Enterar a distintos sectores de sus posibilidades de acción para lograr el mejor gobierno posible y viabilizar diálogos para alcanzar una meta común, provocó el surgimiento en el año 2000 de la organización sin fines de lucro Cumbre Social. Desde entonces, han pasado 18 años y ese aniversario se celebrará con una cumbre este mes de abril, en el Colegio de Ingenieros en Hato Rey.
La entrada será gratuita al evento que contará con la energía eléctrica como columna central temática de las conferencias en las que se evaluará -desde la diversificación de fuentes de producción sostenibles- el lanzamiento de un kit de emergencia solar con productos de alumbrado auto recargables y la inminente entrada al mercado del “Posterriqueño” que aprovecha la energía solar. Microempresarios mostrarán sus productos.
"Queremos desarrollar un mejor país", resume Tamara Acosta, directora de Cumbre Social sobre las aspiraciones que les guían. "Antes decíamos que era el país que queríamos, después el país que merecíamos, ahora decimos que es el país que necesitamos porque estamos en un nivel difícil".
"La semilla de Cumbre Social tiene que ver con que el gobierno no estaba respondiendo a las necesidades del país. Ante ese proceso se juntan distintos sectores de la sociedad civil y convocan al país para decir luego de mucho análisis 'esta es la agenda que tiene que trabajar el gobierno: social, educativa, de desarrollo económico', etcétera", rememora Acosta sobre los inicios de la organización, en momentos en que el pueblo cuestionaba por qué no se cumplían, a lo largo del cuatrienio, las plataformas de gobierno de los candidatos que resultaban ganadores.
Cuando Acosta dice "sociedad civil", habla de más de 200 mil personas representadas por el sector cooperativo, los sindicatos, grupos específicos como ambientalistas o educadores y ciudadanos en su carácter individual. Aquella primera cumbre definió una agenda que mostró las preocupaciones de la época, por lo que reclamaron desarrollo económico, incentivar empleos, mejoras a infraestructuras o independencia judicial, asuntos sobre usos de agua y energía, entre otros temas.
La creación de una agenda cuenta, además, con la participación de funcionarios activos en el gobierno e incluye a los candidatos aspirantes al siguiente término.
"La idea es entregarle a cada uno el documento de lo que sería una nueva plataforma social, comunitaria y ciudadana para que ellos la implanten. En esa primera cumbre se logró que se organizara un grupo intersectorial nombrado por la entonces gobernadora Sila María Calderón, para darle seguimiento a los asuntos de la Cumbre Social; nos reuníamos periódicamente para ver cómo se iban implantando algunas de esas propuestas", menciona Acosta.
LA PRIMERA DÉCADA
Tras diez años de trabajo luego de esa primera cumbre, la organización afirma que se trabajaron 80 propuestas y se implantaron trece proyectos de ley como la legislación que viabilizó las leyes de maternidad y paternidad.
El coordinador de proyectos de Cumbre Social, Rafael Solá, identifica como aciertos de esa primera década la gestación del plan de uso de terrenos, la transición de la corporación de agua Ondeo, de entidad privada a la pública Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, el Plan de Aguas para Puerto Rico y el horario extendido en las escuelas, entre otras iniciativas.
"Estos procesos son lentos, son cíclicos", admite Acosta sobre la vigencia del trabajo de la organización. "En general son procesos que se tomaron con mucho entusiasmo, con mucha seriedad, con mucho respeto por ciertos funcionarios públicos”.
"Y quiero recalcar que los logros no fueron de nosotros, es del liderato de las organizaciones reunidas que representaban a cientos de sectores. Ellos iban allí y decían 'la gente mía, esta es su necesidad'. Y había espacio para individuos que querían participar porque teníamos becas para ellos sin casi ningún recurso porque no queríamos que se nos desviara la agenda", asevera la directora.
"Y no era solo cómo podemos conocer las decisiones sino cómo podemos influir en ellas. Ahí se inserta el empoderamiento de la ciudadanía en esas estructuras de gobierno para que esas políticas públicas respondieran más efectivamente a sus necesidades". |
En este tiempo han visto de todo: personas entusiasmadas que acogen un proyecto y lo implantan, personas con intereses distintos a los propuestos que no acogió las ideas y otros que los miraron con suspicacia.
"Trabajamos con los que quisieron", indica Acosta y menciona la iniciativa del Presupuesto participativo que se implantó en el Municipio de San Juan, como un ejemplo de esa labor.
"Fundamentalmente, implicaba que la gente iba a decidir en qué se gastaba una parte del presupuesto. Y eso es importante porque el presupuesto te dice cuáles son las prioridades de un país y si esas prioridades no están allí contenidas quiere decir que no existen. Eso fue un aprendizaje para las comunidades", menciona.
Abordan comisiones legislativas, senadores y representantes para que conozcan las propuestas; les entregan la información recopilada y memoriales explicativos. También, participan en vistas públicas.
IMPULSO AL DIÁLOGO
El rol de facilitadores de diálogo lo asumen con responsabilidad. Por ejemplo, lo abrazaron en las conversaciones asociadas al gasoducto, entre Casa Pueblo y el municipio de Adjuntas.
"Es un rol tenso, es retante. Aun cuando tienes tus opiniones debes ser neutral y respetar los espacios de cada cual, pero sirviendo de apoyo a aquellos que tú entiendes tienen la desventaja en el proceso. Y lo que estamos diciéndole generalmente al gobierno es 'mira, yo estoy dispuesto a propiciar un encuentro para darle la oportunidad de que ellos se expresen'. Debemos establecer vías de comunicación porque definimos de entrada que sin el gobierno no podemos hacer esto; él crea y ejecuta políticas públicas", puntualiza Acosta.
No siempre las recomendaciones y los planes entregados al gobierno terminan convirtiéndose en leyes. Mayor acceso a información pública mediante un proceso estructurado, proyecto trabajado junto al Centro de Periodismo Investigativo, no sobrevivió en la Cámara de Representantes "pero sirvió de preámbulo a lo que sería la necesidad de información abierta", indica Solá. De igual manera, aunque se recomendó lo contrario, el plan de ordenamiento territorial fue precedido por el plan de uso territorial. Los famosos "riversasos", esas instancias en las que el gobierno hace exactamente lo contrario a lo que afirmó que haría, también son parte del trabajo.
"La falta de participación ciudadana en esas estructuras de toma de decisiones es lo que permite que los gobiernos tengan casi un cheque en blanco para gobernar, incide en que los gobernantes tengan esa vía más libre para dar esos 'riversasos' sin que haya un escrutinio", menciona, de otra parte, Solá. Agrega que esto causó que en el décimo aniversario de Cumbre Social la atención se concentró en el modo en que se toman las decisiones en el gobierno.
“Hay un montón de factores implicados en un buen gobierno que no solo dependen del gobernante, sino también de la gestión que nosotros hagamos como ciudadanos". |
"Y no era solo cómo podemos conocer las decisiones sino cómo podemos influir en ellas. Ahí se inserta el empoderamiento de la ciudadanía en esas estructuras de gobierno para que esas políticas públicas respondieran más efectivamente a sus necesidades. Uno de los ejemplos clásicos pasó en la quinta cumbre, en el 2012, con la Autoridad de Energía Eléctrica. Cuando se hace una revisión de la ley orgánica, en la junta de gobierno se supone que participaran los ciudadanos y eso no estaba ocurriendo. Ahí viene la elección histórica de Juan Rosario y Agustín Irizarry, que son los primeros que entran como representantes de los ciudadanos en la Junta de gobierno. Eso pasó por muchos factores, pero uno fue el análisis que se hizo en la Cumbre Social. Analizándolo ahora fue una victoria importantísima del rol del ciudadano", agrega Solá.
LA LUCHA DE HOY
Los discursos evolucionan con el paso del tiempo. En la reciente cumbre celebrada en el 2016, la directora asegura que "ahora hablamos de gobierno abierto". "Fue como coger el toro por los cuernos; le dijimos a gobierno 'es que ustedes no han rendido cuentas, no han sido transparentes' y 'es que nosotros tenemos, no solamente que participar, sino solicitarles que en cada proyecto haya presupuesto'. Hay un montón de factores implicados en un buen gobierno que no solo dependen del gobernante, sino también de la gestión que nosotros hagamos como ciudadanos", dice Acosta.
En ocasiones, "con madurez y honestidad", según asegura la directora, se retiran de ciertas luchas, como sucedió con el reclamo de auditoría de la deuda pública.
"Hay una evaluación continua con los asesores. Hay luchas que tienes que dejar porque no son la prioridad del país. Si con la auditoria de la deuda no iba a pasar nada porque no los iban a procesar, pues llegamos hasta ahí porque nuestros recursos son bien limitados y queremos llevarlos hasta algo que sea más útil. No es una derrota, es un aprendizaje; nos interesa ser íntegros en el proceso y que los valores de Cumbre Social prevalezcan, que todos los sectores tengan aprendizaje y la capacidad de participar".
Para aumentar esa participación iniciaron la iniciativa de Facebook Lives, que comunica datos a los ciudadanos de manera útil y menos árida sobre temas que les afectan.
"Queremos tener presencia en la discusión de los temas, no desde la perspectiva de acaparar la atención, sino de ser un mediador en el proceso educativo", dice sobre vídeos que son apoyados con más información en la página web de Cumbre social. "De esa iniciativa sale Espacio público y lo que pretende es llevar mensajes de tres minutos de duración con imágenes que capten la atención sobre temas que no son fáciles de entender. Estamos integrando la tecnología para trascender los espacios físicos".
Con el paso del tiempo, han demostrado que su trabajo "no es en contra de los penepés ni de los populares, es a favor de la persona y de la integridad humana que es inviolable. Esas letras chiquitas de no discrimen, son nuestras letras agrandadas", acaba Acosta.
Cumbre Social ya no se conforma con que el pueblo sepa que tiene poder. Ahora, usarlo debe ser la norma.
Fotos: Javier del Valle