y gerente de Comunicaciones
y Desarrollo Organizacional de FAR, respectivamente. Foto / Javier del Valle
La consultora resaltó que los voluntarios construyen a diario “el Puerto Rico que nos merecemos”. “La labor diaria de cada uno de ustedes hace posible el que entendamos que otro Puerto Rico lo construimos y lo formamos cada día. Su labor es titánica y la reconocemos, y sabemos que esa labor no es posible sin la labor de sus voluntarios que son almas inquietas y corazones dispuestos que se suman a cada una de sus organizaciones para hacer el trabajo que realiza. Es por eso que hoy estamos aquí celebrando el Día Internacional del Voluntariado”, explicó Morales.
La Fundación lleva varios años reforzando la idea de que el voluntariado es la fuerza transformadora del país. Morales definió algunas características que les ayudarán a lograrlo: “son seres apasionados por servir, por la justicia y la dignidad, y por ofrecer espacios que cambien vidas”.
“Hoy para ustedes nuestro agradecimiento y nuestro respeto”, dijo Morales antes de pedir un aplauso cargado del “afecto, la gratitud y el reconocimiento que las organizaciones sin fines de lucro tienen para ustedes”.
VIVENCIAS PARA CONTAR
Alejandro Silva, de Mentes Puertorriqueñas en Acción, compartió el
primer testimonio de la jornada. Foto / Javier del Valle
Dos organizaciones sin fines de lucro ofrecieron testimonios sobre sus vivencias e impacto en las poblaciones que sirven con la ayuda de sus voluntarios.
Alejandro Silva, de la organización Mentes Puertorriqueñas en Acción, compartió sobre sus intervenciones con jóvenes de la Universidad Ana G. Méndez, recinto de Cupey, durante un junte que definió como “mágico”, ya que el proceso de aprendizaje fue en ambas direcciones y los universitarios entendieron, al enfrentar una problemática que les toca, “que hay algo que los une y pueden hacer algo al respecto”.
El segundo testimonio estuvo a cargo de Sandra Torres, directora ejecutiva
de Bill's Kitchen. Foto / Javier del Valle
A la primera visita realizada a dicha institución llevaron voluntarios como talleristas y, a la segunda vez, se unieron empleados de organizaciones sin fines de lucro en la misión de motivar a los estudiantes.
“Aunque trabajamos distintas áreas, nos une el deseo de cambiar el país y el país no cambia si no lo trabajamos”, resaltó Silva, cuya organización formó parte de la segunda edición del Programa de Formación y Desarrollo de Voluntariado de Ciudadanía Activa PR.
El segundo testimonio estuvo a cargo de Sandra Torres, directora ejecutiva de Bill’s Kitchen, una organización con 26 años de labor atendiendo la alimentación y el bienestar de pacientes que viven con HIV.
“Cada hora que ustedes dedican al servicio de nuestras organizaciones sin fines de lucro es una hora que se sirve al país para retomar la esperanza y apostar a la transformación social”. |
Para comenzar, Torres se hizo eco de las palabras de Silva: “la fuerza del voluntariado es capaz de transformar a los voluntarios, a las personas que reciben sus servicios y a nuestro país”.
Para una organización que prepara más de 130 mil comidas al año, la palabra voluntario significa, según su líder, “solidaridad, apoyo, esperanza y oportunidades, porque nos permite servir a más personas y llegar a más necesidades a través de la multiplicación de recursos humanos, económicos y de relaciones”.
¿Algunos ejemplos de donación de tiempo? Empaque y distribución de alimentos, organización de actividades de recaudación de fondos y hasta escribir a mano cientos de bolsitas de alimentos, entre otros.
Los invitados disfrutan del recorrido guiado que ofreció la curadora Teresa
El vínculo entre Bill’s Kitchen, el programa de Ciudadanía Activa PR de FAR y los voluntarios que les movilizó la compañía MCS, logró que 488 personas ofrecieran a lo largo del año más de 2,800 horas de servicio, creando así “una poderosa red de solidaridad”.
“Pudimos entregarle a nuestros donantes corporativos una experiencia de vida distinta”, explica Torres. “Cuando una compañía permite que un empleado vaya a un sitio a hacer labor voluntaria, eso tiene un efecto multiplicador porque permite que esa persona dedique un tiempo especial para ayudar a otros en un ambiente distinto y salen experiencias fortalecedoras para quien las hace y para nosotros que recibimos sus servicios”.
Para culminar, Morales subrayó a los invitados que “cada hora que ustedes dedican al servicio de nuestras organizaciones sin fines de lucro es una hora que se sirve al país para retomar la esperanza y apostar a la transformación social”.
La actividad culminó con la visita a la exposición y con la alegría contagiosa de las postales navideñas que muestra la misma.
¡Feliz Navidad, voluntarios
Fotos / Javier del Valle