"Es a través de la experiencia que se vive aquí, del día a día, que logramos algo. Es la convivencia, exponerlos a experiencias diferentes de vida. A la vez que el muchacho se expone es que se va validando lo que es, lo que quiere y lo que necesita", explicó Brenda Liz Santos, directora ejecutiva de la organización que está localizada en la comunidad del Embalse San José en Río Piedras.
En la zona, CREARTE es esencial. El centro está en medio de ocho comunidades. Santos comentó que en las áreas aledañas no hay otro centro de prevención donde los niños(as) y jóvenes puedan reunirse. "La comunidad es una comunidad de alto riesgo, el que tenga un lugar seguro aquí es un beneficio para los vecinos. Primero, porque tienen una respuesta, tienen a dónde ir, a dónde acudir. Segundo, porque es una respuesta a la problemática de la violencia. Tercero, porque la profundidad de esto –el centro y sus servicios- es un acompañamiento a esos papás que están criando".
A las 8:00 de la mañana, el Centro recibe decenas de jóvenes entre los 16 y 21 años que asisten al programa de educación alternativa a través del Proyecto C.A.S.A. (Centros de Apoyo Sustentable al Alumno). Además de la utilización del arte como herramienta educativa, el sistema de enseñanza-aprendizaje de la escuela superior está fundamentado en el modelo de inteligencias múltiples. Para Santos, el modelo de inteligencias múltiples, que reconoce que cada persona tiene formas diferentes de aprender, le permite identificar las necesidades y fortalezas de cada uno de los estudiantes.
También, hace cuatro años que CREARTE ofrece servicios de educación alternativa y, desde entonces, han matriculado cerca de 400 estudiantes. Este año se graduaron 48 estudiantes. La directora ejecutiva recuerda cuando iniciaron la escuela por petición de los mismos jóvenes que iban al Centro en busca de ayuda. Sobre 50 interesados se anotaron en la primera lista de espera.
"Los proyectos se van dando en la medida en que la gente los pide", aseveró. "La escuela no nace porque nosotros queríamos hacer una escuela. Surgió porque, poco a poco, vinieron jóvenes preguntando si teníamos escuelas. Entonces vimos que eso ―la escuela― era importante para estos muchachos que habían abandonado el sistema tradicional porque él no respondía a lo que ellos querían. Pero todo siempre surge en base a la necesidad de la comunidad o porque lo piden, indicó Santos sobre el centro que ya ha beneficiado a más de 5 mil participantes.
Además de ser un espacio para que los niños(as) y jóvenes se congreguen, CREARTE recibe diariamente cerca de 200 participantes. Entre ellos, está la matrícula flotante de las comunidades cercanas―Bitumul; Plebiscito I, II y III; Israel, Valencia, Sierra Maestra y el residencial Manuel A. Pérez― que participan de clínicas externas, de programas de lectura y escritura para niños(as), así como de talleres de diseño gráfico. También, se provee acceso a la tecnología para personas mayores de 50 años, así como actividades en el teatro.
Recientemente, se inauguró una biblioteca infantil con material de estimulación temprana para infantes y niños(as) para atender la petición de la comunidad de un centro de cuidado infantil bajo el sistema Montessori. El espacio, también, cuenta con material educativo para profesionales y padres. En su esfuerzo de adoptar los espacios vacíos, durante los próximos meses se estarán habilitando ocho nuevos espacios que serán utilizados como salones de clases.
Con los nuevos espacios y para el beneficio de la comunidad, CREARTE aspira a continuar ampliando su gama de servicios. Para CREARTE, la gente de su comunidad es lo más importante y en esa vía la meta es crear oportunidades para que los niños(as), jóvenes y participantes actúen en busca de soluciones viables para los asuntos de su comunidad.