Álvarez Cabán y Bou Rojas fueron reconocidos por su labor en las áreas de educación y prevención, respectivamente. Por su parte, Pérez Rivera y Álvarez Ramos recibieron sus medallas por sus aportaciones en el ámbito de la salud. Arroyo Hernández y Ríos Rodríguez fueron premiados por ser ejemplos de personas comprometidas con el Desarrollo Comunitario.
“Estas seis personas son ejemplos vivos de que todos podemos contribuir a un mejor presente para nuestro país. Los felicitamos porque verdaderamente han puesto todas sus capacidades para mejorar la calidad de vida de otros", dijo José Luis Díaz Cotto, principal oficial ejecutivo de los Centros Sor Isolina Ferré, durante el acto de reconocimiento celebrado en La Rotonda de El Capitolio.
"Y la noticia mejor es que no se trata únicamente de estos seis recipientes del premio que honra el servicio desinteresado a los demás. Este año el proceso de selección fue un reto, pues recibimos más de 20 nominaciones, la mayoría de las cuales muy bien podrían estar hoy aquí en esta ceremonia. Es mucha la gente buena que todos los días se levanta a servir a quienes más lo necesitan”, agregó orgulloso Díaz.
El quehacer de cada ganador demuestra el poder de encauzar talento, solidaridad y energía al bien de otros.
Por ejemplo, José Manuel Álvarez Cabán tuvo la visión de desarrollar y poner a disposición de la comunidad no vidente a la que pertenece, todos sus programas y aplicaciones (APP) que promueven la inclusión educativa de estudiantes ciegos en Puerto Rico. En el caso de Jeanesha Stephanie Bou Rojas, de 18 años, ella convirtió una inquietud personal en una cruzada mundial en contra de la trata humana mientras que Ramfis Javier Pérez Rivera transformó el sufrimiento por la muerte de un familiar a causa de SIDA, en una lucha para ayudar a pacientes y familiares a enfrentar ese diagnóstico.
Yolanda Álvarez Ramos dejó una carrera profesional exitosa para servirle a Dios a través de la ayuda a los más necesitados. Marlyn Arroyo Hernández se inspiró en la palabra de Dios para llevar mensajes de aliento y ayuda directa a sectores marginados. Y, a punto de cumplir 78 años, don Lorenzo Luis Ríos Rodríguez ha dedicado la mayor parte de su vida a servir a los demás y hacer la diferencia en su comunidad.
La entrega de las medallas que honran el servicio desinteresado a los demás se realiza por mandato de la Ley 7 del 4 de enero de 2002, que instituyó el premio en memoria de la religiosa puertorriqueña Sister Isolina Ferré, MSBT, fundadora de los Centros Sor Isolina Ferré. Su objetivo principal es reconocer a los héroes anónimos que día a día sirven a los más necesitados. Durante los pasados 14 años, han sido reconocidas un total de 84 personas con la Medalla a la Excelencia del Servicio al Prójimo Sister Isolina Ferré.
“Es un orgullo contar con ciudadanos comprometidos con el pueblo puertorriqueño, personas que, de forma desinteresada, dan lo mejor de sí para ayudar a los más necesitados sin esperar nada a cambio. Estos ciudadanos a quienes reconocemos en el día de hoy dan fe de que aún existe gente buena dispuesta a aportar su granito de arena por un mejor Puerto Rico”, afirmó el presidente en funciones de la Cámara de Representantes, Roberto Rivera Ruiz de Porras.
Las medallas fueron entregadas por Rivera Ruiz de Porras y Díaz Cotto. Los ganadores, quienes estuvieron acompañados por familiares y personas relacionadas con la labor que realizan, fueron seleccionados por un comité independiente compuesto por empleados y colaboradores de los Centros Sor Isolina Ferré, que evaluó con detenimiento las 21 nominaciones recibidas este año.
Centros Sor Isolina Ferré ofrece programas correctivos y de prevención, desarrollo humano y desarrollo comunitario que brindan soluciones para enfrentar problemas como la deserción escolar, la violencia y el desempleo y la crisis económica. Los diferentes programas y servicios se ofrecen en la región de Ponce, en diversos sectores de Guayama, San Juan y Canóvanas y otros pueblos del país.