Ángel Ramos fue un pionero de las comunicaciones en Puerto Rico. Su conocimiento instintivo de los medios, unido a su visión y genio empresarial, le permitieron ser propietario del conglomerado de prensa, radio y televisión más abarcador de Puerto Rico: el periódico El Mundo, el más influyente diario de Puerto Rico durante varias décadas; la revista Puerto Rico Ilustrado; la radioemisora WKAQ AM-FM; yTelemundo, la primera televisora puertorriqueña.
Entre los muchos reconocimientos a sus esfuerzos fue honrado con el prestigioso Premio María Moors Cabot, concedido en 1950 por la Universidad de Columbia y la presidencia del Comité Ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa, la cual había ayudado a reorganizar.
Ángel Ramos fue también un empresario comprometido con el servicio a la comunidad puertorriqueña, poniendo a la disposición de causas nobles, sus recursos en el campo de las comunicaciones, tales como las Empresas El Mundo. Tanto estas como Ramos, en su carácter personal, patrocinaron actividades educativas y culturales que enriquecieron la perspectiva intelectual de los puertorriqueños. El Festival Casals y las temporadas de ópera en la Universidad de Puerto Rico, presentadas durante la década del 50, son testimonio de esto.
Asimismo, se esforzó por dar a conocer los valores artísticos de Puerto Rico en el exterior y por respaldar el talento puertorriqueño mediante becas y otras ayudas a candidatos destacados.
Los méritos de Ángel Ramos se engrandecen por el hecho de que se crió sin ventajas económicas o sociales ni el beneficio de una educación avanzada.
Nacido en Manatí, en 1902, tenía solo tres años al morir su padre. De su madre, Braulia Torres, a quien amó entrañablemente, recibió la fortaleza para enfrentar los embates de la vida. Sus logros fueron producto de la determinación, el deseo de progresar por esfuerzo propio a base del trabajo duro y dedicado y de su extraordinaria curiosidad intelectual que le llevó a compensar con creces, a través de la lectura, las limitaciones de su educación escolar.
Ángel Ramos constituye un modelo de superación para los puertorriqueños de todas las épocas.