Miércoles, 28 Marzo 2018 18:44

Arte que alienta y oxigena

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La segunda edición del Junte por las Artes se celebró con éxito el pasado domingo en el Parque Luis Muñoz Marín.

Por Ana Teresa Toro :: Oenegé


El actor Marcos Carlos Cintrón, en el papel del Sr. Penta Grama, fue explicando al público el origen de cada una de las piezas.

Un baúl rojo sobre el césped llama la atención. ¿Será una caja de Pandora?, sospechan algunos. Poco a poco, a su alrededor, se van acomodando sillas y de entre las veredas y árboles aparece un hombre cuyo aspecto evocaba el de los payasos antiguos, o los magos modernos. Un clown de circo ha llegado al parque.

Es domingo a las dos de la tarde en el Parque Luis Muñoz Marín y la segunda edición del Junte por las Artes —iniciativa conjunta entre la Fundación Ángel Ramos y el Municipio de San Juan— está por comenzar. Al público le espera una tarde de circo, danza y música al aire libre.


El artista circense Maximiliano Rivas mantuvo al público entretenido y
entusiasmado durante su presentación en la que no faltó la magia
y la participación de los niños.

Aunque amenaza con llover, decenas de personas se arremolinan frente al baúl para disfrutar del espectáculo "Ni pies ni cabeza", que interpreta el artista circense Maximiliano Rivas de la Compañía M+M en Asociación con ACirc, el mismo grupo creador del ya conocido CircoFest. La actriz Carola García es la maestra de ceremonias del evento y con su habitual candidez invita al público a participar.

Rivas entra al espacio con su llamativo sombrero rojo y chaqueta. Lleva de paseo un perro imaginario que los niños y adultos acariciarán sin temor y con una sonrisa en el rostro. Ya ha quedado establecido que estamos en un espacio en el que la imaginación y la magia guiarán la acción. Durante una hora, el artista realizó juegos e improvisaciones interactivas con el público y dejó a todos queriendo más. La gente respondía, participaba y sobre todo jugaba a partir de las ideas que les proponía el artista. 

"El arte es un elemento catártico dentro de la sociedad y estos son los espacios que hacen la diferencia... Aquí rompemos la cuarta pared y el público reacciona muy bien. El público puertorriqueño es muy activo y se conecta", compartió Rivas, quien se ha presentado en destinos como Alemania, Suiza y Holanda.


Los jóvenes alumnos de la compañía de danza Mauro, demostraron la
calidad de su entrenamiento al ejecutar complejos movimientos
técnicos durante su presentación.

Mientras esto acontece, en el parque las personas pasean sus mascotas, los niños se dan chapuzones en "los chorritos" o trepan cuerdas, se mecen en columpios o cantan a coro el Cumpleaños Feliz. Una llovizna refresca el ambiente, mientras bajo una pequeña carpa instalada en el área donde por lo general se ubica el ajedrez enorme, los bailarines de la Compañía Mauro realizan sus calentamientos. Simultáneamente, de una guagua blanca muy grande, se van bajando con sus instrumentos los músicos de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio de Música de Puerto Rico junto a su director Roselín Pabón. Los artistas realizarán un ensayo general abierto al público en la tarima que se les ha preparado en el amplio patio del parque.

El ambiente es relajado, familiar y este domingo el sol no castiga, pero no abandona. Una leve llovizna refresca el aire y la agenda de presentaciones continúa. Es el turno de Mauro Ballet Youth Company, quienes han preparado un repertorio con una muestra de piezas de ballet clásico y contemporáneo. El actor Marcos Carlos Cintrón, interpretando el personaje del Sr. Penta Grama, va guiando al público a través de la historia que hay detrás de cada composición musical y cada coreografía.

Presentaron inicialmente la pieza Fairy Doll, un Pas de Trois del ballet Music Box en el que dos "pierrots" intentan ganar el amor de la Muñeca de Hada. El público aprendería esa tarde que el pierrot "es un personaje de la Comedia Italiana que evoluciona hasta convertirse en el payaso maquillado de blanco", como explicó el Sr. Penta Grama.


El gran cierre estuvo a cargo de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio
de Música de Puerto Rico dirigida por el maestro Roselín Pabón.

Luego, presentaron la pieza Muñecos del coreógrafo cubano Alberto Méndez, seguida de dos piezas contemporáneas con música de Vivaldi y Bach. El cuerpo de baile realizó ejecuciones complejas en un espacio abierto y sin las instalaciones a las que los bailarines están habituados. Con ellos estuvieron sus maestros y bailarines principales Aureo Andino, Betina Ojeda y la directora Marena Pérez.



"Marena escoje siempre piezas familiares que se puedan hacer dentro del espacio, que se puedan entender sin una gran escenografía. Aquí ha sido maravilloso, instalaron la madera, el linóleo.", compartió la bailarina principal Betina Ojeda acerca de esta experiencia que, si bien es retante para el cuerpo, es satisfactoria a nivel artístico.    

"No es la comodidad que tenemos en el teatro, pero se vuelve una aventura más dentro del baile y yo lo disfruto mucho", compartió la bailarina de amplia y respetada trayectoria dentro y fuera del país.

La tarde cerraría con el concierto de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio de Música en su tercera presentación en el parque. El maestro Pabón inició puntual la velada musical anunciando un repertorio clásico y popular. "Los estudiantes se enfrentan a música diversa todo el tiempo", dijo.


Cientos de personas de todas las edades disfrutaron cada instante de
la segunda edición del Junte por las Artes celebrado el pasado domingo.

De manera que, el público disfrutó de interpretaciones de la obra de Rossini y de Mozart, así como del talento de la joven soprano Natalia Nieves, quien resultó elegida en la audición para encontrar la cantante que ocuparía ese rol principal en este concierto. Igualmente, se destacó como solista el joven violinista de primer año de universidad Javier Torres y las jóvenes concertina y asistente de concertina respectivamente de la orquesta Yadira E. Rodríguez Vicente y Naomi Lozano Miró.      

"Aquí está el talento que se cultiva en las escuelas libres de música del país", destacó orgulloso el maestro Pabón.

Mientras la música continuaba, el público disfrutaba en sillas o en mantas en el patio, merendando y disfrutando de la tarde. Como ya es tradición, la Orquesta Sinfónica finalizó con dos piezas alusivas al país en el mejor espíritu de avivar el autoestima del puertorriqueño tan golpeada en los últimos tiempos.

Con emotivas interpretaciones de Preciosa y Yo soy Boricua, dio por culminada la tarde en la que una vez más el público salió del parque con la mente, el cuerpo y el corazón un poco más oxigenados.

 

Fotos y video: Juan Carlos Álvarez Lara

Read 2008 times Last modified on Lunes, 02 Abril 2018 17:46
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